La Infancia, Una Construcción Histórica, Cultural.

La infancia es la etapa de la existencia de un ser humano, que se inicia en el nacimiento y se extiende hasta la pubertad. Se emplea para nombrar a la totalidad de los niños que se encuentran dentro de dicho grupo etario.

El concepto de infancia, relativamente son productos sociales e históricos. Así mismo, la infancia puede ser analizada tanto en la forma histórica, como de la forma social.

Posteriormente, en el idioma latín aparece el término “infans” el cual se hace referente literalmente a una ausencia del habla, es decir, es un concepto utilizado para denominar y conceptualizar a personas con carencias en la comunicación verbal, pero no es un término que representar totalmente a la “infancia”. De hecho, en los estudios históricos sobre Roma antigua, se observa que las consideraciones que hacen referencia a la niñez, derivan sólo de la preocupación de los adultos por temas como la fecundidad, la patria potestad, normativas respecto a educación y la institucionalidad social, lo cual hace al niño una persona indiferente, sin ningún valor en la sociedad y utilizado como cualquier objeto.

Así, en los inicios de la civilización, no hay un término en específico que represente al concepto de “Infancia”, podría haber muchos niños presentes y vivos en esa época, pero en la literatura, en las manifestaciones y en reportes, prácticamente los niños y las niñas no existían.

Según Philippe Aries, los conceptos de infancia se han construido de acuerdo a los acontecimientos que han sucedido a lo largo de las etapas de nuestra historia.

La adolescencia es una etapa en la vida de cualquier ser humano, entre la niñez y la adultez. Esta etapa es en la cual se manifiestan los cambios, que como todo ser humano tiene que manifestarse. Existen cambios sicológicos, pero los más notorios son los físicos.

La adolescencia si puede referirse, es un concepto que representa una etapa de la vida de cualquier infante, ya que ellos no decidirán si surgen lo cambios o no.

Históricamente, la infancia se muestra como una construcción vinculada a contextos sociales específicos, el sentimiento moderno de amor y cuidado por parte de los adultos hacia los niños y niñas no fue una constante del devenir histórico, sino una novedosa práctica social.

Uno de los aspectos de esta crisis ha cobrado especial relevancia en la polémica en torno al Status actual de la infancia, el niño poseería un acceso a los medios de comunicación, un acceso a la información equivalente al adulto.

Podría decirse que los niños no eran más que adultos por crecer, ante los cuales no existía la serie de sentimientos de protección que nos inspira actualmente ese momento de la vida.

Anteriormente, la infancia se ha visto como un contexto social, el cual se ha transformado al paso de los años, utilizando al infante, como un objeto, que en ocasiones, les servía a los padres dependiendo de la clase social que tuviesen. Si eran personas con poder, eran los hijos los que se quedaban con el poder, con el objetivo que todo se quedara en familia; sin embargo en una familia humilde, al tener un hijo, o adoptar a uno era tener asegurado que dentro de muy poco tiempo, ellos iban a mantener el hogar.

Esto se ha visto criticado al paso el tiempo. A partir del siglo XIX este concepto ha cambiado totalmente, el niño es aquella persona que necesita de todas las atenciones,

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