Etapas De La Personalidad
Enviado por nasalu21 • 16 de Junio de 2014 • 3.070 Palabras (13 Páginas) • 287 Visitas
Para Erikson (1963), los padres no solo deben tener ciertas normas para guiar mediante la prohibición y el permiso, sino que también debe estar en capacidad de inculcarle al niño una convicción profunda y casi somática de que existe un sentido en lo que están haciendo. Un niño a esta edades no puede elegir que es lo mejor y por ello requiere la guía de sus padres, quienes dirán no cuando sea necesario. En este sentido, es necesario destacar que la calidad de la atención materna dependerá del apoyo que la madre o sustituto reciba de otros adultos en casa, de la existencia o no de un grupo familiar que ofrezca protección a esa madre, de sociedades que sostengan la estructura e importancia de la familia y finalmente de las tradiciones que confieran continuidad cultural a los sistemas de cuidado y educación.
Se logra un equilibrio, el niño desarrollara la virtud de la esperanza como una fuerte creencia que le dice que siempre habrá una solución al final del camino. Entonces habrá superado equilibradamente la primera etapa, esta habilidad será utilizada en el futuro ante situaciones de desilusión amorosa, en lo profesional y en muchos otros ámbitos de la vida.
II-AUTONOMÍA VERSUS VERGUENZA Y DUDA
(18 mese a 3 años)
A medida que el niño crece comienza a darse cuenta de que la conducta en desarrollo es la suya propia. Entre los 18 meses y los 3 años, aproximadamente, quiere explorar el mundo y realizar nuevas proezas, incrementando su autonomía.
En estas edades se espera que el niño camine y comience a explorar su mundo. Muchas cosas llaman su atención y le invitan a tocar, conocer y buscar. Pero esta tarea no resulta tan sencilla, los padres y adultos que rodean al niño por lo general procuran evitarle peligros y le prohíben cosa; limitan y castigan lo que intentan hacer. La tendencia hacia el juego solitario o egocéntrico, el uso frecuente de la palabra mío, las dificultades que presenta el control de esfínteres a esta edad, pueden ser claros ejemplos de esa constante lucha por la autonomía.
En esta edad el niño intenta tomar posesión de las cosas con el fin de probarlas mediante una repetición hecha con un propósito determinado. Las experiencias de autonomía y libre elección han de ser guiadas gradual y correctamente. La firmeza del adulto debe proteger al niño de la anarquía de su sentido de discriminación hasta ahora poco ejercitado, de su capacidad para retener y soltar discrecionalmente.
Erikson señala que todas las pautas de crianza provocan cierto sentimiento de duda y vergüenza; lo que varia de una cultura a otra es a cuales conductas se le fijan valores positivos o negativos. Es interesante señalar que las pautas de restrinsiones, las frustraciones y los " NO" , si bien son de gran utilidad, necesitan ser usados de manera equilibrada.
Es muy importante encontrar un enlace que permita al niño desarrollar el autocontrol, así como la certeza de que él es capaz (fundamento de laautoestima). Otro ejercicio importante a esta edad es lograr al regulación de las funciones eliminatorias (Orina, heces) dejando de usar pañales. En esta ejercitación permanente participan los padres y la cultura dejando muy claro lo que se espera del niño. La maduración anal muscular inicia la experimentación de dos aspectos simultáneos de las modalidades sociales retener y soltar.
En ambas posibilidades retener o soltar, los conflictos básicos pueden desembocar al final en expectativas y actitudes benignas u hostiles. La vergüenza es una emoción poco estudiada por que en nuestra civilización se ve tempranamente absorbida por la culpa. La vergüenza según Erikson, supone que uno se encuentra totalmente expuesto y conciente de ser mirado, es decir, uno es visible y no esta listo (vestido a media) para ser visible, por ello el autor la asemeja a la rabia dirigida contra uno mismo.
La duda juega un papel importante en la toma de conciencia de tener una parte delantera y una trasera, especialmente un trasero. Un poco de vergüenza y duda no solo es inevitable, sino incluso bueno, sin ella desarrollaríamos lo que Erikson llamo Impulsividad, referida a desbocarse sin considerar loslímites o consecuencias que puedan venir de esa acción. Pero demasiada vergüenza y duda provocan la denominada impulsividad, referida al sentimiento de que todo su ser esta envuelto en las tareas que realiza y por ellos deben ser sujetadas de manera correcta.
Si se logra un equilibrio apropiado de desarrolla la virtud de la voluntad o determinación, sentimiento que le hace repetirse a si mismo, puedo hacerlo y que resultara de gran utilidad para la vida futura si se mantiene de forma equilibrada.
III-INICIATIVA VERSUS CULPA
(3-6 años)
El niño entre los 4 y los 6 años (etapa preescolar), avanza rápidamente hacia nuevas conquistas en esperas sociales y espaciales. El se encuentra en este momento lleno de energía y de ganas de hacer, colocando en esta acción todo su ser., imaginación e interés. Pone a prueba sus poderes, sus conocimientos y sus cualidades potenciales, inicia nuevas formas de conducta cuyos límites trascienden los de su persona y en algunas oportunidades producen resultados inesperados y desagradables, generando culpabilidad. Esta polaridad de la iniciativa en oposición a la pasividad o la culpa por haber ido demasiado lejos, constituye el tema fundamental de esta etapa. Es así como el individuo se enfrenta a un crisis universal descrita por Erikson como al necesidad del niño de alejarse de un apago exclusivo con sus padres y entrar en el lento proceso de llegar a ser un padre portador de tradición.
Esta fase del desarrollo se caracteriza, de acuerdo con la teoría psicoanalítica, por las complicaciones edípicas. Para Erikson cuando el niño descubre que él es importante en el contexto de un grupo familiar y puede expresar un efecto intencional, es cuando se manifiestan estos movimientos libidinosos dirigidos hacia el sexo opuesto.
El juego constituye durante esta etapa el más indispensable y natural agente auto terapéutico debido a que permite al Yo elaborar situaciones no resueltas a través de la fantasía. Visto de esta manera, el juego representa la situación más adecuada para estudiar al niño. El juego se vincula con la experiencia de la vida que el niño intenta repetir, dominar o negar con el fin de organizar su mundo interior con relación al exterior. Jugar se convierte en un medio para razonar, compensar los sufrimientos por el Yo en cuanto a tiempo, espacio y realidad, preservando un cierto sentido de realidad por que tanto él como los demás, saben que se trata de un juego.
Demasiada iniciativa y poca culpa significan una tendencia mal adaptativa, que Erikson llamo crueldad en la que la persona toma la iniciativa,
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