HACIA UNA ÉTICA DE LA ESCUCHA: LA APUESTA DEL PSICOANÁLISIS EN LA EDUCACIÓN ESPECIAL

HACIA UNA ÉTICA DE LA ESCUCHA: LA APUESTA DEL PSICOANÁLISIS

EN LA EDUCACIÓN ESPECIAL

La ética de la escucha es la encargada de prestar una escucha capaz de comprender el sentido a través de la identificación de las ilusiones de la conciencia, más allá de los intereses o motivaciones escondidas, con una labor que buscará desentrañar el sentido de nuestras tendencias y deseos con la finalidad de alcanzar una identificación con las características constitutivas de un carácter forjado por la costumbre, pero que a la vez escape de ella para ubicar el sentido particular en cada uno de los sujetos. A esto lo llamaremos genéricamente “proceso terapéutico”.

Psicoanálisis y educación especial

La regla para el psicólogo se puede formular desde Freud de la siguiente manera: “Se debe tratar al analizante desde una postura de libre escucha, desde una figura de libertad expresiva vía la atención flotante”.

La marginación de psicoanálisis rente a los modelos terapéuticos imperantes en algunas de las psicologías que recurren a la consideración de las condiciones de una disciplina que no podría ser la del empirismo.

Para Pernicone, notable analista infantil, es fundamental saber escuchar al niño con alguna discapacidad, pues tiene la necesidad y el derecho a decir, como sujeto, su sufrimiento, y no como un mero objeto-cuerpo a ser atendido. Por eso es que deberá existir un psicoanálisis especial para la discapacidad que adapte sus técnicas y planteamientos a las exigencias de un lenguaje particular emitido por el analizante que grita por ser atendido. Zelis y Salinas apuestan por el entendimiento simbólico de la discapacidad para evitar la confusión con lo imaginario de la minusvalía.

Dos tendencias ubican al discapacitado como víctima del destino como un individuo con alguna deficiencia natural. Cuando se trata de niños con algún tipo de discapacidad o problema de desarrollo es habitual que sea más de un profesional quienes se ocupen de los desvalimientos que padece, que pueden ser parte de lo que se podría denominar un “entrecruzamiento de transferencias, cuestión a dilucidar teóricamente en lo que hace a la intervención de un psicoanalista en la clínica interdisciplinaria.

Plantear una clínica con la discapacidad mental desde el psicoanálisis implica que pueda producirse tanto en el plano de la institución como en el nivel del discurso familiar algo del orden de un síntoma, de una queja, de un malestar, que motorice la posibilidad de construir un lazo social. El descubrimiento de que esa falla está también en los otros (otras familias,otros discapacitados) puede colaborar en el atravesamiento de la propia y permitir una alternativa a la condena a muerte (subjetiva) que supone el lugar de la víctima imposibilitada o del monstruo vergonzante. Apostar a la producción subjetiva (y nodesde una posición victimizante)

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