El cerebro emocional. ¿Qué son las emociones?

Inteligencia Emocional                                                                    Espinosa Soto Aldo

En el desafío de Aristóteles, Goleman comienza contándonos una historia, sobre un conductor de un camión, el cual tomó para llegar a su hotel, este conductor era muy cordial, a pesar de la tarde que agobiaba a todos, este saludaba a todos con una gran sonrisa, aunque por lo mismo muchos no le contestaban siquiera, a medida que avanzaban y después de dar un diálogo hacia los pasajeros sobre las escenas que pasaban alrededor llegó a contagiar su alegría y a pesar del clima, ahora cuando bajaban y el conductor se despedía ellos le devolvían una sonrisa.

Después de este relato nos pone un contraste, con noticias de periódicos, mayormente sobre niños o jóvenes, en las que por lo regular había delitos graves implicados en ellas, como la de un joven neonazi que asesinó a 5 mujeres, entre ellas mujeres y niñas, a causa de un incendio, a lo que nos da una imagen ampliada sobre la pérdida de control sobre las emociones que tiene la sociedad, así como una “torpeza emocional” que se tiene y que en muchas ocasiones desencadenan eventos violentos, en palabras de Goleman el maltrato emocional, los disparos indiscriminados y el estrés postraumático son expresiones ya habituales para nosotros.

También nos explica por qué hace este libro, quiere una guía para todo lo anterior, darle sentido a lo absurdo y con ayuda de las investigaciones que se han hecho, ya que ahora sabemos cómo funciona el cerebro y qué es lo que nos motiva a llorar o a enojarnos. Hace énfasis en que en esta tesis la inteligencia emocional, apoyada en las habilidades como el autocontrol, la perseverancia, etc, nos dará herramientas necesarias para un mayor rendimiento en nuestras capacidades y el C.I.

El cerebro emocional. ¿Qué son las emociones?

En esta parte, Daniel nos muestra que los sentimientos más profundos son unas guías muy importantes, debido a que hay situaciones en las que lo racional no funciona, simplemente nos dejamos llevar por la emoción y estas nos guían en momentos  difíciles o tareas muy importantes que no podemos dejar sólo a la inteligencia, ejemplos de ello son los eventos peligrosos, las pérdidas dolorosas, fracasos, donde a menudo los sentimientos influyen mucho más que el pensamiento. En esta parte se nos relata un caso de una chica de catorce años llamada Matilda, ella decide jugarle una broma a su padre al esconderse en el armario y querer asustarlo, el padre, asumiendo que ella no estaría en casa escucha ruidos extraños y va por un arma, cuando Matilda sale del armario su padre le disparó en el cuello, como reacción a esa sorpresa. Aquí nos habla de las reacciones que tenemos, automáticas, que se dan en nuestro sistema nervioso a lo que se le llama supervivencia, es un claro ejemplo donde las emociones dominan a la razón.

Las emociones son impulsos que nos conllevan a actuar, suele ser muy notorio cuando observamos a los animales, hay impulsos que se tienen ya en uno, cada ser tiene emociones que juegan papeles muy singulares en las cuales nuestro organismo se basa para responder ante distintas situaciones, así como la ira, donde la sangre nos “fluye” rápidamente, aumenta la adrenalina lo que genera un aumento en la energía para reaccionar más fuerte, o el miedo cuando la sangre fluye hacia los músculos esqueléticos grandes, como las piernas, lo que nos ayuda a huir más rápido, sumándole que el cuerpo se enfría y el organismo lanza una alerta con ayuda de las hormonas, esto nos prepara para la acción, la felicidad, donde el sistema nervioso inhibe los pensamientos negativos y aumenta la energía, o el amor, donde hay una reacción, la llamada “respuesta de relajación”, a lo cual el cuerpo tiene una sensación de calma y satisfacción, así como la tristeza nos ayuda a adaptarnos a una pérdida. Todas estas reacciones biológicas se basan además de nuestra experiencia de vida y la cultura en la que nos desarrollemos, ya que surgen para adaptarse en respuesta a diversas situaciones. Goleman nos indica que tenemos “dos mentes”, una meramente racional y otra emocional, la primera es reflexiva, analítica y consiente, mientras que la segunda es impulsiva e ilógica, las dos operan para guiarnos, y en ellas debe haber un equilibrio. En esta parte también se nos habla de cómo el cerebro fue creciendo con el tiempo, nos indica que el cerebro emocional existió antes que el racional, a su vez nos dice que cuando estamos dominados por alguna emoción es el sistema límbico el que nos domina y este nos da dos herramientas importantes, que son el aprendizaje y la memoria, que son respuestas de adaptación, a medida que pasaba el tiempo el cerebro emocional evolucionó en un cerebro pensante (neocorteza) en el cual están los pensamientos y a su vez nos permite tener sentimientos hacia los pensamientos, así todo se entrelaza y todo se une por circuitos que comunican todas las partes de la neocorteza, esto hace que lo emocional influya en todo el cerebro, incluyendo el pensamiento.

