Laberinto De La Soledad

Los apartados de Los hijos de la Malinche & La conquista y la Colonia abarcan la temática social del mexicano, que va desde sus creencias religiosas, lenguaje, los roles jugados dentro de la misma sociedad y la proyección ante el mundo, la dualidad que encierra un mismo ser y la visión de los eventos sociales en México. A continuación se analizan estos dos capítulos de la obra El laberinto de la soledad de Octavio Paz.

Los hijos de la Malinche somos seres extrapolados, que encierra misterio y diversas emociones, vistos desde el punto de vista de algunos podemos ser por un lado somos silenciosos, herméticos, con polos opuestos de traición y lealtad, crimen y amor que causa una sensación que atrae pero repele a la vez.La percepción del mexicano ante ojos extranjeros en cuanto a los diversos roles en nuestra cultura como el de la mujer también es así, visto como la proveedora de vida, pero como la muerte también, al indígena como un ser alejado de la sociedad pero se sabe que se fascina ante el mundo urbanizado, este estereotipo podría estar fuertemente marcado en mi opinión gracias al cine popular mexicano de años atrás, donde personajes como “la india María” actúa de esta forma, pero que aun hoy en día se sigue trasmitiendo, dando una imagen distorsionada sobre las cultura indígenas en México. Pero hoy en estos días también se puede apreciar estos diversos puntos de percepción en cuanto a la imagen del obrero, que se puede distinguir por catalogarse como un ser que solo está limitado a trabajar una jornada, que realiza una función pero no se le reconoce como un profesionista, como persona sino como uno más, un obrero mas, muchos de estos envueltos en el terror social de la propaganda y vida política del país, donde clases, sospechosos, razas, perseguidos y aislados para amedrentarlos, claros ejemplos son las matanzas de Tlatelolco y San Salvador Atenco más recientemente, después este terror es difundido a toda la sociedad, no solo al grupo especifico perseguidos, mientras unos contemplan con indiferencia estos actos, otros vuelcan sus odios en dicho acto volviéndose cómplices que más tarde genera un sentimiento de culpa en toda la sociedad. Debido a que en nuestra sociedad existe una roles que llevamos arraigados en nuestro inconsciente colectivo, siempre hay dos: el señor y el siervo, el extranjero y yo, o el extranjero y nosotros. El sometimiento al cual estamos acostumbrados desde tiempos históricos, el sometimiento mediante la violencia y la revolución para contrarrestar es mismo mal por el que estamos luchando.

El lenguaje tan variado, diverso y algunas veces prohibido en nuestro devenir diario muestran nuestras emociones de una manera sutil hasta brutal, en nuestro lenguaje como dice la canción de Carlos Varela “una palabra no dice nada, y al mismo tiempo lo dice todo” todo depende la intención con que se dice, la connotación, el sentimiento o emoción que se pretende expresar. Como la famosa Chingada, el aullido de una canción, el viva México. Pero deteniéndonos a analizar a la famosísima Chingada, la madre que ha sufrido metafóricamente o realmente, puede expresar sin fin de cosas, dependiendo a quien, como, cuando y donde se lo digas, algunas intenciones que conlleva es burlarse del fracaso por ejemplo, el típico “ya te chingaste” o “se chingo” que detona violencia, desgarrar, violar, y claramente no se le puede dejar de lado al referirse

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