Inteligencia Creativa

INTELIGENCIA CREATIVA

Introducción

A lo largo de los años, diversos profesionales y estudiosos han investigado la relación existente entre inteligencia y creatividad. Dado que sus conceptos son tan amplios y los objetivos diversos, se han encontrado con un sinnúmero de resultados. Muchos apuntan a la independencia entre ambos conceptos ya que en un sentido, cierto nivel intelectual es necesario pero no suficiente para la creatividad. Otros refieren a que la relación entre ellos cambia según el significado que se le dé a la inteligencia y al establecimiento de diversos niveles de creatividad. Lo cierto es que el concepto de inteligencia creativa muestra que se trata de un mecanismo desarrollado para la sobrevivencia y se manifiesta en diferentes medios ya sean naturales o sociales. La intención de este ensayo es identificar dicha relación y sus aplicaciones en las investigaciones.

Inteligencia y creatividad

A partir de la mitad del siglo pasado se dio, principalmente en los Estados Unidos, una fuerte búsqueda que intentaba explicar el concepto de creatividad y cómo estaba ligado al de la inteligencia. Los trabajos de Joy Paul Guilford (1897-1987) psicólogo estadounidense para medir y desarrollar las habilidades intelectuales, fueron un antes y después en las investigaciones sobre este tema y su aporte fue definitivo para los trabajos posteriores.

Uno de los grandes estudiosos, Howard Gardner menciona en sus trabajos que: “la inteligencia es una habilidad que se encuentra en todos los individuos en diferente grado necesaria para resolver problemas o crear productos que son de importancia en un contexto cultural en una comunidad determinada” (1983). En base a esta definición, establece que existen inteligencias múltiples y que cada individuo utiliza una combinación única y particular para la solución de problemas. Los tipos de inteligencia son: musical, cinético-corporal, lógico-matemática, lingüística, espacial, interpersonal e intrapersonal.

Por otro lado, la creatividad es definida como el proceso de generar algo nuevo y que además, sea útil (Stenberg,1990). Es una actividad cognitiva permanente, que provee a un sujeto una forma singular de pensar, sentir y actuar y que le da a su cultura la posibilidad de trascendencia. Supone actitudes, experiencias, originalidad y juego, para lograr una producción o aportación diferente a lo que ya existía (Esquívias 1999).

Para destacar algunos aspectos del pensamiento creativo, se consideran las fuentes que lo originan. La inocencia, experiencia, motivación, juicio acertado, azar, accidente, error y locura, estilo y liberación son de las más tradicionales. (De Bono, 1992)

A pesar de esto durante mucho tiempo se han tenido dificultades para englobar en un solo concepto a la inteligencia y también para medirla. No es de sorprenderse que la creatividad sea igual o más difícil de captar.

Entonces ¿cómo se puede establecer una relación entre dos conceptos que ni siquiera están totalmente definidos?

Las ideas creativas son nuevas y valiosas. Desafían lo establecido y es fundamental para la supervivencia en el planeta, para vivir en una sociedad aceptable y para conservar los márgenes competitivos en el mundo en diversos aspectos. De acuerdo con Sternberg (1985), la relación radica en que la creatividad es un proceso que requiere el equilibrio y la aplicación de los tres aspectos esenciales de la inteligencia: creativo, analítico (la capacidad de evaluar ideas y tomar decisiones) y el práctico (capacidad de traducir lo teórico en práctico).

Entonces, se puede hablar de un concepto de inteligencia creativa como la capacidad de ir un paso más allá de lo dado

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