La naturaleza de la inteligencia emocional.

Aquí al inicio se nos habla de que no es suficiente tener un C.I. muy alto, ya que si nos quedamos en las pasiones y los impulsos incontrolables uno puede poner en riesgo su propia vida, la inteligencia emocional posee características como ser capaz de motivarse y enfrentar las decepciones, controlar los impulsos, mostrar empatía y tener esperanza, la aptitud emocional es una meta que determina lo bien que podemos utilizar cualquier talento, incluido el intelecto, así  las personas que conocen perfectamente sus emociones y manejan bien sus sentimientos pueden identificar e interpretar lo de los demás. Es una inteligencia diferente, ya que de una persona a otra tenemos distintas aptitudes y habilidades, dones naturales y cultivados, asimismo la inteligencia interpersonal se divide en cuatro habilidades, el liderazgo, la capacidad de relacionarse y mantener dichas relaciones, resolver conflictos y la destreza de análisis social, lo que hace que esta inteligencia sea la capacidad para entender a los demás, lo que los motiva y cómo actúan y cómo trabajar con ellos. También se habla de un aspecto de la inteligencia emocional, que es la inteligencia social, la cual ayuda a comprender a los demás y actuar con prudencia dentro de las relaciones humanas, así como hay cinco esferas de la inteligencia emocional que son conocer las emociones propias, manejarlas, motivarse, reconocer emociones ajenas y manejar las relaciones. Estas esferas con esfuerzo se pueden mejorar ya que cada quién tiene alguna más o menos desarrollada que la otra, pero para ello se necesita ese esfuerzo.

En esta parte nos hablan sobre un relato japonés, donde un samurái le pregunta a su maestro el concepto del cielo y el infierno, a lo que le contestan de mala manera, ante esto el samurái enojado lo amenazó con que podría matarlo por ello, el maestro le dice que esa reacción era el infierno, cuando el samurái se clamó, guardó la espada y agradeció la lección el maestro le dijo que eso era el cielo, esto ilustra muy bien lo que Goleman nos quiere decir que debemos tener conciencia de los sentimientos que tenemos cuando estamos atrapados en ellos, la conciencia es algo sumamente importante en la inteligencia emocional, nos habla de la metacognición que es la conciencia del pensamiento y el metahumor que es la conciencia de las emociones propias, por lo que la auto-observación nos permite  una conciencia más igualitaria de los sentimientos. En esta parte también se aborda sobre el autocontrol, ya que mantener ese control sobre las emociones es una clave importante para el bienestar emocional, y es algo bastante difícil porque muchas veces no somos conscientes de cuando nos dejamos llevar por una emoción. Después de esto se nos relata una historia de un estudiante que durante un examen queda paralizado por miedo, sentía mucha ansiedad y sólo miraba su examen, pensando en las consecuencias que le traería la parálisis, muchas veces las personas se ven atrapadas en la ansiedad o alguna emoción parecida, y no asimilamos bien la información, en estos puntos las emociones entorpecen la concentración.

...