Ingreso, almacenamiento y recuperación de información: Memoria y olvido
Enviado por Eliana Alegre • 6 de Junio de 2018 • Tarea • 4.605 Palabras (19 Páginas) • 321 Visitas
Ingreso, almacenamiento y recuperación de información: Memoria y olvido
Resumen
Introducción: las investigaciones sobre la naturaleza de la memoria comenzaron a hacerse desde 1885 y siguen haciéndose aún en nuestros días. El paradigma actual supone que la memoria está compuesta por una memoria sensorial, una memoria de corto plazo y una memoria de largo plazo. Objetivo: demostrar esta naturaleza multi-componente de la memoria. Método: experimental, pidiendo a 50 personas de entre 18 y 50 años con escolaridad igual o superior a 12 años, elegidas al azar que realicen una tarea de recuerdo libre, en este caso un test de memoria, que consistió en la presentación de tres listas diferentes de 15 palabras presentadas en tres modalidades diferentes. La lista 1 se presentó pausadamente; la lista 2 también, pero antes del recuerdo se presentó una tarea distractora de restas de 3 en 3; y la lista 3 se presentó rápidamente, los sujetos debían recordar la mayor cantidad de palabras posible en cualquier orden. Resultados: los resultados obtenidos muestran que en la lista 1 hubo mayor recuerdo en las palabras en las primeras y últimas posiciones, en la lista 2 hubo mayor recuerdo de las primeras palabras y en la lista 3 hubo mayor recuerdo de las últimas palabras. Discusión: a partir del comportamiento independiente de los efectos de recencia y primacía (como en la lista dos, poco recuerdo de las últimas palabras, y en la tres, poco recuerdo de las primeras, respectivamente) se puede dar cuenta de el funcionamiento de la memoria en distintos componentes, de corto y largo plazo.
2) Introducción
En el presente trabajo de investigación se propone dar cuenta de la naturaleza de la memoria en tanto sistema multicomponente de almacenamiento y recuperación de la información, a través de la realización de una réplica del paradigma experimental denominado “Curva de posición serial”. En este apartado se describirán brevemente aquellos antecedentes fundamentales que sirvieron de base teórica y empírica a uno de los modelos de memoria más renombrados en el ámbito de la Psicología Cognitiva: el Modelo Multialmacén de Atkinson y Shiffrin (1968), el cual fue utilizado como marco teórico de los experimentos realizados en este trabajo práctico. Entre los antecedentes mencionados se encuentra el experimento de la Curva de posición serial.
Durante años el debate acerca de la estructura y funcionamiento de la memoria se centró en torno a determinar si ésta era un sistema unitario o por el contrario, si estaba compuesta por varios “sub-sistemas” o componentes con funciones determinadas, particulares y específicas. La investigación empírica ha favorecido sustancialmente esta última opción (Fernández, 2008).
En línea con este debate se puede distinguir, en primera instancia, al filósofo alemán asociacionista Hermann Ebbinghaus (1885), renombrado posteriormente como el Padre de la Psicología de la Memoria, quien a fines de siglo XIX sería el primero en desarrollar un tipo de abordaje sistemático y empírico para dar cuenta de una memoria que, además de contar con una experimentación fenoménica y consciente de la que cualquier sujeto podría dar cuenta, “guardaba” o preservaba ciertas “ideas” que no podían ser evocadas, ya sea voluntaria o involuntariamente y que permanecían, de este modo, exentas de la mente consciente. Dentro de este contexto fue como se dio a conocer el famoso paradigma experimental denominado “método de ahorros”, cuyos datos recogidos obraron a favor de la hipótesis de un sistema de memoria que estaría, al menos, compuesta por dos unidades esenciales: una memoria de carácter consciente, y otra que a posteriori se conocería como “memoria implícita inconsciente”. Ebbinghaus llevó los datos del “método de ahorro” a gráficos, obteniendo así la curva del olvido. Como consecuencia, logró demostrar que la memoria podía ser abordada experimentalmente (Fernández, 2008).
Por otro lado, según Bartlett (1932), la memoria se basaba en la reconstrucción, entendida como recuerdo, que el sujeto logra realizar a partir de sus esquemas culturales. Esto lleva a un enfoque ecológico, el cual da lugar al método de reproducción serial. Teniendo este concepto como base, Bartlett se convirtió en el precursor de la idea de que hay estructuras mentales o esquemas que permiten y dan lugar al procesamiento de la información, idea central en la Psicología Cognitiva.
Sobre esta base teórica podemos dar una definición de la memoria. Una de las características principales de ella es que es un proceso transversal, es decir que abarca todas las demás funciones mentales. Por lo tanto sin la memoria, no podríamos leer, escribir, hablar, ni siquiera saber quienes somos. Teniendo el ejemplo de la percepción para demostrar esto, podemos dar cuenta que la percepción no es únicamente el ingreso de “inputs” sensoriales, sino su categorización e interpretación. (Fernández, 2008).
En consecuencia, como postula Ruiz Vargas (1994), se puede decir que la memoria, más allá de participar en muchas actividades mentales, también es de suma importancia en la construcción de la identidad personal. Esto es así, ya que nuestras vivencias y experiencias pasadas se almacenan en el esquema de la memoria dando una dirección de continuidad a nuestras vidas. Esta información que almacena del pasado puede actualizarla cada que vez que el sujeto quiera realizar alguna actividad. Con esta idea se relaciona el concepto de memoria inmanente consciente postulado por González (2014) quien indica que existe una persistencia de un fragmento de la memoria a largo plazo en la conciencia. Esto sería, más específicamente, una proyección de la memoria episódica en la conciencia, de modo periférico respecto de la conciencia focal. Por eso, sin la necesidad de desarrollar constantemente un loop de repetición sobre nuestras experiencias podemos recordarlas y recordar nuestro pasado de forma espontánea, y en consecuencia tenemos una vivencia de ser uno a través del tiempo. También la MIC (memoria inmante consciente) nos otorga referencias temporales, es decir, que sin hacer ningún mayor esfuerzo podemos saber en qué mes, año o estación estamos. Nos concede la sensación de la existencia de algo aun cuando esto se encuentra fuera de nuestro rango perceptual. Así como el recuerdo del recorrido y de las experiencias en este, una vez que llegamos a destino o la forma en que vamos actualizando los objetivos a los que nos dirigimos en nuestras acciones presentes. Básicamente la MIC es un background que confiere significado a la experiencia actual (Gonzalez, 2014).
Por otro lado, para seguir con el debate de si la memoria está compuesta por diferentes sistemas o no, Waugh y Norman
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