ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

Estimulación temprana


Enviado por   •  2 de Enero de 2012  •  492 Palabras (2 Páginas)  •  671 Visitas

Página 1 de 2

Estimulación temprana

Estimular en la primera infancia no se limita a desarrollar capacidades, habilidades y destrezas en el niño pues fundamentalmente se trata d que los padres alimenten día a día una relación amorosa y positiva con sus hijos.

La estimulación de ayer:

Históricamente, los 3 primeros años d la vida del niño que daban a cargo de la estructura familiar en la que cada pequeño nacía y dependía, exclusivamente, de cómo los padres o de los adulto a cargo del infante pudiesen ocuparse de los pormenores de su crianza y educación.

Surgió, entonces, la idea de organizar un sistema de influencias educativas para ayudar a los adultos a intervenir tempranamente y así activar el desarrollo de los niños desde el nacimiento.

La estimulación temprana se transformo en una necesidad básica para los niños considerados en riesgo (que son aquellos que presentan alguna condición deficitaria de índole biológica o psicosocial). En otras palabras la estimulación no surgió como una contribución a la crianza y educación de todos los infantes por igual.

Si bien la estimulación involucra aportes asociados a la educación y a la salud, en sus inicios solo privilegio estos últimos a partir de actividades abarcadas o proporcionar las mejores condiciones posibles para los niños de riesgo. Así comenzó a difundirse el término “intervención temprana” que señala, en cierta medida, el carácter clínico-sanitario de la estimulación más que su trasformo educativo.

Alguna vez, de pronto, me despierto:

Un dolor me recorre tenazmente,

un dolor que está siempre, agazapado,

por saltar, desde adentro.

Entonces tengo miedo.

Entonces, me doy cuenta que estoy sola

frente a mí, frente a Dios, frente a un espejo

lleno de mis imágenes,

de rostros polvorientos.

Estoy sola, pero siempre estoy sola:

Es lo único cierto.

El amor era un huésped,

la soledad es siempre el compañero

que permanece al lado, inconmovible.

Lo único seguro, verdadero.

Oigo mi corazón, vieja campana

que dobla y que golpea,

que rebota en las sienes y en la nuca

y en la boca y los dedos.

Es cierto, tengo miedo.

Miedo de no poder gritar, de pronto,

de que ya sea demasiado tarde

para un ruego.

La costumbre ahoga las palabras

y alarga el desencuentro.

Ah, tantas cosas quedarán ocultas,

perdidas, sin recuerdo,

tantas palabras que no fueron dichas,

tantos gestos.

Unos dirán: Yo sé, la he conocido,

fue una ardiente rebelde,

se desolló las manos y la vida

por defender los que creyó más débiles.

Otros dirán: Yo sé, la he conocido,

...

Descargar como (para miembros actualizados) txt (3 Kb)
Leer 1 página más »
Disponible sólo en Clubensayos.com