LOS 7 HÁBITOS DE LA GENTE ALTAMENTE EFECTIVA.

Los 7 hábitos de la gente altamente efectiva. (Hábito 2) Stephen Covey.

Empezar con un fin en mente

Tener en mente la meta desde el inicio.

Se centra en empezar con un plan para saber a dónde queremos ir, para utilizarlo como referencia para todos los demás aspectos. Significa saber para donde estamos yendo, así, comprender mejor en donde estamos parados y poder dar los pasos encaminados a la dirección correcta, establecemos prioridades, ya que, la mayor parte de nuestra vida la dedicamos a cosas que no deberían de ser de gran importancia, podríamos preguntarle a cualquier persona que, ¿Qué es lo más importante en su vida?, y la mayoría contestaría que su familia, la salud, los amigos, nadie contestaría que checar sus redes sociales, ver series, ir al cine, sin darnos cuenta que ocupamos gran parte de nuestro tiempo en cosas irrelevantes en vez de darle importancia a las que de verdad deberían importar. Para esto el marco, que nos ayudará a seguir el camino que queremos caminar, enfocándonos en las cosas importantes para nosotros, dejando de tener victorias que no nos llenan y con las que sólo logramos prohibirnos de muchas cosas por la ansiedad de querer obtenerlas, como en el trabajo o la escuela.

Es primordial aclarar que mucha gente confunde lo importante con lo urgente, pues sucede porque las personas no tienen una planificación de las cosas, y entonces lo importante se convierte en urgente, por no haberle dedicado tiempo, esto lo podemos ver cuando alguien está tan apurado por cosas del trabajo que no le dedica tiempo a su familia, que debería ser lo importante, y por consiguiente el ya ve como urgencia el pasar tiempo con ellos, porque no lo ha hecho. Por eso, debemos actuar en base a lo que de verdad nos importa, para poder ser y hacer lo que de verdad nos interesa.

Este segundo hábito, trabaja con un principio “Todas las cosas se crean 2 veces”. Nos dice que para crear algo, siempre habrá primero una creación mental y después una creación física, pero no siempre esas primeras creaciones son por decisiones personales, nos dice que, si no desarrollamos una autoconciencia y no nos hacemos responsables de esas primeras creaciones, tomaremos papeles impuestos por otras personas, influyendo en lo que de verdad queremos. “Esos guiones provienen de personas, no de principios. Y surgen de nuestras más profundas vulnerabilidades, de nuestra más profunda dependencia respecto de los demás, y de nuestras necesidades de aceptación y amor, de pertenencia, del sentido de nuestra propia valía, de la sensación de que importamos.” (pag. 62).

En pocas palabras nos dice que debemos fijar un objetivo, basado en lo que de verdad queremos ser y hacer, sin permitir que cosas externas influyan en nuestras decisiones, y que en el camino basemos nuestras acciones en ese fin, así, permitiéndonos delimitar prioridades, identificando nuestros distintos roles en la vida, dándole valor a lo que de verdad es importante para nosotros, para así, poder empezar con el siguiente hábito, “Poner primero lo primero”.

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