Historia De La Neuropsicologia
Enviado por ANAELIZABETHTC • 2 de Junio de 2013 • 2.805 Palabras (12 Páginas) • 2.956 Visitas
HISTORIA DE LA NEUROPSICOLOGIA: ANTECEDENTES Y DESARROLLO
ANTECEDENTES PERIODOS EN LA NEUROPSICOLOGIA
Ebbinghaus afirma que la Psicología tiene un largo pasado pero una historia muy corta. La historia de la Neuropsicología se traza ya desde la época de los griegos, pero no ha sido aceptada como una disciplina hasta la segunda mitad del siglo XX.
La neuropsicología presenta un carácter multidisciplinar, de hecho lo que tenemos hoy se construyó gracias a neuroanatomistas, psicólogos, neurólogos.
La neuropsicología tiene sus orígenes en la práctica médica e incluso desde los tiempos en los que la medicina todavía no formaba parte de un cuerpo científico.
Los intentos por encontrar el sustrato material de las funciones cognitivas o procesos mentales, se iniciaron en las épocas más primitivas del desarrollo de la filosofía.
El estudio de la neuropsicología se remonta a épocas antiguas, donde a raíz del interés por entender todo lo referente a la actividad cognoscitiva, comenzaron a formular las primeras hipótesis las cuales partían del razonamiento producto de la observación y la experimentación.
A lo largo de la historia hasta la presente fecha son muchas las contribuciones que permitieron la consolidación de la neuropsicología como una ciencia.
Alcmeón de Crotona (s. VI a. n. e.) fue un médico pitagórico cuya investigación se centró en el origen y proceso de las sensaciones, siendo de su creación la tabla pitagórica de las oposiciones (dulce/amargo, blanco/negro, grande/pequeño), que ponía en relación sensaciones, colores y magnitudes.
Otra de sus contribuciones fue la elaboración de una teoría que suponía el alma inmortal y en continuo movimiento circular. Alcmeón atribuyó la tenencia de alma tanto a los hombres como a los astros, e identificó la armonía con una ley universal.
Para hablar de los antecedentes Históricos de la Neuropsicología, nos centraremos en cuatro períodos:
Período Preclásico (Hasta 1861)
Período Clásico (1861 – 1945)
Período Moderno (1945 – 1975)
Período Contemporáneo (1975 – hasta la actualidad)
Prof. David Cabrera Vargas
HISTORIA DE LA NEUROPSICOLOGIA: PERIODOS
PERIODO PRE-CLASICO – HASTA 1861 PERIODO CLASICO – 1861 - 1945
El primer documento escrito que revela un intento de localización cortical de la función (pérdida del lenguaje por daño cerebral), aparece en Egipto, escrito concretamente en papel papiro por el Quirúrgico de Edwin Smith (-1700/-1600).En los tratados hipocráticos se reconoce claramente el papel del cerebro en las alteraciones verbales (año 400 a. C.). En este momento histórico, las funciones las funciones cognitivas se relacionan más con los ventrículos cerebrales que con el cerebro mismo. Hacia finales del siglo XVIII y comienzos del siglo XIX(sobre el 1700 aproximadamente), aparece Franz Josef Gall(1558-1828), quien estudia la relación que existía entre las características de la superficie del cráneo y las facultades de la persona, lo que le llevaba a ubicar a cada área cerebral una determinada función. La Tª de Gall dio lugar a las Tª Frenológicas, puesto que postuló que: “Los hemisferios cerebrales del hombre están compuestos por varios órganos independientes que sustentan las diversas cualidades intelectuales y morales”. Con esto se está refiriendo a que es necesario localizar las funciones, es decir, que el cerebro es el que controla el comportamiento (Esto dio lugar a las Tª Localizacionistas).Su obra fue calificada de fantástica, sin embargo, tiene el gran mérito de haber planteado de forma explícita que todas las actividades cognitivas son el resultado de la actividad cerebral. Gracias a esto y otras aportaciones, Gall se ha convertido en el precursor de la Neuropsicología.
Como parte de un largo debate en una reunión de la Sociedad Antropológica de París, se presenta a comienzos de 1862, un cráneo primitivo con la hipótesis de que existía una relación entre la capacidad intelectual y el volumen limitado del cerebro. En este período debemos destacar a Paul Broca (1824-1880), quien presentó el caso de un paciente que había perdido el habla como evidencia a favor de un punto de vista localizacionista. Sugirió que la pérdida del habla podía atribuirse directamente a una lesión en la base de la tercera circunvolución frontal del hemisferio izquierdo. A partir de este hallazgo, esta época se a caracterizado por un localizacionismo estricto. Las ideas de este localizacionismo son:
Un comportamiento viene determinado por un área específica del cerebro.
Al destruir el área se destruye selectivamente el comportamiento.
Debido a este planteamientos surgió un gran debate enfrentando las posturas Localizacionistas y las no Localizacionistas en las que Jackson(No localizacionista)(1835-1911) afirma: Localizar la lesión que destruye el habla y localizar el habla son dos cosas diferentes. Pueden localizarse las lesiones, pero no las funciones.
Años más tarde, Carl Wernicke (1848-1905), señala una segunda forma de alteración del lenguaje consecuencia de lesión en la circunvolución temporal superior izquierda, lo que lleva a una dificultad para comprender el habla. A partir de aquí, ofreció un modelo para explicar la organización del lenguaje en el hemisferio izquierdo. Además, Wernicke introdujo el concepto de desconexión, puesto que afirmaba que cuando se produce la desconexión entre áreas que están relacionadas funcional y anatómicamente, se pueden presentar alteraciones neuropsicológicas semejantes a las que se producen por lesión en las áreas concretas. Ya en el siglo XX, Karl Lashley (1890-1958), denominado también como Antilocalizacionista, destacó por estudiar la inteligencia y ponerla en relación con los lóbulos frontales. Así mismo, también los hizo por sus Hipótesis de:
Hipótesis de Acción de Masa: El cerebro participa en cada comportamiento, es decir, cualquier área cerebral que se lesione va a dar lugar a un déficit, y ese déficit será proporcional a la cantidad de tejido cerebral.
Hipótesis de la Equipotencialidad: Cada parte es equipotencial respecto del área en su conjunto, es decir, las distintas partes de un área cerebral son capaces de llevar a cabo las funciones de esa área y esto le permite concluir que sólo si destruimos el área en su conjunto, habría una pérdida completa de la función.
Estas ideas no son correctas o validadas en la actualidad, pero nos quedamos con la conclusión de que la corteza y las funciones del cerebro no funcionan de forma
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