Las formas de la transferencia

12. Las formas de transferencia

(Neurosis de transferencia, Freud) Concepto técnico, en cuanto señala una modalidad especial del desarrollo del tratamiento psicoanalítico, según la cual la enfermedad originaria se transforma en una nueva que se canaliza hacia el terapeuta y la terapia.  En “introducción al narcicismo”. La neurosis de transferencia se contrapone a la neurosis narcisística y es considerado un concepto psicopatológico.

1. Algunas precisiones sobre la neurosis de transferencia.

Freud pensó siempre que la neurosis narcisísticas carecían de capacidad de transferencia y quedaban por tanto fuera de los alcances de su método. Sin embargo, afirma que, con el comienzo del tratamiento, la enfermedad sufre un viraje notable que la hace cristalizar en cura. “Y caemos en cuenta de que la condición del enfermo del analizado no puede cesar con el comienzo de su análisis, y que no debemos tratar su enfermedad como un episodio histórico, sino como un poder actual. Esta condición patológica va entrando pieza por pieza dentro del horizonte y del campo de acción de la cura, mientras el enfermo lo vivencia como algo real – objetivo y actual, tenemos nosotros que realizar el trabajo terapéutico en buena parte consiste en la reconducción al pasado.”

Es así que concibe la neurosis de transferencia como un efecto especial de la iniciación de la cura psicoanalítica en que cesa la producción de nuevos síntomas y surgen en su reemplazo otros nuevos que convergen hacia el analista y su entorno.

Melanie Klein, señala que, si se sigue el método freudiano de respetar el setting analítico y se responde al material del niño con interpretaciones, la situación analítica se establece igual que en un adulto y la neurosis de transferencia se desarrolla plenamente. Por lo cual considera que la situación analítica se establece cuando aparece la neurosis de transferencia y demarca la alianza terapéutica, quedando así constituida la situación analítica.

1. Neurosis de transferencia y la parte sana del yo.

Freud señala que la fase de apertura del análisis se caracteriza porque el paciente establece un vínculo con el médico. De aquí se desprenden nuevos autores que piensan que es inherente a la neurosis como entidad clínica la presencia de una parte sana del Yo, que muchos homologan como la parte libre del conflicto en la que se va a asentar la alianza terapéutica.

Existiendo dos criterios a considerar de analizabilidad: 1) Solo es analizable la persona que desarrolla una neurosis de transferencia (en sentido estricto) y 2) Es analizable toda persona con un núcleo sano del yo que le permita configurar una alianza terapéutica.

1. Narcisismo y transferencia.

Se afirma la existencia de fenómenos de transferencia en la psicosis, para visualizar más tarde la forma peculiar de la “Neurosis” de transferencia en los perversos, los psicópatas y los adictos, etc.  Por lo cual, la neurosis de transferencia de un psicópata es psicopática, de un perverso, perversa, y así sucesivamente.

Joseph Sandler habla de “formas especiales” de transferencia para referirse a las variedades que no encajan en la norma; y se inclinan a pensar que el fenómeno psicótico da colorido a la transferencia, pero no la conforma. Entrando así al estudio de la neurosis narcisística.

Kohut (1971) Siempre ha asumido que la existencia de relaciones de objeto excluye el narcisismo; pero la verdad es que muchas de las experiencias narcisísticas más intensas se refieren a objetos. Este autor distingue dos tipos de transferencia narcisística, la transferencia idealizada y la transferencia especular, frente a las cuales la estrategia del analista debe ser abrir al paciente el camino hacia su narcisismo infantil, a las necesidades insatisfechas de su infancia, gracias al desarrollo de una plena transferencia narcisística. Allí es dónde recurre en cierta medida al mismo modelo de lacan “el espejo”.  Lacan interviene como el Otro que rompe la fascinación especular del tú y el yo.

Bion, dice que se ve uno llevado a concluir que el fenómeno psicótico aparece alimentado por la transferencia y radicalmente vinculado a ella. No es que la transferencia no exista, al contrario, es tan abrumadora que nos arredra y nos arrastra por completo.

El contenido, la forma y la oportunidad (timing) de interpretar cambian según el tipo de transferencia, porque la interpretación tiene mucho que ver con las ansiedades que fijan el punto de urgencia.

Mientras que la organización neurótica permite mantener las interpretaciones al nivel de nuestro modelo habitual de comunicación, las estructuras perversas, psicopática y de adicción, y más aún la psicótica, hacen necesario un modelo distinto, una manera de decir que nos separa cada vez más de lo habitual.

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