La importancia del juego en preescolar.

La importancia del juego en el preescolar

La concepción popular del juego es lo opuesto al trabajo, se dice de cualquier situación en donde las personas no sean productivas o no estén haciendo algo en particular. El juego es algo gozoso, libre y espontáneo. Esta visión del juego niega la importancia que se tiene en el desarrollo de los niños pequeños.

Muchos teóricos de la psicología han subrayado la importancia del juego en el desarrollo del niño, cómo influye el juego en procesos psicológicos y en base a este se han desarrollado varias teorías: el psicoanálisis, la perspectiva del desarrollo social y el enfoque constructivista.

Erikson y Anna Freud mencionan que el juego sustituye la satisfacción de deseos insatisfechos, subraya el lado socio-emocional del juego, mediante este el niño resuelve miedos irracionales o conflictos psicológicos con los padres, el juego es un medio de exploración, es una reacción ante acontecimientos ocurridos.

Parten y otros teóricos ven el juego como una forma de interacción social que refleja y facilita la creciente habilidad del niño para comprometerse con sus iguales en acciones cooperativas. Las primeras etapas con muy poca interacción con iguales, las etapas posteriores adoptan la perspectiva del otro. Las situaciones imaginarias se consideran formas maduras de interacción en el juego incluso el juego rudo se examina como una representación social.

Piaget menciona que el juego tiene un papel fundamental en las habilidades mentales del desarrollo del niño. Menciona varias etapas en el juego:

Práctica o juego funcional: periodo sensomotor, usa los objetos y simula realizar alguna acción (bebe de una taza vacía).

El juego simbólico: periodo pre operacional, este se divide en juego constructivo; representaciones mentales en las que objetos pasan a ser otros objetos. (un bloque puede ser un teléfono),  y dramático; los niños crean situaciones y papeles ficticios con gestos y lenguaje.

Juegos con reglas, uso de reglas, para el inicio, la regulación, el mantenimiento y la terminación de la interacción social.

Vygotsky creía que el juego propicia el desarrollo cognitivo, emocional y social. Tiene una visión más integrada del valor del juego en el desarrollo.

El juego sirve como una herramienta de la mente que habilita a los niños para regular su conducta.

Vygotsky sostenía que en el juego los niños no actúan a su antojo puesto que obedecen determinadas reglas de conducta.  En las primeras etapas del juego los niños no son conscientes de diferencias entre representar a la mamá o a la maestra por ejemplo, sin embargo, la mayoría de los niños de cuatro años demuestran que perciben los errores en la representación de un papel pues con frecuencia se corrigen entre ellos.

Smilansky y Shefatya indican que el crecimiento logrado en la dramatización beneficia el desarrollo cognitivo y social así como las habilidades escolares.

Manujlenko e Istomina descubrieron que durante el juego las habilidades mentales del niño se encuentran en un nivel más elevado que durante otras actividades de aprendizaje, este nivel representa precisamente lo que Vygotsky identificó como el nivel superior de la ZDP. El juego influye en el desarrollo de tres maneras: crea la zona de desarrollo próximo del niño, facilita la separación del pensamiento de las acciones y los objetos y facilita el desarrollo de la autorregulación.

Para Vygotsky, el juego establece una zona de desarrollo próximo para el niño.

El juego también crea la zona de desarrollo próximo del niño. La conducta del niño en el juego está siempre más allá de lo que corresponde a su edad por encima de su conducta cotidiana; en el juego, el niño parece mucho mayor de lo que es. El juego contiene forma concentrada como si el niño tratara de pasar por encima de su nivel habitual. El juego es una fuente de desarrollo y crea la zona de desarrollo próximo.

La separación del pensamiento de las acciones y los objetos

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