LA ETNOGRAFÍA DE LA COMUNICACIÓN, OTRA FORMA DE COMPRENDER NUESTROS PUEBLOS

ENSAYO

ETNOGRAFÍA DE LA COMUNICACIÓN

MARZO 2012

Palabras como etnoeducación, multiétnico, etnia, minoría étnica, etnicidad, etnología, y etnografía de la comunicación, las encontramos con frecuencia en los medios de comunicación y en nuestro espacio académico.  Tods comparten una raíz etimológica, que nos traslada a la vida de los pueblos.  La palabra etnografía proviene del griego: ethnos (eqvov)= tribu, pueblo; y grapho (grafw)= yo escribo. Literalmente significa descripción de los pueblos.

Por etnografía entendemos entonces el estudio de las etnias, de las razas, o de los modos de vida de los grupos humanos.  Sabemos que es un método de investigación que pertenece a las ciencias sociales, y que tiene su origen en la antropología cultural.  La característica más importante de esta metodología es la observación y descripción de las creencias, costumbres, valores, interacciones, en fin, las expresiones de la cultura de los grupos humanos.

La palabra "comunicación", etimológicamente viene del vocablo latino "comunis" que significa "común". Es por eso que definimos comunicar como poner en común, transmitir ideas y pensamientos con el fin de ponerlos "en común" con los otros. Esto no sería posible sin un código compartido por las dos partes que se quieren comunicar.  Por ello hablamos de lenguaje, y éste puede ser con códigos verbales (orales o escritos), y no verbales (gestuales, de forma y color, icónicos, musicales, etc).  

Podemos decir que nuestra cultura es el resultado de la comunicación humana, expresada a través de distintos sistemas de signos como las palabras, los gestos, las imágenes, los sonidos, los objetos, las distancias, los espacios, los olores, los sabores, las texturas y otras formas que van desde la moda hasta los rituales.

Ahora bien, el estudio de la comunicación humana comparte con la etnografía parte de su propósito principal.  Decimos que lo que nos hace seres humanos es la interacción con otros, y que nuestra existencia se llena de sentido gracias a esa multiplicidad de relaciones e intercambio de signos, valores, ritos, oficios y quehaceres que conforman nuestro modo de vida en comunidad.  Esta interacción que genera sentido es posible gracias a la comunicación, y son estos sentidos los que intenta comprender la investigación etnográfica.

La comunicación, especialmente la no verbal, es una fuente rica de producción de conocimiento, nos permite entender y apropiarnos del contexto en que vivimos, experimentar y vivenciar el mundo complejo de símbolos que hace parte de nuestra riqueza cultural.  “El lenguaje juega un papel fundamental, puesto que indagar acerca de las diferentes formaciones culturales implica instaurar conversaciones de un hombre con otro hombre mediados por signos y símbolos”, (Griaule, 1969:25).  Estos signos y gestos son construcciones sociales, apropiadas y reproducidas en la interacción humana, y conservadas a través de las tradiciones, fiestas, historias y modos de vida de las personas y comunidades.

Como lo dice Strauss, (1997: XXIV) “"la totalidad de lo social que se manifiesta en la experiencia".  Acercarse comprensivamente a este rico mundo de expresiones culturales y de sentidos compartidos en una sociedad, es el principal reto del etnógrafo, y es posible a través del trabajo de campo y la observación juiciosa. Este enfoque de investigación demanda al etnógrafo ser "al mismo tiempo archivero, historiador, técnico estadístico y hasta novelista, capaz de evocar la vida de una sociedad entera" (Mauss, 1971:12).

En consecuencia con la tradición antropológica de la que surgió la etnografía, no se puede decir que existe un método único para la realización de un estudio etnográfico.  Velasco y Diaz (1997:18) mencionan que  “aún cuando como fase primordial sea algo común, los modos de llevarlo a cabo son distintamente diferentes y admiten una gran variedad”. la variabilidad del método etnográfico tiene que ver con el hecho de que no hablamos de las mismas realidades, los mismo procedimientos, ni de la misma comprensión del proceso.  

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