La Vida.
Enviado por Promomix • 12 de Agosto de 2013 • Ensayo • 774 Palabras (4 Páginas) • 235 Visitas
3 años
Algunas conductas que pueden sobresalir en niños y niñas de 3 años, son las siguientes, ignora tu petición de que guarde sus juguetes y tira sus autos por las escaleras, a pesar de que le has pedido muchas veces que no lo haga. ¿Por qué es tan rebelde?
Ahora depende menos de ti que cuando era más pequeño y tiene un sentido de identidad más fuerte. Por eso se muestra más rebelde. También está aprendiendo a controlar sus impulsos, lo cual toma tiempo y paciencia.
Cómo puedes corregir a un niño desobediente
Sé comprensiva. Cuando le pidas que entre a almorzar y te grite: “¡Ahora no!” y luego se ponga a llorar cuando le obligues a entrar en la casa de todos modos, intenta ponerte en su lugar. Abrázalo y asegúrale que entiendes lo difícil que es dejar a sus amigos, pero que el almuerzo ya está preparado.
Se trata de demostrarle que, en realidad, estás de su lado. Procura no enojarte (aunque los vecinos se quedan mirando el espectáculo). Sé amable pero firme y hazlo entrar en la casa cuando le toque hacerlo.
Establece límites. Los niños de esta edad necesitan, e incluso quieren, límites. Establécelos y asegúrate de que tu hijo sabe cuáles son. Díselo con claridad: “No se pega. Si estás enojado, usa tus palabras para decirle a José que quieres que te devuelva el juguete”, o “Recuerda, siempre tienes que sujetarme de la mano en la calle”.
Si tu hijo pequeño tiene problemas a la hora de seguir las reglas (como todos los niños de esta edad), procura encontrar soluciones. Si le pega a su hermanita porque se siente que lo dejas de lado, por ejemplo, ayúdalo a dar de comer o bañar al bebé, y luego encuentra la manera de que pase tiempo a solas contigo. Si se levanta de la cama porque tiene miedo de la oscuridad, dale una linterna para que la tenga junto a su cama.
Refuerza el buen comportamiento. En lugar de fijarte en el comportamiento de tu hijo únicamente cuando se porta mal, procura señalar también aquellas ocasiones en que actúa de manera apropiada. Un sencillo “Gracias por colgar tu abrigo” o “Me ayudas mucho cuando compartes tus juguetes con tu hermana pequeña”, lo motivará a repetir su buen comportamiento.
Y aunque es posible que te sientas tentada de darle una reprimenda verbal cuando su comportamiento no sea el más deseable, muérdete la lengua. Cuando un niño se porta mal, ya se siente mal. Hacerle sentir peor solo provoca más comportamiento negativo. Mantén la calma y sé un buen ejemplo para él.
Recuerda también que disciplinar a tu hijo no significa controlarlo, significa enseñarle a controlarse a sí mismo. Si lo castigas, quizá consigas que se comporte, pero solo porque teme no hacerlo. Es mejor para tu hijo hacer lo correcto porque quiere hacerlo, porque hace que el día sea más divertido o porque le hace sentir
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