Fobias psicoanalisis
Enviado por Natalia Perego • 26 de Septiembre de 2023 • Informe • 1.733 Palabras (7 Páginas) • 51 Visitas
Las fobias.
¡No todos los miedos son fobias!
Roxana Castro Wojda
En términos generales, para dar cuenta de los modos de procesamiento de un tipo de
organización subjetiva, vamos a establecer:
Cuáles son los predominios pulsionales.
Cuáles son los conflictos característicos de ese predominio y las lógicas de
procesamiento que de ellos derivan.
Cómo se afrontan (con qué defensas y con qué resultados) los complejos de
Nucleares (Edipo y Castración).
Siempre se trata de predominios y de formas de combinación, ya que en cada quien coexisten
distintas formas de procesamiento.
Freud (1917) habló de “corrientes psíquicas”, cada una de ellas funcionando bajo un modo de
defensa: Represión, Desmentida, Desestimación.
Piera Aulagnier definió a la subjetividad como la forma en que se combinan los distintos
modos de representar (originario, primario, secundario).
Cuando nos referimos a las Neurosis de Transferencia, se trata de modos de constitución
subjetiva en la que la corriente bajo Represión es la que predomina. En cuanto al tipo de
angustia, es angustia de castración.
Freud dice que “el hombre se protege del horror mediante la angustia” (Freud, 1917, p. 360).
Se refiere a la angustia señal.
El miedo en cambio, significa que se ha recortado un objeto (es decir que la angustia se ha
ligado a una representación).
Cabe hacer una distinción entre miedos y fobias. Lo que define a la fobia es el desplazamiento.
En Juanito, por ejemplo, se trata del desplazamiento del padre al caballo. Entonces el estado
de angustia (sin objeto), se transforma en fobia a los caballos (el miedo al padre no es una
fobia).
Freud diferencia terror, miedo y angustia:
La angustia designa cierto estado como de expectativa frente al peligro y
preparación para él, aunque se trate de un peligro desconocido; el miedo requiere
un objeto determinado, en presencia del cual uno lo siente; en cambio, se llama
terror al estado en que se cae cuando se corre un peligro sin estar preparado:
destaca el factor de la sorpresa. (Freud, 1920, p. 12.)
Las angustias tempranas son señales de avances en la estructuración subjetiva. Hay temores
que corresponden a momentos en los que el niño comienza a percibir una diferencia yo-no yo
y a distinguir al objeto amado de todos los demás. Por ejemplo, el temor al extraño (la
angustia del octavo mes que describe Spitz y que suele darse aún antes) aparece cuando en
lugar del rostro de la madre aparece el de otro. O las fobias a la oscuridad y a la soledad, en los
primeros años de la vida, vinculadas también a la ausencia del otro.
Dice Freud que “Cada situación de peligro corresponde a cierta época de la vida”. (Freud,
1920, p. 138). Los miedos a estar solo, a la oscuridad, a los extraños, en los niños pequeños, la
mayoría de las veces van desapareciendo sin mayor conflicto. Los miedos aparecen frente al
registro que tiene un niño de su propio desvalimiento y dependencia.
Las fobias (en niños, adolescentes o adultos) son en cambio, síntomas neuróticos y, por lo
tanto, producto fallido del intento de resolución de un conflicto entre un deseo y su
prohibición.
Cuando en la constitución subjetiva el predominio es de la Represión, el síntoma surge como
consecuencia de su fracaso.
Para hablar de fobias, primero tendremos que hablar de histeria de angustia.
Hay alguna similitud entre la histeria de conversión y la “histeria de angustia”. En ambos casos,
la acción de la represión tiende a separar el afecto de la representación. La diferencia reside en
el hecho de que en la histeria de angustia la libido desprendida del “material patógeno” por la
represión, no es transformada a través de una inervación corporal, sino que es liberada bajo
forma de angustia.
En el caso de la “Histeria de Angustia”, la combinatoria de fijaciones y defensas es la siguiente:
Fijación Central: Edipo/Castración
Fijación complementaria: FU (fálico uretral)
Defensa Central: Represión
Defensas complementarias: Proyección, desplazamiento, evitación.
La histeria de angustia “deviene” una fobia propiamente dicha, cuando el conflicto entre deseo
y prohibición logra un intento de resolución a través de la constitución de un objeto fobígeno
(un animal, una situación específica – viajar en avión, encontrarse solo en un ascensor o en
una muchedumbre o en un espacio muy abierto-).
La angustia que surge como consecuencia del conflicto, pone en marcha el mecanismo de
constitución del síntoma.
Veamos los pasos lógicos de la constitución de un síntoma neurótico:
1) REPRESIÓN PRIMARIA: Se trata del conjunto de representaciones pulsionales que nunca
fueron sobre-investidas (no alcanzaron el proceso secundario) y se constituyeron como
FIJACIONES. No hubo representaciones-palabra para eso que fue reprimido primordialmente.
Esto ocurre porque no hubo palabras para aludir a deseos y pensamientos (en la época en que
esto sucedía, no las había todavía). Esas fijaciones funcionan a desplazamiento y condensación
como “sistemas lectores” (que más tarde “leerán” o decodificarán vivencias post-edípicas).
2) FORMACIÓN DEL RETOÑO: Una vivencia ACTUAL que tendría que haber sido significada por
los recursos del proceso secundario, es “leída” por aquella representación FIJADA (o reprimida
primariamente).
3) SEÑAL DE ANGUSTIA: Aparece una señal de angustia que se
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