LA PSICOSIS
Enviado por Vero Gonzalez • 5 de Agosto de 2019 • Ensayo • 1.003 Palabras (5 Páginas) • 117 Visitas
la psicosis:
Las primeras aproximaciones realizadas por Freud, ubican a las psicosis alucinatorias (1984) como un intento del Yo de defenderse de una realidad que le es intolerable. “el yo rechaza la representación intolerable conjuntamente con su afecto y se conduce como si la representación no hubiese jamás llegado a él”
El mecanismo propio de la psicosis aquí sería el RECHAZO, y en Lacan lo encontraremos como la Forclusión.
Freud explica que el Yo paranoico retira toda la libido del mundo desinvistiendo objetos y personas, plegando la libido sobre sí mismo ocasionando un grave narcisismo, menciona como ejemplo los delirios de grandeza y la erotomanía.
Existiría una falla estructural que parece hacer estallar las relaciones que en la neurosis son reguladas por el Edipo y la Castración. Hay un desarreglo estructural en la función del padre, por ende en la estructuración del sujeto que marcará la diferencia con lo que sucede en la neurosis. (Mirta Tessa 1994)
Todo gira en torno a la cuestión del padre (como función), que es el agente de la castración y quien posibilita las posiciones sexuadas y las salidas exogámicas.
Con Lacan se introduce la concepción de Forclusión del nombre del padre. Que si pudiera ser explicado en pocas palabras, diríamos que, existe un gran otro como concepto, que encarnaría lo simbólico, el lenguaje, las significaciones asociadas a los significantes. El primer gran otro del niño es la madre, quien transmite esos significantes y las significaciones asociadas a ellos.
Para el niño, el gran otro es inicialmente omnipotente, a él le atribuye todo el saber, es quien le significa el mundo y cuál es su lugar en él.
El nombre del padre, es un significante que no significa nada, es un significante vaciado de sentido; y que produce una grieta en el Gran Otro como campo del saber, como lugar donde están todas las significaciones asociadas a los significantes. No tiene ningún sentido fijo. Es lo que instaura la ley del significante. Es lo que posibilita que el significante no quede pegado a un solo sentido. Permite el discurrir de la cadena significante a la vez que instaura dicha cadena.
La ausencia de metáfora paterna condiciona la ausencia de significación fálica. Es decir que en la psicosis los significantes no significan lo mismo que en la neurosis, donde el fantasma permite entender todo en los términos de significación fálica. ¿Qué me quiere el Otro? Me quiere de tal o cual manera, lo que sería el equivalente al falo.
Por tanto, la falta del nombre del padre produce que los sentidos solo queden del lado del OTRO.
El ser hablante tiene subjetivamente la necesidad de que exista un significante excepcional dentro del campo del Otro, que Lacan llama Rasgo unario.
Tiene como función importante la construcción de la palabra y de la subjetividad. Una estructuración particular del sujeto.
En la Forclusión del nombre del padre, falta el significante unario. Falta un significante que funde la ley, que permite que el significante no tenga un significado unívoco. Determina que el gran Otro no sea dueño del saber.
Al faltar, el saber y los significantes
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