LA FAMILIA EN EL DESARROLLO INTEGRAL DEL NIÑO PREESCOLAR
Enviado por wenwi • 22 de Enero de 2014 • 4.344 Palabras (18 Páginas) • 495 Visitas
LA FAMILIA EN EL DESARROLLO INTEGRAL DEL NIÑO PREESCOLAR
La familia, ¿indispensable e influyente en el desarrollo integral del niño?
El jardín de niños es el primer instituto de educación en la que el infante comienza a desarrollarse personal e intelectualmente, y es muy importante que la familia apoye este nivel de educación, pues para ella es un derecho que tiene de intervenir en la escolarización de sus hijos, y en ocasiones llega a considerarse un deber. Cuando los padres de familia piensan en la educación de sus hijos la relacionan con la obtención de un buen empleo, un mejor status social, una buena vida, por ende le exigen demasiado a las instituciones educativas, pero es fundamental que sepan que sin su ayuda no se logra esto, ya que la familia es el primer medio social en la que el niño aprende sus primeras palabras y enfrenta sus miedos, representa la guía de éste, pues es en ella en donde el niño aprende las aptitudes que le ayudaran a tener una enseñanza eficiente en la escuela. Quintero (2008) “La familia por tanto, será un elemento a tener en cuenta en relación con la educación de los pequeños, el docente procurará la relación continua con ella, atendiendo al día a día que se desarrolla en el aula” (p.32)
Es fundamental la presencia de la familia en la educación del niño, por tal razón es necesario que exista una relación agradable con la educadora, partiendo del punto de vista de Bassedas, Hurguet, Solé, (2000) “Desde nuestra perspectiva, las relaciones entre la familia y la docente tienen que concretar el objetivo general de compartir la acción educativa en algunos ámbitos más específicos:
• Conocer al niño
• Establecer criterios educativos comunes
• Ofrecer modelos de intervención y de relación con el alumnado
• Ayudar a conocer la función educativa en algunos ámbitos más específicos.”
Nos deja claro que conociendo estos aspectos de la vida del niño podremos saber el porqué de su bajo rendimiento escolar o algún problema que creamos que afecte su aprendizaje. Por ejemplo, en el jardín en el que estoy realizando mis jornadas de observación y práctica docente me he dado cuenta que para la educadora es muy importante establecer comunicación con los padres de familia, pues así logra conocer lo que el niño sabe y necesita, y no habla con ellos sólo para informarles la tarea o lo que hicieron sus hijos, si no para preguntarles si han visto avances en ellos, si los notan cansados, tristes o alegres al ir a la escuela. Yo creo que la educadora está utilizando una buena estrategia, pues de esa manera logra saber qué piensan de la educación de sus hijos, y qué esperan de ellos.
Es conveniente no olvidar que en la familia las cosas no se aprenden de la misma manera que en el ámbito escolar, para Bassedas, et. al (2000) “Tiene que quedar claro que escuela y familia, son contextos diferentes y que en ellos deben encontrar cosas, personas y relaciones distintas; aquí radica en parte su riqueza y potencialidad” (p. 309) ya que en la familia el niño tiene más cariño y en la escuela debe compartir el de la educadora con los demás niños, es cuando su rendimiento no es el mismo, pero si la familia otorga ese amor a su hijo, representará la fuerza que motive y guíe al niño en su educación. Las relaciones y los comportamientos que manifiestan los niños en la escuela son aprendidos por las normas que se practican en el hogar pues la educación familiar funciona por medio del ejemplo.
Según Vygotsky el niño aprende del contexto donde vive, es producto de la sociedad y de la interacción con su cultura al igual que los adultos le comparten sus conocimientos, en el jardín pude observar que los niños son muy atentos y se cuidan entre ellos, protegen a las niñas y ellas aplauden los “triunfos de sus compañeros”, han aprendido a respetarse y cuidarse entre ellos, algo que me llamó mucho la atención fue que a la hora del receso las niñas estaban jugando a “la casita” y me invitaron a jugar, les dije que sí, entonces me dieron el papel de la mamá, por que como ellas estaban chiquitas deberían ser las hijas, en eso llegaron los niños y me dijeron que querían jugar, cuando les expliqué que estábamos jugando a la casita, se me quedaron viendo y me dijeron que por qué no jugábamos a otra cosa, pero Elean se quedó pensando y les dijo a los demás: Es cierto que no somos niñas para jugar a eso, pero recuerden que en la casa también hay hombres, podemos ser los hermanos de ellas, o los primos, Erick agregó: ¡claro!, y somos los hermanos mayores y ¡estamos a cargo de mantener la casa!. Se dirigieron a mí, y me dijeron vamos a jugar con ustedes, tú eres la mamá ¿verdad?, les respondí que sí, y me dijo Fabián: Mami, tenemos que ir a trabajar, ahorita venimos, llegaremos con hambre.
Por medio de este juego pude darme cuenta que los niños saben que la familia se constituye por hombres y mujeres, y que los mayores se encargan de mantener la casa, han aprendido a participar en juegos colectivos respetando reglamentos. Por eso es importante que lo que el niño aprenda en su familia siente las bases de los principios morales. En la actualidad, la familia no cubre completamente el papel de socializar al niño, por lo que la escuela empieza a ser objeto de nuevas demandas, para las cuales no está preparada. No olvidemos que la influencia familiar en la educación infantil esta dada porque interviene desde muy temprano en el desarrollo social, físico, intelectual y moral.
Las conductas que presentan los niños también son aprendidas en la casa, por ejemplo, mis alumnos se portan bien y hacen caso a las indicaciones que se les de, saben mucho y preguntan muchas cosas, aunque tengo un alumno que me preocupa mucho, es el único que no hace caso, se porta mal y le pega a sus compañeros, en una ocasión les estaba haciendo preguntas acerca de qué les gustaba y qué querían, a lo que él me respondió que no quería nada ni nadie lo quería, lo que hice fue darle un abrazo y decirle que yo si lo quería y mucho. Los demás me dijeron que él era malo, que por eso nadie quería jugar con el. Aunque a pesar de eso, sus compañeros se preocupan por él y me dijeron que lo querían ver feliz, hable con él y me dijo que intentaría portarse bien y que también me quería mucho. Yo creo que en su casa si lo quieren y se preocupan por él pues su mamá siempre lo va a dejar y me dijo que quería hablar con la educadora. Pero también creo que no se lo demuestran. Goethe afirmaba que “da más fuerza saberse amado que saberse fuerte: la certeza del amor, cuando existe, nos hace invulnerables. Es en el nido familiar, cuando éste funciona con la debida eficacia, donde uno paladea por primera y quizá última vez la sensación reconfortante de esta invulnerabilidad”. (Savater
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