El objetivo del presente trabajo consiste en dar cuenta del tipo de vinculación afectiva que tiene él bebe con su cuidador..

Índice

Introducción _____________________________________________pág. 3

1.1 Teoría del impulso secundario____________ ________________pág. 4

1.2 Bowbly su teoría del apego_______________________________pág. 4

1.3 Trastornos de carencia afectiva____________________________pág. 6

2.0 Conclusión____________________________________________pág. 7

3.0 Referencias ___________________________________________ pág. 8

INTRODUCCIÓN

El objetivo del presente trabajo consiste en dar cuenta del tipo de vinculación afectiva que tiene él bebe con su cuidador.

Para ello, se ha de considerar el estado de desvalimiento en que se encuentra él bebe desde su nacimiento, con respecto a la necesidad que tiene de otro.

De esta forma, se intentará determinar al vínculo como un proceso primario. Entendiendo por vínculo afectivo secundario como aquel que es aprendido; siendo consecuencia de una relación más básica (la primaria) y el vínculo afectivo como proceso primario que expresa al apego como una tendencia tan básica como el de las necesidades biológicas primarias.

De este modo, se llevará adelante la articulación de posturas teóricas: la Freudiana, la postulada por John Bowbly y René Spitz.

También se tendrán en cuenta aportes como los de María Martina Casullo, Mercedes Fernández Liporace, Mary Ainsworth y los experimentos con monos Rhesus realizados por Harry Harlow.

DESARROLLO

1.1 Teoría del Impulso secundario

El niño tiene una serie de necesidades fisiológicas que deben satisfacerse (en especial la necesidad de recibir alimentos y calor). El hecho de que él bebe se interese por una figura humana (en especial, la madre) con la cual se crea un vínculo de afecto se debe a que aquella satisface sus necesidades fisiológicas, y el pequeño aprende, a su debido tiempo, que la madre constituye la fuente de su gratificación. A esta teoría la denominaremos “teoría del impulso secundario”, término que deriva de la teoría del aprendizaje. También se la ha denominado teoría del “amor interesado” de las relaciones objétales. (Bowbly, 1990)

Desde el psicoanálisis Freud plantea que no hay predisposición de respuestas primarias susceptibles a establecer un vínculo entre la madre y él bebe. El niño es inmaduro fisiológicamente y psíquicamente ya que no puede alimentarse por sus propios medios. Es por esto que debe haber un intercambio madre-hijo en base a la alimentación, donde el niño se apega a su cuidador porque esta le da de comer y además le estimula sus zonas erógenas. Esto considera que el apego es una manifestación de pulsión sexual que dirige a la libido hacia la persona que le proporciona placer, que satisface sus necesidades básicas. (Freud, 1926)

Esto explica que los vínculos afectivos son secundarios, son aprendidos como consecuencia de otra relación más básica como la satisfacción de la necesidad de alimento, es decir, que se conforma un vínculo primario previo con lo que sería el pecho materno o el biberón .

1.2 Bowbly y su teoría del Apego

Para este autor el psicoanálisis no explica completamente el vínculo primario con su madre, por eso decidió acercarse a investigadores en etología, psicología cognitiva, neurobiología y teoría sistémica. Refiere que el lazo afectivo primario tiene una base biológica, los neonatos se comportan de maneras que aseguran el acercamiento a adultos protectores, estos comportamientos son: la aproximación del niño a la figura cuidadora, sonreír, vocalizar, balbucear, etc.

Acerca del sistema de apego Bowbly dice: El sistema de apego se activa en momentos de peligro, stress y novedad y su finalidad es propiciar y mantener la proximidad y el contacto con la figura de apego. (Casullo y Liporace, 2005).

Es decir, que le restituye la sensación de seguridad perdida y le proporciona un estado de bienestar semejante al que tenía antes de nacer.

Ainsworth (1978, citado en Bowbly, 1990) definió tres tipos de apego por observaciones directa de infantes: apego seguro; apego inseguro resistente o ansioso ambivalente y apego inseguro evitativo. Si bien las experiencias de apego en la infancia afectan a las personas durante toda su vida, estos no son irreversibles.

El apego seguro se caracteriza porque existe una respuesta de stress a la ausencia de la madre, pero expresan calma y alivia el regreso de ella. En ausencia de su mamá exploran el ambiente sin ningún tipo de ansiedad.

El apego inseguro resistente se caracteriza por el llanto, ansiedad y gritos ante la ausencia de la madre, cuando la madre vuelve e intenta calmarlo el niño sigue enfadado.

El apego inseguro evitativo se caracteriza en que aquí el niño no le molesta la ausencia de la madre, se muestra frio cuando ella regresa, no busca el abrazo ni el confort materno, el niño demuestra una autoconfianza prematura y tiene respuestas defensivas. (Casullo

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