La evaluación de la personalidad en la psicología clínica
Enviado por sohany • 23 de Septiembre de 2014 • 3.200 Palabras (13 Páginas) • 1.000 Visitas
1. INTRODUCCION
1.1 El concepto de evaluación
El término evaluación es uno de los más utilizados por los profesionales de la educación. En buena parte de las ocasiones dicho uso está asociado a los exámenes y las calificaciones, es decir, a la valoración de los productos del aprendizaje. Esta utilización tiene que ver con la concepción de la evaluación que tiene la mayoría de la población. El propio Diccionario de la Real Academia Española da dos definiciones de la voz evaluación: “1. Señalar el valor de una cosa. 2. Estimar, apreciar, calcular el valor de una cosa”.
La concepción estática de la evaluación que se encierra en estas definiciones, en las que se resalta el hecho de valorar resultados responde a una concepción de la educación también estática y centrada en los productos y no en los procesos. Puede decirse que según se ha ido entendiendo la educación como un proceso en el que intervienen distintos agentes y circunstancias que influyen en sus resultados, se ha ido modificando también la idea de evaluación. Esta modificación sitúa a ésta en el interior de un proceso (de enseñanza-aprendizaje), no al final del mismo como elemento de verificación de sus resultados.
Así el (Joint Comité, 1988), entiende la evaluación como un “enjuiciamiento sistemático sobre el valor o mérito de un objeto, para tomar decisiones de mejora”. Tres cuestiones pueden resaltarse en esta definición. La primera es que la idea de enjuiciamiento sistemático nos lleva a una concepción procesual de la propia evaluación. La segunda es la que otorga verdadera potencia a la concepción educativa de la evaluación, definida aquí en su objetivo último, cual es la toma de decisiones de mejora. La tercera que el enjuiciamiento no se refiere exclusivamente al producto (valor) sino que se extiende al mérito, es decir a los condicionantes de diversa índole que han intervenido en el proceso.
Otra definición del concepto de evaluación que, además de incidir en su carácter procesual, de mejora de la situación actual y de toma en consideración de todos los elementos intervinientes en el proceso, subraya su carácter técnico es la de (Pérez Juste, 1995):
“Proceso sistemático, diseñado intencional y técnicamente, de recogida de información, que ha de ser valorada mediante la aplicación de criterios y referencias como base para la posterior toma de decisiones de mejora, tanto del personal como del propio programa”.
1.2 La evaluación de la personalidad en la psicología clínica
Evaluar la personalidad es una actividad propia del psicólogo en general y no del clínico en particular ya que encuentra su aplicación por igual en los ámbitos educativo y del trabajo. La evaluación en términos generales es algo más complejo que el solo aplicar un conjunto de pruebas a un individuo, implica una postura teórica frente a un fenómeno psicológico, el cual en un primer momento es necesario conceptuar y en un segundo tratar de comprender empíricamente su causalidad y pronosticar sus alcances. Por tal razón no debe confundirse el fin con el medio, ya que las pruebas psicológicas son sólo herramientas útiles de acopio de información. Al evaluar la personalidad se requiere segmentarla presuponiendo por ejemplo, que en un individuo la inteligencia está por un lado y el área afectiva por otra, ahora bien, armar el rompecabezas a través de un análisis riguroso (integración del estudio) es una tarea laboriosa que demanda conocimientos previos, que en nuestro plan de estudio los proporcionan asignaturas tales como “Teorías de la Personalidad”, “Psicopatología” y “Desarrollo Psicológico” entre otras. Finalmente como todo buen proceso de evaluación, debe promover y facilitar la toma de decisiones, lo cual se plasmará como síntesis. Es decir, se debe concluir respondiendo al motivo de consulta de una manera clara y bien fundamentada.
EVALUACIÓN DE LA PERSONALIDAD
Celso Serra Padilla. Para realizar la evaluación de la personalidad, nos auxiliamos del método clínico, ya que nos permite poner en juego, dos de los elementos que lo conforman, como son la observación y la indagación, en primera instancia y posteriormente la aplicación de la abstracción, la integración y el diagnostico, con la evaluación de la personalidad se empieza llevar a cabo la integración de los conocimientos que se han adquirido en diferentes materias, como son las de neurociencias, teorías de la personalidad, desarrollo psicológico, psicopatología, psicometría, etc. Que son antecedentes importantes para la aplicación de las técnicas mediante las cuales se realizará la evaluación. La forma de llevar a cabo la evaluación de la personalidad, es por medio de entrevista y el empleo de pruebas psicológicas estructuradas, que son formas auto descriptivas y cuentan con una plataforma estadística que permite la comparación del individuo en relación al grupo al que pertenece. Las pruebas estructuradas permiten llevar a cabo la evaluación de la personalidad. “La evaluación es el enjuiciamiento sistemático de la valía o el mérito de un objeto”. Esta definición se centra en el término valor e implica que la evaluación siempre supone un juicio. En este sentido Mager define la evaluación como “el acto de comparar una medida con un estándar y emitir un juicio, basado en la comparación, o como el proceso continuo de recolección e interpretación de datos para tomar decisiones”. El común denominador de estos conceptos, radica en la necesidad de obtener datos (medición) para compararlos, interpretarlos y tomar decisiones (evaluación). Por lo tanto evaluación y medición no son sinónimos, es necesario medir para evaluar, pero se puede medir sin llegar a la evaluación. Existen varios elementos para la conceptualización de la evaluación que son: Comparación entre un objeto y un patrón o parámetro externo. Apreciación cuantitativa y/o cualitativa de los datos recogidos. Reunir todas las evidencias posibles que en forma objetiva podemos encontrar a favor o en contra de cada una de las observaciones que se están desarrollando. Tomando estos elementos evaluar es un proceso integral, sistemático, acumulativo y continuo que valora la conducta del individuo, en relación con un marco o grupo de sujetos. Es importante reflexionar sobre la finalidad misma de la evaluación a fin de tener una idea clara sobre el hecho, acción o proceso que se quiere evaluar, y si la evaluación está referida una norma (comparación con parámetros preestablecidos), por criterios (comparación con la conducta esperada) o en base a objetivos planteados. La evaluación puede ser: De diagnóstico (dónde está) De pronóstico (hacia dónde va), De orientación (hacia dónde podría ir).De
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