LA FAMILIA

LA FAMILIA

CUESTIONARIO

1.- LA FAMILIA: ¿CUÁL FAMILIA?

R: La familia nuclear es la representativa, debe ser independiente, es el prototipo social que constituye la cultura actual, es el inicio de la esencia social. En el Occidente europeo y americano el individuo es portador del valor máximo. La pareja vale por el consentimiento constantemente sostenido de sus integrantes; la finalidad de la educación es la emancipación de los hijos. Considerando que la familia es un grupo, se requerirá una revisión completa de sus problemas, en cada caso específico. Existe un triple nivel de estructuras: Representativo (que regula directamente los comportamientos), Imaginario y Afectivo. La duración del grupo hace predecir la existencia de una herencia psicológica familiar.

2.- LA FAMILIA: ¿UN GRUPO O UNOS GRUPOS?

R: La familia es un grupo inmerso en otro, como en el grupo social: Es el equilibrio en la heterogeneidad o dicho de otra forma: Se sustenta en la armonía de la diversidad. La diferencia de las generaciones es una realidad indiscutible.

Salvador Minuchin (San Salvador, Entre Ríos, 13 de octubre de 1921, médico psiquiatra y pediatra argentino, destacado terapeuta familiar, creador de la Terapia Familiar Estructural, 1974), hace la distinción entre los subgrupos naturales y las coaliciones accidentales (madre-hijo menor, por ejemplo, o abuela-hija mayor), que ponen a los primeros en conflicto. Dentro de la familia se dan subgrupos con características disímiles. La actitud de cada quien entre los diferentes subgrupos, en el interior del gran grupo, es la condición de la formación de su identidad.

3.- LA UNIDAD FAMILIAR ¿FÁBULA O REALIDAD?

R: La unidad familiar es realidad, da la base al sentimiento de pertenencia. La unidad se funda en algunos fenómenos psicológicos precisos que le ponen su marca a la familia como tal y la distinguen de cualquier otra: Papeles, normas, modelos, imágenes, fantasías, tonalidad afectiva, que se graban en cada individuo. La refuerzan fenómenos caprichosos, individualizados, pero siempre existentes de cierta forma: Herencia genética, identificaciones, proyecciones, imitaciones. Realidad durable, dice Salvador Minuchin, y sin embargo, ni inmortal ni eterna.

4.- LA SEMEJANZA FAMILIAR: ¿FÁBULA O REALIDAD?

R: La semejanza familiar es una fábula, los miembros de una misma familia no son inevitablemente parecidos. Las características de personalidad parecen depender de atributos personales. Es evidente, su elaboración no puede ser independiente de las experiencias vividas, de los aprendizajes, y más especialmente de los aprendizajes precoces que brinda la familia. Estos aprendizajes los elabora una persona, una instancia centralizada -así sea un joven- cuyo poder de reacción no es común en el grupo. Los caprichos hereditarios operan sobre características fisiológicas del sistema nervioso, sobre el humor, sobre la capacidad de internalizar o de responder rápidamente al estímulo, además de otros factores por determinar. Cierto es que pueden existir semejanzas, algunas muy estrechas: Hijos muy parecidos a unos u otro de los padres, pero también algunos muy desemejantes. Difícil descripción de algunas personalidades.

5.- EN FAMILIA: ¿HAY QUE DECIRSE TODO?

R: Todo es mucho. Debe decirse lo prudentemente cierto de una realidad consciente. Lo que no puede decirse, se actúa directamente, o se rechaza, o se transforma. Como lo establece Hubert Touzard: Un grupo obligado a una larga duración debe evitar los conflictos. La expresión debe considerar oportunidades, sensibilidades, susceptibilidades. Expresión riesgosa que puede manifestarse en lo que uno teme, lo que hiere, el sufrimiento variable adoptativo que pudo evitarse. Prevenir o evitar expresiones comprometidas.

6.- LA FAMILIA: ¿ALGO DADO O UN PROCESO?

R: La familia analizada con criterio absoluto, es ambos a la vez, es algo dado, y también un proceso. Es una realidad colectiva, en un grupo, no todos los miembros son igualmente influyentes. Cada uno tiene un tiempo de participar, no todos entran al mismo tiempo.

La familia contemporánea es algo dado, que existe, y también un proceso, que se transforma; surge como una pareja, con deseos, necesidades, fantasías e intenciones muy peculiares; cuando llega el primogénito, modifica totalmente la dinámica inicial, obliga a la pareja a cambiar sus propósitos preliminares, en sentido estricto. En el hijo mayor se centran las expectativas y las delegaciones parentales, misiones que con frecuencia se le confían según su edad, individualmente o ante sus hermanos, si ya los hay. En torno al hijo mayor la célula inicial se convierte en otra. Surge una nueva reorganización de la familia. Si este algo dado es desigual, el proceso los es también, en una familia común, normal. Ahí opera el juego caprichoso, de las identificaciones, de las proyecciones, de las identificaciones: De los padres hacia los hijos.

Así acontece la evolución natural del grupo familiar en función del deslizamiento de las generaciones, combinado con el bienestar de cada quien.

7.- LA FAMILIA Y LAS PERSONAS: ¿CRISOL, SOSTÉN O SUJECION?

R: La familia es el crisol donde los dos cónyuges funden sus rasgos de personalidad relativamente arraigados, los vierten hacia los hijos, que tienen cada uno sus propias potencialidades, los contactos íntimos y prolongados van a propiciar un ajuste que puede llegar hasta los fundamentos mismos de la personalidad.

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