La Cuestión del Alma

La Cuestión del Alma

Fechner aborda el tema del alma desde diversas perspectivas, analizándolas. Inicia por plantearse preguntas esenciales acerca de ésta, las cuales lo llevaran a sub-preguntas, y concluirá que su principal objetivo de observación será la expansión del reino del alma a través de la naturaleza o través del mundo corpóreo. Estableciendo ya esta problemática, el autor define su tesis decretando la veracidad absoluta de la existencia misma a partir del planteamiento cogito, ergo sum- pienso, luego existo- para así tener una base (evadiendo el qué y cómo). De esta manera Fechner va elaborando el hilo conductor, como él menciona “intentaremos el camino de puntos de visa firmes y basados en la experiencia, que se sostienen siempre” (p. 24).

Hay que llevar a cabo una distinción y análisis de ciertos conceptos claves que son el alma, el espíritu, el cuerpo vivo y la naturaleza, las cuales se van a estudiar bajo la manifestación, las cuales van generando la experiencia. Para esto, hay que evidenciar las manifestaciones, con esto, el autor entiende al alma como

La esencia unitaria que no se manifiesta a nadie más que a sí misma, en nosotros como en donde sea que se presente, clara para sí misma, oscura para cualquier ojo externo, uniendo sensaciones sensoriales a través de los cuales la conciencia constituye relaciones cada vez más altas en la medida en que asciende los grados del alma (Fetchner, 1861, p. 28)

El cuerpo vivo por otra parte, lo define como el cuerpo que está unido con el alma, aunque no señala cómo pasa esto. La naturaleza, al igual que el cuerpo, se puede entender mediante manifestaciones externas. La naturaleza es el sistema interno de lo corporal, con esta última el autor hace la siguiente problemática: “¿pertenece al mundo un dios, no fuera, no detrás, no en un lejano más allá, sino en una relación con el mundo, como la tiene nuestra alma con nuestro cuerpo vivo?” (Fetchner, 1861, p 29), con esto nos deja en claro que la existencia de un alma, puede darse tanto en nosotros como en otros seres vivos. Por último, cabe mencionar la distinción entre espíritu y alma, hay tres principales, las cual él menciona y explica; sin embargo, el autor concluye que el espíritu y el alma “significan igualmente una esencia que solo se puede comprender a través de la auto-manifestación, una esencia unitaria que solo se puede caracterizar a través de fenómenos de terminaciones de auto-manifestación” (Fetchner, 1861, p 33-34).

La cuestión acerca del alma no es algo exacto, ni bien definido. Siempre será una cuestión de fe, es por esto que las ciencias exactas lo rechazan, pero como señala Fetchner, la cuestión acerca de ésta “no podemos rechazarla en absoluto, y si no es posible encontrar una prueba exacta entonces hay que buscar medios que lo sustituyan”. Fetchner propone explicar el alma desde un punto de vista físico y

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