Epilepsia Del Lobulo Temporal

LA EPILEPSIA

COMO EPIFANÍA

—La realidad a través de un cristal resquebrajado—

Miembros del grupo:

Lucía Fernández López

Saleta López Loira

Maïda Papazian

Isabel Rodríguez Pérez

Laura Sanchez del Olmo

INDICE

EPILEPSIA EPIFANÍA 1

INDICE 2

Introducción 3

Epilepsia del lóbulo temporal 3

El síndrome Dostoïevski 4

I. 4

II. 5

III. 7

IV. 8

V. 9

Conclusión 10

ANEXO 11

BIBLOGRAFIA 12

Introducción

«¿Y qué, si esto es enfermedad?

¿Qué importa que se trate de una tensión anormal si su resultado, tal como lo

considero y analizo cuando vuelvo a mi estado corriente, contiene armonía y

belleza en el máximo grado, y si en ese minuto experimento una sensación

inaudita, insospechada hasta entonces, de plenitud, de ritmo, de paz, de éxtasis

devoto que me inmerge en la más alta síntesis de la vida?» (Dostoïevski, El Idiota, p.190)

Les proponemos entrar en la vida de una serie de personajes, abriendo nuevas ventanas que nos permitirán descubrir y contemplar distintos paisajes que aún con matices diferentes quedan todos impregnados por una misma esencia llamada Epilepsia del lóbulo temporal. Les invitamos a conocer la naturaleza de esta “enfermedad” con sus aspectos tanto sublimes como devastadores a través de un viaje por las vidas de cinco personajes que aún sin conocerse comparten más de lo que creen. Antes de empezar este viaje, vamos a dar un breve paseo por los conceptos teóricos de la epilepsia del lóbulo temporal, así como su relación con la creación artística.

Epilepsia del lóbulo temporal

Desde un punto de vista etimológico, la epilepsia se define por sí misma: la posesión conjunta de los sentidos y de la mente. El verbo griego “epilamvano” (επιλαμβανω) contiene el prefijo “epi” (επι) que significa sobre, encima, y el verbo simple "lamvano” (λαμβανω) que significa coger. Así, el verbo “epilamvano” (επιλαμβανω) designa la idea de agarrar, de atacar por sorpresa, o sea “ataque súbito que sobrecoge”.

Más concretamente consiste en un trastorno neurológico heterogéneo caracterizado por una excesiva actividad neuronal momentánea en el lóbulo temporal medial, incluyendo las siguientes estructuras cerebrales: hipocampo, giro hipocampal, amígdala, corteza entorinal y neocorteza temporal. Dentro de la gran variedad de tipos de epilepsia existentes, esta epilepsia es de origen focal, se manifiesta en forma de crisis parciales simples, complejas, y en algunos casos generalizadas.

En las crisis, se suelen distinguir tres etapas: la preictal, la ictal y la postictal. La primera es el periodo que ocurre justo antes de la crisis y es en el que se manifiestan los síntomas propios del aura. En éstos, las sensaciones del sujeto se modifican y suelen acompañarse de angustia pero, en algunos casos, se ve asociada a un sentimiento liberador. El aura puede ser de diversas naturalezas, entre ellas, auditiva, sinestésica, epigástrica, motrices e intelectual y entre los síntomas se pueden presentar sensación de vértigo, dolor de cabeza y taquicardia, que suelen ir intensificándose hasta que estalla la crisis. En el periodo ictal, se pueden producir convulsiones epilépticas pero sobre todo una desconexión general de la realidad. En consecuencia, en el periodo postictal donde el paciente toma de nuevo conciencia, se produce una amnesia.

Para concluir esta breve introducción, hay que mencionar que la mayoría de los pacientes que padecen de epilepsia del lóbulo temporal suelen también sufrir trastornos psicopatológicos, tal como trastornos de ansiedad, trastornos depresivos y menos frecuentemente trastornos psicóticos. Aunque los casos ficticios que presentamos más adelante atestiguan del carácter casi milagroso de la enfermedad, no se debe olvidar la realidad discapacitante que ésta conlleva, que sea del punto de vista físico, social e individual. En efecto, un paciente con epilepsia del lóbulo temporal se ve obligado a adoptar un estilo de vida sometido al carácter impetuoso, dominante y espeluznante de sus crisis, implicando llevar un casco para no lesionarse, dormir en un sofá para no caerse de la cama si la crisis sucede mientras duerme, y posiblemente tomar anticonvulsivos para sobrellevar el trastorno." (ver anexo 1)

El sujeto entre las crisis desarrolla una serie de cambios en su personalidad que se han sintetizado en lo que se denomina personalidad interictal, generalmente acompañada por un temperamento irritable y otras características que desarrollaremos más adelante.

Las causas principales de esta epilepsia son: la esclerosis hipocampal malformaciones del desarrollo cortical, lesiones tumorales, traumáticas, vasculares e infecciosas.

El síndrome Dostoïevski

“Que allí existía, en efecto armonía y belleza, que aquello era realmente «la más alta síntesis de la vida»”. «Por este instante vale la pena de dar toda una vida» (Dostoïevski, El Idiota, p.190).

Estas citas sintetizan la idea que las crisis epilépticas pueden ser una experiencia trascendental como lo desarrollamos en este párrafo.

El conocido escritor ruso, fuente de inspiración para la investigación sobre este tipo de epilepsia, dio su nombre al Síndrome de Dostoïevski, identificado y definido a partir de los trabajos llevados a cabo en 1961 por el neurólogo Norman Geschwind. Como se observa, por ejemplo en “El Idiota” de Dostoïevski, un sujeto que padece epilepsia del lóbulo temporal puede sufrir una serie de cambios caracterizados por la intensificación de la vida emocional, con un repentino interés por temas místicos, pseudofilosóficos, hipermoralistas y creativos. También pueden presentar hiposexualidad, trastornos de ansiedad, y tendencias depresivas.

Una característica muy común es la hipergrafía. Consiste en la constante y vital necesidad de escribir y se manifiesta tanto en el emborronamiento compulsivo de diarios como en las autobiografías y otras creaciones literarias. Esa necesidad de producir también se observa en otros medios de expresión como la pintura, la escultura, la composición musical. Mencionamos aquí el caso del pintor italiano Franco Magnani que fue famoso por su memoria eidética en cuanto a su pueblo natal Pontito. Franco está obsesionado por el recuerdo de su pueblo tanto en sus sueños como en sus recuerdos y ése se volvió el objeto único de sus cuadros, acaparando

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