Jhon Dewey

EL PENSAMIENTO EDUCATIVO DE JOHN DEWY:

LA ESCUELA Y LA EXPERIENCIA VITAL DEL NIÑO

(El hecho era que la promesa que había animado la vida estadounidense no se estaba cumpliendo, pág. 336)

La sociedad estadounidense estaba pasando por una situación crítica, debido a que los políticos o líderes habían ganado gente tras una promesa que aludía a la libertad e igualdad, esto fue lo que motivó pues jamás en la historia ellos habían visionado tantas oportunidades para la vida plena y justa; sin embargo se desató un descontento debido a que tal promesa no se estaba cumpliendo como tal, como dice el autor, se estaba quedando en tan sólo un sueño, pues aunque sí, estaban en mejores condiciones que las anteriores en cuanto a lo productivo y material, pero en lo que se refiere a lo social y cultural, los resultados eran trágicos y abrumadores. Fue lo que ocasionó el enfado en muchos reformadores y comenzó el movimiento progresista buscando todos algo en común; una forma de vida democrática. Ellos vieron todos estos tipos de dificultades fundamentales en su sociedad, que aunque habían prometido combatirlas, aún estaban adheridas, tales como: la pobreza, la injusticia, la corrupción, la cuestión agraria, la obrera y la situación referente a la mujer de la época.

A la escuela estadounidense le correspondía desempeñar un papel muy importante e imprescindible, pues debía velar por el derecho de todas las personas; de recibir una educación y de la misma manera procurar que la gran sociedad pudiera asistir a la escuela sin importar raza, género, religión, edad u otros aspectos. Preparándolos de manera que pudieran afrentar las situaciones reales venideras en cuanto a la situación democrática.

La influencia del progresismo repercutió en gran medida la vida estadounidense, principalmente a través de la educación pues como sabemos, en toda sociedad, este es el medio por el cual podemos lograr grandes progresos en cuanto a distintos indicadores, como son el económico, político, cultural y social; fue esto lo que inspiró a John Dewey para crear su obra, la cual estaba en contra de una educación tradicionalista, pues como lo estamos presenciando en la actualidad en nuestros planes y programas de estudio, él buscaba que el educando comprendiera, razonara y actuara de manera autónoma para así lograr un verdadero progreso, que era su meta final.

Muy cierto es que los instintos y capacidades del niño es el punto de partida para toda educación, pues como todos sabemos, es fundamental estar conscientes de las capacidades y límites que cada niño tiene, así como también sus conocimientos previos pues es a partir de ello que un saber se movilizará. También considero de suma importancia tomar en cuenta el contexto en el que se ubica tal niño, pues depende en gran medida de las situaciones reales, relevantes y motivantes que se le presenten para

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