Hibridacion como tranciccion a la interculturalidad

HIBRIDACION COMO TRANSICION A LA INTERCULTURALIDAD

A lo largo de la historia de la humanidad el hombre se ha identificado con sus similares ya sea ideológicamente, físicamente o intelectualmente generando un proceso de hibridación mediante la iteración de dos o más de estas culturas y en este proceso se desarrolla y evoluciona en su manera de interactuar con su entorno social para adquirir su bienestar socio vital a través de hacer suyos normas y costumbres para moldear su comportamiento de acuerdo a su edad y conforme lo aprendido en su entorno para dar paso a un movimiento social más complejo de adaptación con el medio ambiente, el medio social y cultural; generándose el desarrollo moral mediante la adquisición de capacidades humanas a través del ordenamiento de estructuras psíquicas que infunden el respeto y la valoración del comportamiento ante el medio social para no alterar el flujo de la convivencia con los demás generando un esquema de conocimiento identificado y canalizado a través de diferentes niveles de abstracción de la realidad adquiriendo información personal, de desempeño grupal o bien de sucesos rutinarios de comportamiento que rigen lo que denominamos culturas en sus dos modalidades dominantes y minoritarias según sea el caso por su participación en ámbitos tan valorados como el político y el económico impulsados por una globalización voraz que no permite mantener un margen de acotamiento con directrices como la comunicación y el intercambio de raíces tales como las artes, las ciencias y la creatividad limitadas en nuestra época hasta por razones étnicas o nacionales y lingüísticas, barreras penetrables que proporcionan una igualdad de entorno y hasta competencia con fronteras culturas flexibles lo que contribuye a la pluralización de estas fronteras, lo que implica una libertad de ser y actuar eliminando un paradigma social que es la estandarización de criterios formativos que estimulan la creatividad y la apertura de nuevas propuestas de evolución social basadas en la industrialización de los procesos de formación cuya cimentación es la inconformidad con los poderes vigentes que generan, según asegura Canclini, nuevas tendencias de comportamiento sociocultural como son la migración y la hibridación , como un proceso de intersección y transacciones específicas que hace posible que la multiculturalidad evite la separación y marginación de un grupo social especifico o minoritario por razones de raza, cultura o ideología; mediante ese proceso industrializado denominado interculturalidad.

En el caso específico de nuestro México se aprecia la multiculturalidad, cuando nuestra sociedad adopta las culturas de los desarrollados, perdiendo su identidad, perdiéndose lo atractivo de estas culturas diversas, donde ya quedan muy pocos manifiestos de que existen, y la personas que las siguen practicando, son miradas de forma menospreciada 2; es en donde debemos entender la hibridación como la caja mágica que transforma la multiculturalidad en interculturalidad tratando de unir procesos socioeconómicos para generar nuevas estructuras, objetivos y prácticas donde pasa de formas distintas a otras más semejantes, sin dejar a ninguna que sea pura, sino una mezcla de una variedad de acontecimientos en donde la oportunidad de igualdad no sea un utópico mutilado por los factores heredados socialmente hablando sino una habilidad de adopción de perspectivas estimulando el sentimiento de la empatía para desarrollar las relaciones interpersonales de manera mas ágil y reto alimentadora y generar una percepción de los sentimientos de las personas cercanas a lo mejor tenue y poco preciso en la infancia pero con los años de una manera consiente receptora de los sentimientos, el dolor, la felicidad de los demás sin anular nunca por completo el egocentrismo que da nuevas formas y matices tendenciales a las ideas de los individuos en particular; este será el escenario perfecto de crecimiento y consolidación de una sana convivencia que da como resultado sociedades más consolidadas y tolerantes dispuestas a la aceptación de nuevos grupos aún en proceso de revalorar su orgullo cultural; y así mediante la vivencia y la aprehensión, modificar entornos y generar cambios que generen impactos éticos y morales que perfeccionen la cultura en la basa nuestra sociedad en la cual reine un pluralidad de individuos plenos y diferentes que reconozcan y acepten de manera imparcial a los demás para desarrollar la comunidad, de manera pacífica y sana.

Así basados en el párrafo anterior la sociedad globalizada actual converge en la idea perfectible de la UNESCO de que la cultura es la capacidad de reflexionar sobre sí mismo de forma racional, critica y ética ; lo que implica una interculturalidad mediante la ruptura y mediatización de paradigmas actuales; así entonces podemos decir que el proceso de convergencia no termina en un punto específico sino que asintóticamente se desplaza hasta un infinito que culmina en una línea de tiempo sin fin, lo que da la oportunidad a la humanidad de resanar los errores cometidos mediante las generaciones presentes y futuras basadas en la necesidad de mejorar pero también de adquirir un sentimiento de salud interna que nos indique que estamos bien en nuestro actuar con el resto de nuestros cercanos; ya sea laboral, social o comunalmente hablando. En este entendido me gustaría hacer hincapié en el hecho de que nuestra sociedad cada vez más globalizada y egocéntrica ha carecido de proporcionar nutrientes a esta práctica amorfa de preparación de su ciudadanía y por ello que se han generado “culturas” a veces hasta virtuales cuyos valores ( corrupción, abusos sexuales aceptados y demás perversiones sociales)son dañinos para el resto de los miembros de las culturas paralelas y caemos en una doble moral que surge cuando el individuo deja atrás su naturaleza instintiva y forma parte de una evolución cognitiva con tintes de intolerancia y descredito de la humanidad, pues este tipo de ser social puede presentar esencialmente dos tipos de contribuciones sociales: (buena) todo aquello que tienda a reforzar la unión o la actividad común y (mala) aquello que tienda a debilitar la actividad común; es por ello que según Esther García Schmah existen tres principales influencias en la formación de una moral de calidad (según la participación e influencia de sus contribuciones sociales) siendo la primera actuar de los padres, dos conciencia de capacidades y limitantes y tres interacción social carente de estereotipos con ejemplos institucionales que ejemplifiquen y lleven a cabo dicho ejemplo . Lo anterior no es otra cosa que la afirmación fehaciente de que nuestra sociedad tiene bases y esas bases pueden ser buenas o malas, pero está claro que la conciencia formativa de nuestra población ha

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