Emoción, Humor Y Sentimiento
Enviado por lauradvl • 13 de Noviembre de 2013 • 5.567 Palabras (23 Páginas) • 489 Visitas
Emoción
Es un estado complejo del organismo, caracterizado por una excitación o perturbación que predispone a una respuesta organizada. Estas se generan habitualmente como respuesta a un acontecimiento externo o interno y puede durar desde algunos segundos hasta varias horas.
Así, una emoción podría definirse como una experiencia afectiva en cierta medida agradable o desagradable, que supone una cualidad fenomenológica característica y que compromete tres sistemas de respuesta: cognitivo-subjetivo, conductual-expresivo y fisiológico-adaptativo.
Todas las emociones tienen alguna función que les confiere utilidad y permite que el sujeto ejecute con eficacia las reacciones conductuales apropiadas y ello con independencia de la cualidad hedónica que generen. Incluso las emociones más desagradables tienen funciones importantes en la adaptación social y el ajuste personal.
Quizá una de las funciones más importantes de la emoción sea la de preparar al organismo para que ejecute eficazmente la conducta exigida por las condiciones ambientales, movilizando la energía necesaria para ello, así como dirigiendo la conducta (acercando o alejando) hacia un objetivo determinado. La expresión de las emociones permite a los demás predecir el comportamiento asociado con las mismas, lo cual tiene un indudable valor en los procesos de relación interpersonal.
También existe una relación muy íntima entre emoción y motivación, ya que se trata de una experiencia presente en cualquier tipo de actividad que posee las dos principales características de la conducta motivada, dirección e intensidad. La emoción energiza la conducta motivada.
La relación entre motivación y emoción no se limitan al hecho de que en toda conducta motivada se producen reacciones emocionales, sino que una emoción puede determinar la aparición de la propia conducta motivada, dirigirla hacia determinado objetivo y hacer que se ejecute con intensidad. Se puede decir que toda conducta motivada produce una reacción emocional y a su vez la emoción facilita la aparición de unas conductas motivadas y no otras.
Sentimiento
Como primera aproximación se puede decir que sentimiento es lo que no es instinto, lo que no es pensamiento, lo que no es percepción; es decir, todo lo que no es una vida psíquica objetivable.
En segundo lugar, los sentimientos son estados del yo (Scheler, 1972). Cuando un sujeto dice que está alegre, que está triste, que está encolerizado, está describiendo un paisaje interior. En contraposición a la percepción y al pensamiento, que están siempre dirigidos a la captación del mundo exterior, los sentimientos vienen siempre a designar una manera de estar consigo mismo en el mundo.
Se origina de una emoción, por tanto es una disposición a responder emocionalmente a un objeto específico.
Los sentimientos, en función de los seres sociales de nuestro contexto social y cultural, son resultado de la relación, las ideas, los recuerdos, vivencias y experiencias de nuestra forma de actuar. Son estados afectivos, más complejos, más estables, más duraderos y menos intensos que las emociones. No hay un estimulo que hace que surja en un momento, si no que es producto de una situación progresiva que deja su huella.
Los sentimientos, según la manera como se viven, afectan el estado de ánimo y pueden ayudar o no a elaborar un proceso intelectual que condicione la capacidad cultural, o comunicativa, o de discernimiento, o de estabilidad, etc. Esto lo constatamos especialmente en la infancia –que es cuna de emociones–, como se nos recuerda desde la psicología, creando unas complejas predisposiciones y estilos de hacer que afectarán durante la adolescencia o la madurez de la vida.
El placer, el sufrimiento, la tristeza o la alegría, que catalogamos como emociones, provocan en el fondo del ser unas actitudes que a menudo no hemos considerado importantes y que tal vez son también educables a fin de poder conseguir una manera de ser más equilibrada.
Humor
Según J. Delay, es el conjunto de disposiciones afectivas fundamentales, rica en instancias emocionales e instintivas de todo género, que da a cada uno de nuestros estados de ánimo, una tonalidad agradable o desagradable, fluctuante entre los dos polos opuestos, de la euforia expansiva y de la depresión dolorosa. El carácter holístico del humor sólo puede expresarse con una globalización: “estar de buen humor, de mal humor…”
Son sentimientos sostenidos y persistentes, experimentados y expresados de forma subjetiva y observada por los otros. Pero su ámbito semántico es distinto del de los sentimientos. En un momento determinado se puede albergar varios sentimientos, incluso contrapuestos, pero en cada momento se tiene un estado de ánimo o se está de un humor determinado.
Alteraciones del Humor
La alteraciones del humor tienen diversas manifestaciones (Solanes, 1984) en el sueño, la genitalidad, sed, hambre, peso, sensibilidad a la temperatura, a nivel de la actividad neurovegetativa, entre otros, que pueden ser la base de sustentación del siguiente esquema:
Timia: (Del griego thymós, alma). Comportamiento exterior del individuo, considerado más especialmente con relación a su actividad o a su humor, es decir, el tono afectivo básico.
Distimia: es un estado de ánimo crónicamente deprimido, menos grave que la depresión y que no cumple los criterios para una depresión mayor, o lo hace sólo en períodos muy cortos. Su evolución suele ser de más de dos años. Se caracteriza por un abatimiento prolongado del estado de ánimo en que el sujeto distímico se describe a sí mismo como “triste” o “desanimado”, perdiendo el interés por las cosas y viéndose a menudo como inútil y poco interesante. Posee síntomas persistentes o intermitentes, de intensidad más leve comparación a la depresión mayor. Aiskal (1983) la define como “mal humor” y se caracteriza porque “el individuo está habitualmente triste, introvertido, melancólico, excesivamente consciente, incapaz de alegría y preocupado por su insuficiencia personal”.
Eutimia: Es el humor en niveles considerados “normales”, teniendo muy en cuenta la relatividad de lo normal, en relación con el tipo de personalidad, elementos culturales, entre otros.
Hipotimia: Es la disminución ó depresión del tono afectivo general de una persona.
Hipertimia: Trastorno del humor caracterizado por una exacerbación de la actividad acompañada habitualmente de cierta euforia. Afectividad excesiva, exaltación.
Manía: Es un síndrome de agitación psicomotora, que se caracteriza por la presencia de una exaltación del humor,
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