Entre El Estigma Y El Amor

Remitiéndonos al texto: “Entre el Estigma y el Amor”

Muchas veces las escuelas y docentes (señorita Silvia) tal cual lo vemos en el texto, se desentienden de las diferencias de los niños o los mal llamados “alumnos con problemas” y manifiestan como profesionales de la educación, que no tienen las herramientas o estrategias para atender a estos alumnos.

A partir de esto texto, llegamos a la conclusión que debemos preocuparnos por saber los factores que hayan afectado o puedan estar afectando al niño (como en el caso de Darío, su padre había fallecido el año anterior) para poder ayudarlo o asistirlo. Pero para esto debemos utilizar una herramienta valiosa y eficaz: EL AMOR. Muchos maestros se limitan a cumplir con una serie de reglas impuestas por el sistema, pero no hacen hincapié en observar o atender las características individuales de los niños, si bien no ignoramos que muchas veces los maestros deben abordar clases numerosas y esto se dificulta, pero mínimamente tomar un tiempo para aquellos que más lo necesiten, sin desviar la atención de los demás.

Debemos como maestros tener conciencia del lugar importantísimo que ocupamos con respecto a la construcción del niño (positivamente o negativamente).

Por eso creemos que debemos posicionarnos en ALENTAR, GUIAR, APOYAR, al alumno durante todo su transcurso educativo, agotar todas las estrategias en búsqueda de una ayuda favorable.

Bajo ningún punto de vista debemos armar en nuestro imaginario un “prototipo de alumno” del cual esperamos ciertos resultados, sino que debemos tomarnos el tiempo de conocer y aceptar a los niños con todas sus características individuales y guiarlos a enfrentar y solucionar toda situación problemática.

No debemos emitir frases destructivas y discriminatorias sobre el niño y su futuro… “Su hijo no tiene futuro”, “No va a rendir”, “Que se busque una changuita o un trabajo”

“La escuela debe ser un espacio de aprendizaje, creación y construcción de la identidad”

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