El papel del docente en la aprendizaje significativo

Para aprender es necesario constancia y energía, y para ello nosotros como docentes, debemos mantener la motivación de nuestros alumnos, teniendo claro las metas que se persiguen y recordándoles que son capaces de aprender si se lo proponen. Debido a esto a veces tendremos que hacer adaptaciones individualizadas al enseñar.

A veces, la rutina, el enfado, la dificultad, etc., nos alejan de una percepción motivadora del aprendizaje. Sin embargo, el esfuerzo en estas situaciones permite volver a recuperar progresivamente el sentido de nuestro trabajo.

Corrientes cognoscitivas y humanistas emplean la motivación intrínseca, éstas plantean que cuando los alumnos están intrínsecamente motivados, trabajan en las tareas porque disfrutan hacerlo; su participación es la propia recompensa y no depende de estímulos externos.

Cuando los estudiantes están motivados internamente, realizan actividades que promueven su aprendizaje: ponen atención, se esfuerzan más, dedican mayor tiempo, organizan el conocimiento, lo relacionan con lo que saben y aplican los conocimientos y habilidades aprendidas en diferentes contextos.

Algunas estrategias para motivación intrínseca en nuestros alumnos:

• Actitud positiva: llegar con una sonrisa, siempre será un excelente comienzo de una clase.

• Observar activamente a sus alumnos, involucrarse en su proceso y respetando sus diferencias en su manera de aprender.

• Lograr que sus alumnos discutan y reflexionen sobre un tema (no por memoria o de forma arbitraria, sino por la intención de descubrir e incorporar nuevos conocimientos.

• Motivar e impulsar, reconociendo habilidades haciendo que nuestros alumnos puedan crear su propio conocimiento.

LA MOTIVACION INTRINSECA E INTRINSECA

La motivación extrínseca y la motivación intrínseca son muy diferentes entre sí, nuestro deber es complementar y combinar ambas de tal manera que realicemos y consigamos nuestros objetivos de la manera más productiva y provechosa posible. . Una misma actividad suscitará motivaciones diferentes dependiendo de la persona o incluso para la misma persona en momentos diferentes.

Usando la motivación intrínseca, el alumno crea en él la confianza de poder realizar las actividades que le indique el profesor, también podremos en ocasiones emplear la motivación extrínseca que ayuda al alumno a ser más participativo mediante incentivos los cuales él toma como premios por sus logros personales. El saber regular estos dos tipos de motivación puede ayudar en gran medida al maestro para que sus estudiantes aprendan y se sientan bien al momento de desenvolverse en su contexto escolar.

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