LA EDUCACION COMO PRACTICA DE LA LIBERTAD. PAULO FREIRE EDUCACION VERSUS MASIFICACION

En el presente capítulo del libro “La Educación como práctica de libertad” de Paulo Freire, el autor intenta persuadirnos acerca de la importancia de un cambio de educación, una educación que genere una transformación en la actitud, parar de ser pasivos a ser activos, críticos y reflexivos, en palabras de freile “una educación critica y criticista”.

Dada otra significación y orientación al quehacer educativo, se explica el interés por descubrir una nueva metodología. De hecho, la educación que aquí se propone se dirige a la concientización del analfabeto adulto. Una educación que debe partir de los problemas que la vida presenta, eliminando las brechas de desigualdad existentes entre la sociedad dominante contra el pueblo, los oprimidos.

Paulo Freire considera que “…, cuanto más pobre sea una nación mayor será la presión de los estratos superiores sobre ellas,…”. Así mismo considera que “se debe lograr el desarrollo económico, como base de la democracia”, pero la democracia que como ya se había mencionado en otra ocasión, antes que forma política es forma de vida y se caracteriza sobre todo por la dosis de transitividad de conciencia en el comportamiento humano.

También citando a Mannheim se hace referencia al tema con su opinión de que se requiere un sistema educacional completamente nuevo, un sistema que concentre sus mayores energías en el desarrollo de nuestros poderes intelectuales,…”. Y es que se está acostumbrado a no tener una opinión y posición propia sino a ser arrastrado por la corriente de las masas, sin importar lo que en verdad se quiere obtener, a dejarse engañar por los medios de comunicación que son los que se consideran con la absoluta razón y verdad.

Por eso Freire escribe que “Frente a una sociedad dinámica en transición, no admitimos una educación que lleve al hombre a posiciones quietistas, sino aquellas que lo lleven a procurar la verdad en común, oyendo, preguntando. Investigando”. Se necesita una formar un hombre consciente de su transitividad, críticamente o cada vez más racional. “ para lograrlo el hombre tendría que ganar su responsabilidad política y social”, “ de ahí la necesidad de una educación valiente que discuta con el hombre común su derecho a aquella participación”.

La sociedad actual requiere de un cambio generador de pensamiento en el hombre, para lograrlo la mejor forma es una transformación en la educación actual. Se hace necesario replantear las formas tradicionales de enseñanza por una que permita al estudiante analizar, opinar sobre las verdaderas vivencias de la vida cotidiana, que le ofrezcan la oportunidad de participar activamente en solución de las problemáticas presentadas en su contexto más próximo. Permitir esa democratización a la que Paulo Freire nos invita y que llevaría al hombre a la transitividad tan necesitada en la realidad política, social y cultural latinoamericana.

Se hace indispensable, aceptar la convocatoria que hace Freire a aprovechar las nuevas condiciones del actual clima favorables a la democratización. Adoptar una postura cambiante en el quehacer pedagógica que logre el cambio de actitud que se requiere. Porque citando literalmente a Freire, “la mayor parte

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