La Maravillosa Mente De Un Bebe

Antes se creía que apenas captaban lo que ocurría a su alrededor. Hoy se sabe que los más pequeños sienten emociones complejas, como los celos, la empatía o la frustración.

John y Thomas son los nombres (ficticios) de dos hermanos varones gemelos (reales) que nacieron hace 12 años en Estados Unidos. Habían venido al mundo prematuramente y con bajo peso. Ambos fueron colocados en diferentes incubadoras, con el paso de los primeros días, mientras que John evolucionaba con normalidad e iba ganando peso, Thomas, el más inmaduro, no mejoraba. La jefa de enfermeras del servicio de neonatología decidió ponerlos juntos en la misma incubadora. Pensaba que el más débil, al notar cercana la presencia de su hermano tal vez podría sentirse mejor.

Observó cómo John enseguida colocó su brazo sobre su hermano, como si tratara de abrazarle y protegerle y Thomas empezó a evolucionar

Esta historia fue publicada en la revista Reader’s Digest y leída por Pedro Tarquis “Me enseñó a valorar la importancia de la afectividad y la empatía en el trato con el paciente”.

Manuel Moro pensaba los bebés poseían un cerebro totalmente inmaduro, no receptivo a los estímulos emocionales del exterior, y también incapaz de captar las sensaciones dolorosas y de ser sensible a las situaciones de confortabilidad o no”.

En los últimos 40 años y los avances en las innovaciones tecnológicas revelan que este pequeño ser posee una maravillosa mente, capaz de captar emocionalmente los estímulos externos.

Desde 1890, el psicólogo William James definió el mundo de los bebés como “una confusión total de zumbidos”, los pequeños poseían una mente muy simple

Pero distintos estudios, realizados mediante técnicas de electroencefalografía y otras pruebas, revelan, que la su mente es capaz de sentir emociones complejas, como los celos, la empatía o la frustración.

En España, la (SEN) la Sociedad Española de Neonatología, ha creado una base datos, es como un gran observatorio, que sirve para estudiar la conducta de los bebés.

Según el profesor Moro la electroencefalografía permite valorar cómo reacciona el cerebro del bebé en función de lo que sienta. Los beneficios de esta técnica se acusan especialmente en los prematuros, aislados en sus incubadoras y conectados a cables y aparatos. Las incubadoras poseen una suave felpa que asemeja la matriz materna, las alarmas son solo visuales (pues los ruidos incomodan a los bebes), se les tapa la luz (porque duermen mejor) y se permite que los padres toquen a sus chicos. Los porcentajes de recuperación son más elevados.

La ecografía cuatridimensional (4D) que la maduración neuronal se completa “en la vigésima semana de gestación o antes”. Ayuda a comprobar a partir de gestos faciales

Puede ayudar a prever ciertos problemas, como los de parálisis cerebral.

Las investigaciones son múltiples y clarificadoras. En los años setenta, los trabajos del doctor Martin Hoffman, profesor de psicología de la Universidad de Nueva York, sobre empatía en los primeros meses de vida demostraba Cuando un bebe llora, todos lloran. Esto se sabe. Lo que no se conocía era el porque (por enfado, por molestia del ruido, por mímica). En recientes estudios en Italia, grabaron el llanto de un bebe y se lo reprodujeron a el mismo. Sorpresivamente, no se desato en llanto. Los bebes no se inmutaban al escucharse a si mismos. Aunque faltan estudios mas pormenorizados, se cree que esto es por una empatía ya innata en las primeras etapas del ser humano.

En los primeros seis meses, el bebe ya puede distinguir

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