Gabriel Tarde
Enviado por karlaelliott • 24 de Octubre de 2013 • 1.437 Palabras (6 Páginas) • 398 Visitas
Gabriel de Tarde
(Sarlat, 1843-París, 1904) Sociólogo francés y uno de los fundadores de la psicología social y de la criminología. Una buena parte de su obra nace del rechazo contra las tesis de Durkheim sobre la trascendencia de lo social: para Tarde, el ámbito de la sociología se circunscribe a un enfoque psicologista de la fenomenología social, en el que laimitación y la invención ocupan un lugar central. Fue magistrado (1869-1994), jefe del Servicio de Estadística en el Ministerio de Justicia (1893-1904) y profesor de filosofía moderna en el Colegio de Francia (1900). Entre sus obras destacan Las leyes de la imitación (1890), Lógica social (1894), Estudios de psicología social (1898) y La opinión y la gente(1901).
Gabriel Tarde
Entre los juristas franceses que más se distinguieron como teorizantes en las últimas décadas del siglo pasado, fue, sin duda, Gabriel Tarde el que tenía una personalidad más fuertemente acusada. Este publicista adquirió merecida reputación por sus trabajos científicos, y su nombre alcanzó una alta cotización en el ámbito de la producción intelectual contemporánea. Aun ahora, transcurrido más de un cuarto de siglo, los tratadistas de Filosofía jurídica, de Sociología general, de Psicología colectiva y de Criminología citan algunos de los libros de Tarde con elogio.
Nació el docto indagador en la ciudad de Sarlat (Dordogne) en 1843, permaneciendo en aquella población hasta bien entrada su juventud, que consagró casi por completo al estudio, sintiendo especial predilección por la Filosofía y más tarde por la Sociología. Cuentan sus biógrafos que Tarde fue un autodidacto, pues casi puede decirse que en su espíritu no influyó ningún maestro, por la sencilla razón de que únicamente asistió a la escuela primaria y los demás estudios los realizó en la soledad de su gabinete de trabajo, terminando su carrera libremente. Añaden sus biógrafos que sintió por la lectura una afición extraordinaria y que durante algunos períodos de su vida rehuyó el trato con los amigos, porque su único afán lo constituían los estudios de investigación. También, algunos críticos le calificaron de huraño, aseveración que debe ser rectificada, pues Tarde no rechazaba el trato social, sino que prefería el libro a la conversación, sin duda porque veía en aquel un trabajo depurado, algo así como el [66] substrato de las personalidades, que era lo que más le interesaba.
Su temperamento equilibrado y el hábito de la lectura transformaron su espíritu, haciéndolo cada vez más reflexivo. La característica de Tarde fue su vocación por la analítica profunda y comparativa, por el examen continuado y metódico de los fenómenos sociales, que trató con sin igual perspicacia, aportando puntos de vista en cierto modo originales y formulando juicios clarividentes.
Uno de sus primeros trabajos apareció en la Revue Philosophique en (1880) y llevaba por título «La Croyance et les Idées; possibilité de leur messure». A este ensayo siguió una serie de índole semejante, que le granjeó una alta consideración no solo como especialista meritísimo, sino también como pensador eminente. Al difundirse sus doctrinas, que, en general, obtuvieron favorable acogida entre los cultivadores de la Sociología, y ante las reiteradas indicaciones de sus amigos, Tarde trasladóse a París, siéndole conferido el cargo de director del servicio de Estadística en el ministerio de Justicia. En 1899 fue nombrado profesor del Colegio de Francia, confiándosele la cátedra de Filosofía. Dos años después fue elegido individuo del Instituto
Academia
de Ciencias Morales y políticas, sección de Filosofía.
Gabriel Tarde, como la mayoría de los publicistas franceses de su época, y entre ellos Alfredo Fouillée, Durkheim, Izoulet, Worms, De la Grasserie, Bouglé, Palante y el belga De Greef, sin apartarse de sus estudios predominantemente objetivos, no circunscribió su actividad a una sola de las disciplinas que suelen englobarse en la Sociología. Antes al contrario, como se advierte al enunciar los títulos de sus libros, la obra de Tarde abarcó una vasta extensión del campo, relativamente inexplorado, de la indagación social.
He aquí sus libros: Contes et poémes (1879); La criminalité comparée (1886) –obra de pequeñas dimensiones, pero importantísima por la documentación que contiene y que fue vertida al castellano por el profesor Adolfo Posada–; Les lois de l'imitation (1890) –que es el más notable de sus libros y el que la crítica diputó de fundamental–; La Philosophie pénale (1890); Les transformations du droit (1892); Etudes pénales et sociales (1892); [67] La logique sociale (1894) –uno de sus ensayos
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