LA ESTIMACIÓN DE RELACIONES ENTRE EVENTOS EN INTERACCIONES PSICOLÓGICOS.
Enviado por chitobravo • 8 de Febrero de 2015 • 1.837 Palabras (8 Páginas) • 149 Visitas
LA ESTIMACIÓN DE RELACIONES ENTRE EVENTOS EN INTERACCIONES PSICOLÓGICOS.
1. EL SEGMENTO DE INTERCONDUCTA
La vitalidad conductual de un organismo es absolutamente continua, durante todo el tiempo en que el organismo este vivo. No hay un solo momento en el que no esté interactuando con las cosas. Por ello, el fenómeno psicológico debe verse como un continuo conductual y no como brotes que aparecen a los lados de una vara. Aunque este hecho les trae a los psicólogos un serio problema ya que el rigor de la descripción científica siempre demanda la demarcación de una unidad distintiva para la observación fáctica.
Para cumplir con esta demanda incorporamos para nuestra ayuda la idea del segmento conductual. Si pensamos en la actividad continua de un organismo como una línea, entonces podemos imaginar que la cortamos en partes o segmentos. Cada segmento representa una de las más simples unidades analizables del evento interactivo. Se conforma por un estímulo simple y su respuesta correlativa.
Los estímulos y las respuestas son factores recíprocos dentro de un segmento conductual. No puede ocurrir uno sin que ocurra el otro. Probablemente la mejor manera de describir una respuesta sea decir que es algo que el organismo y el objeto estímulo hacen respecto de uno y otro. El organismo ejecuta alguna acción o movimiento. El estímulo, por el otro lado, es una acción o una operación ejecutada por el objeto con respecto al organismo con el que interactúa. Esta acción del estímulo o estimulación puede definirse mejor como el comportamiento mutuo correspondiente de un objeto dentro de un campo interactivo, junto con la acción ejecutada por el organismo. De manera que la fórmula para cada campo psicológico o interacción sería:
S <---------> R
Imaginémonos a dos personas que boxean un round. Cada movimiento de A corresponde a una acción recíproca por parte de B. De manera que, cada movimiento de A constituye un estímulo para cada acción de B. Note también que cuando las acciones de A estimulan una respuesta en B, los movimientos de B o cambios en su postura sirven como estímulo para otras acciones por parte de A. Este es un ejemplo efectivo de segmentos de conducta en los que una persona interactúa con otra. Toso los campos interconductuales, incluyendo aquellos con respuestas ante cosas y condiciones, estimulan el comportamiento.
2. LA FUNCIÓN ESTÍMULO
Ahora debemos estudiar cómo es que el objeto estimulante interactúa con el organismo psicológico. Esta actuación constituye la función estímulo. Cuando el objeto estimulante es otra persona, la función estímulo resulta extremadamente clara. La acción de A, de aventarle algo a B, se corresponde directamente con una reacción defensiva por parte de B. Cuando A se ríe de B, B responde resintiéndose; pero cuando A halaga a B, este se siente complacido y valorado. Con esto podemos observar definitivamente la operación de la función estímulo, ya que prolija acciones manifiestas. El hecho de que A deliberadamente intente hacer actuar de cierta forma a A, le añade mayor claridad a los ejemplos. Sin embargo, tal deliberación o intento no tiene importancia respecto a la función del estímulo. La corriente de aire que se desprende de un árbol nos estimula a responder de la misma forma. Más aún, la función estímulo puede estar no conectada con un movimiento visible o acto alguno, pero nos referimos a ella como una acción u operación sobre nosotros igualmente. Toparse en el camino con una rata muerta producirá en una persona X una respuesta de nausea, como, en su caso, ponerse en contacto con una rosa producirá en X una respuesta placentera. El anillo de brillantes en el aparador de la tienda estimulará el deseo de comprarlo. Un 5 sobre el examen del estudiante producirá en él una respuesta depresiva. Sin duda el secreto de esta acción por parte del objeto radica en que es recíproca con la acción por parte del organismo, dentro de un campo conductual. Veamos brevemente como se desarrolla esta reciprocidad.
3. LA FUNCIÓN RESPUESTA
En los eventos interaccionales o interconductuales, donde los organismos y los objetos estímulo se encuentran en una reciprocidad exacta, la función respuesta alcanza una prominencia equiparable a la de la función estímulo. De la misma manera que en el caso del estímulo, en donde el factor básico no es el objeto sino su función, así en el caso de la respuesta lo que cuenta es la función respuesta. El mismo movimiento o acto de recoger un objeto enarbola las funciones de, simplemente hacerlo a un lado del camino donde estorba y la de lanzárselo a alguien. Cuál de ellas será la que funcione, dependerá de varios factores disposicionales y de la naturaleza del evento interconductual completo (o segmento conductual). De la misma manera, diferentes respuestas pueden enarbolar funciones equivalentes. La función aditiva de la aritmética puede realizarse progresando hacia arriba o hacia debajo de las columnas de números o haciendo uso de una calculadora. Excelentes ejemplos de funciones respuesta se pueden encontrar en la interconducta de hablar. En todas las expresiones metafóricas como “echarse un coyotito” o “alcanzar el tren”, distinguimos la gran diferencia entre el ajuste de la respuesta y las configuraciones de las acciones verbales.
4. EL MEDIO DE CONTACTO
Los eventos naturales ocurren solo bajo condiciones particularmente definidas. Para que cualquier interacción psicológica pueda ocurrir resulta esencial que el organismo pueda entrar en contacto con el objeto estímulo. En ausencia de luz no podemos ejecutar ninguna reacción visual ante las cosas. Sin el medio luminoso no podemos distinguir, escoger, gustar o reaccionar de alguna otra manera a los colores, los brillos, las formas visuales o a otras características ópticas de los objetos. Igualmente, para poder reaccionar
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