Jaimes Freire
Enviado por ffabiel • 10 de Octubre de 2012 • 1.199 Palabras (5 Páginas) • 391 Visitas
Paulo Freire estableció cinco fases para la elaboración práctica del método de alfabetización. Método donde el peso de la propuesta residía en su preparación y no tanto en la aplicación. El ejemplo se trabajo con alfabetizadores y personas anlafabetas. El trabajo de campo debía ser minucioso y ciertamente preciso, siendo para tal fin necesaria una inversión de tiempo fuerte.
Utilizando la entrevista como herramienta principal los investigadores iniciaban sus visitas al campo de trabajo con actitudes comprensivas frente a los sujetos que observaban.
La primera etapa correspondía un trabajo extenso: Es necesario que los visiten en horas de trabajos en el campo; que asistan a reuniones de alguna asociación popular, observando el comportamiento de sus participantes, el lenguaje usado, las relaciones entre directorio y socios, el papel que juegan las mujeres, los jóvenes. Es indispensables que la visiten en horas de descanso, que presencien a sus habitantes en actividades deportivas; que conversen con las personas en sus casa, registrando manifestaciones en torno a las relaciones marido-mujer, padres-hijos; en fin, que ninguna actividad, en esta etapa, se pierda en esta primera comprensión del área.
La segunda etapa, por su parte, correspondió a la selección del universo vocabular. Resultando fundamental para iniciar este segundo paso que los investigadores llegaran a la aprehensión del conjunto de contradicciones a partir de los datos recogidos en el trabajo de campo. Estas contradicciones, entonces, se presentaban como el sustento básico para la selección posterior de las palabras generadoras. Para este fin se establecieron tres criterios: la riqueza fonética, las dificultades fonéticas y el valor pragmático en relación al nivel de implicación de la palabra con la realidad social, cultural y política.
Un tercer paso se situó en la creación de situaciones existenciales típicas del grupo con que se va trabajar. Se presentaban situaciones–problemas a los grupos con la intención de que, mediante el debate, se descodificara el concepto antropológico cultural que arrastraba cada situación existencial. A partir de situaciones locales, además, se abrían nuevas perspectivas que permitía analizar problemas nacionales y regionales. Para cada situación se colocaban vocablos generadores, según sus dificultades fonéticas, que podían incluir la totalidad de una situación.
Cada una de estas situaciones se representa en una pintura o dibujo. Así la primera situación, que pretende excitar la curiosidad del analfabeto y trata de hacerle distinguir el mundo de la naturaleza y el de la cultura representa un hombre sencillo. En torno suyo seres de la naturaleza (árboles, sol, suelo, pájaros…) y objetos de la cultura (casa, pozo, vestidos, instrumentos de trabajo…), una mujer y un niño. Con la ayuda de un animador se entabla un prolongado debate. Por medio de preguntas sencillas, tales como: ¿Quién ha hecho el pozo?, ¿para qué lo ha hecho?, ¿cómo lo hizo?, ¿cuándo?, preguntas que se repiten en relación con los diferentes elementos de la situación, surgen dos conceptos básicos: el de «necesidad» y el de «trabajo» y la cultura se explica en el primer nivel, el de la sustancia.
En cuarto lugar se trabajó la construcción de fichas que ayudaran a los oordinadores en su trabajo. Eran simples apoyos para los coordinadores y se utilizaban bajo la condición de no convertirse en una prescripción rígida que se debiera utilizar fielmente. Por su parte, la fase quinta consistía en la preparación de nuevas fichas con la descomposición de las familias fonéticas que correspondían a los vocablos generadores. Finalizado este quinto paso comenzaba el trabajo de alfabetización propiamente dicho:
Cuando el grupo haya agotado, con la colaboración del coordinador, el análisis (descodificación) de la situación dada, el educador pasa a la visualización de la palabra generadora;
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