Intervencio Psicologica
Enviado por dpbs • 9 de Febrero de 2014 • 3.548 Palabras (15 Páginas) • 376 Visitas
Facultad De Psicología
Proyecto Final de Módulo Clínico y Prácticas Profesionales:
“Intervención Psicológica Breve De Emergencia A
Pacientes En Crisis Del ISSSTE”
Culiacán Sinaloa, a 16 de Diciembre de 2013
INTRODUCCIÓN
El proyecto a desarrollar, estuvo integrado por la realización de intervenciones psicológicas como lo es Psicoterapia Breve y de emergencia; según el área de impacto y la necesidad presentada, siendo estas dirigidas tanto a los pacientes como a los familiares de estos mismos, bajo la autorización del médico a cargo del área correspondiente.
Las intervenciones utilizadas consistieron en brindar apoyo Psicoterapéutico, entrevistas y acompañamiento, por otra parte, en este caso no fue solicitado la ejecución e impartición de talleres inclinados al área de la psicología de la salud, los cuales se basaban en el uso de la Terapia Cognitivo – Conductual, donde dichos talleres hubiesen dependido de las necesidades de los pacientes, donde principalmente nos apoyaríamos en la observación y un principal diagnóstico para la ejecución de estos.
Tomando en cuenta que el paciente es un ser Biopsicosocial, esto con el fin de lograr como resultado, una mayor calidad de vida y estancia de los pacientes dentro de la institución.
A continuación presentamos nuestro proyecto según su estructura sistemática, exponiendo nuestra labor.
PROBLEMÁTICA
Los microbiólogos y otros científicos, descubren cada vez más conexiones entre el cerebro y los sistemas cardiovascular e inmunológico, aunque primero tuvieron que aceptar la noción en otros tiempos radical de que existen. EMOCIONES NEGATIVAS: Los datos clínicos A pesar de estas pruebas, muchos médicos, o la mayoría de ellos, siguen siendo escépticos en cuanto a que las emociones tengan alguna importancia clínica. Uno de los motivos es que aunque muchos estudios han descubierto que las emociones negativas y el estrés debilitan la eficacia de las diversas células inmunológicas, no siempre queda claro que el alcance de estos cambios es lo suficientemente amplio para tener importancia médica. Aún así, cada vez son más los médicos que reconocen el lugar que las emociones tienen en la medicina. Por ejemplo, el Dr. Camran Nezhat, eminente ginecólogo laparoscópico de la Universidad de Stanford dice: " Si alguien que debe someterse a una operación me dice que ese día siente pánico y no quiere pasar por ella, cancelo la intervención". Y explica: " cualquier cirujano sabe que las personas que están muy asustadas tienen problemas durante la operación. Sufren hemorragias abundantes y más infecciones y complicaciones. Tardan más tiempo en recuperarse. Es mucho mejor si están serenas" La razón es evidente: el pánico y la ansiedad elevan la presión sanguínea y las venas dilatadas por la presión sangran más abundantemente cuando el cirujano practica la incisión con el bisturí. La hemorragia excesiva es una de las complicaciones quirúrgicas más molestas y a veces puede provocar la muerte. Más allá de estas anécdotas médicas, las pruebas de la importancia clínica de las emociones han ido aumentando incesantemente. Tal vez los datos más evidentes de la importancia médica de la emoción surgen de un análisis que combina resultados de 101 estudios en uno solo más amplio de varios miles de hombre y mujeres.
Las emociones perturbadoras son malas para la salud, hasta cierto punto. Se descubrió que las personas que experimentaban ansiedad crónica, prologados períodos de tristeza y pesimismo, tensión continua u hostilidad incesante, cinismo o suspicacia implacables, tenían el doble riesgo de contraer una enfermedad, incluidas asma, artritis, dolores de cabeza, úlceras pépticas y problemas cardíacos (cada una de ellas representativa de categorías amplias de enfermedad). Esta magnitud hace que las emociones perturbadoras sean un factor de riesgo tan dañino como lo son, por ejemplo, el hábito de fumar o el colesterol elevado para los problemas cardíacos; en otras palabras, una importante amenaza a la salud. Por supuesto, este es un vínculo estadístico de carácter general y en modo alguno indica que todos aquellos que tengan estos sentimientos crónicos sean presas más fáciles de la enfermedad. Pero hay muchas más pruebas del papel importante de la emoción en la enfermedad que las que brinda este estudio de estudios. Si hacemos un análisis más detallado de los datos acerca de emociones específicas, sobre todo de las tres más importantes- la ira, la ansiedad y la depresión- quedan más claras algunas formas específicas en que los sentimientos tienen importancia médica, aunque los mecanismos biológicos mediante los que estas emociones ejercen su efecto aún deben ser comprendidos.
Un ejemplo; en uno de cada ocho pacientes que se sentían gravemente deprimidos, el índice de mortalidad era cinco veces más elevado que en otros con una enfermedad comparable: un efecto tan marcado como el de riesgos médicos importantes de muerte cardíaco, tal como la disfunción ventricular izquierda o una historia de anteriores ataques cardíacos. Entre los mecanismos posibles que explicarían por qué la depresión aumenta tan notoriamente las posibilidades de un posterior ataque cardíaco se encuentran sus efectos sobre la variabilidad del ritmo cardíaco, aumentando el riesgo de arritmias fatales. También se ha descubierto que la depresión complica la recuperación de una fractura de cadera. En un estudio en el que participaron ancianas aquejadas de fractura de cadera, varios miles fueron evaluados psiquiátricamente al ingresar al hospital. Las que estaban deprimidas al llegar se quedaron un promedio de ocho días más que aquellas que tenían una lesión comparable pero no estaban deprimidas y tenían solo un tercio de posibilidades de volver a caminar. Pero las mujeres deprimidas que recibieron ayuda psiquiátrica para su depresión, junto con otros cuidados médicos necesitaron menos terapia física para volver a caminar y fueron rehospitalizadas en menos ocasiones en los tres meses posteriores a su regreso a casa. Asimismo, en un estudio de pacientes cuyo estado era tan grave que se encontraban entre el 10% de aquellos que utilizan más servicios médicos- a menudo porque tienen enfermedades múltiples, por ejemplo, enfermedad cardíaca y también diabetes- aproximadamente uno de cada seis tenían depresión grave. Cuando estos pacientes fueron tratados por
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