Los hábitos

Título: Los hábitos

Introducción: En psicología el hábito es cualquier comportamiento repetido regularmente. Cabe mencionar que para que un habito se forme en una persona debe practicarlo durante varias ocasiones así tanto el cuerpo como la mente se acostumbra a este hecho a lo que el cuerpo va a realizar esto de manera común.

Desarrollo:

Las personas son lo que son sus hábitos. Para conocer el retrato exacto de alguien, basta con hacer una lista detallada de sus hábitos.

Un habito es el modo especial de proceder adquirido por repetición de actos iguales o per imitación de conductas similares.

La Sociedad de Psicología racional de Múnich ha determinado, por ejemplo, que quien acostumbra ver dos horas diarias de televisión, se convierte en un televidente crónico; ante la falta de televisión, al adicto le sobreviene un claro síndrome de abstinencia: se vuelve irritable, nervioso o impaciente. La televisión es un habito destructivo. Roba a los jóvenes la creatividad, la imaginación y la iniciativa.

En una familia, por lo común, la mayoría de los miembros tienen hábitos similares.

Existen diferentes tipos de hábitos:

• Hábitos físicos

• Hábitos afectivos

• Hábitos morales

• Hábitos sociales

• Hábitos intelectuales

• Hábitos mentales

• Hábitos de higiene

• Hábitos emocionales

Físicos: son todos aquellos que se realizan en relación a nuestro organismo. Así podemos hablar de los físicos saludables que tienen como objetivo el apostar por proteger el cuerpo como sería el caso de practicar deporte con frecuencia.

Afectivos: se incluyen una serie de acciones que son realizadas por el ser humano de cara a relacionarse con quienes le rodean, con su entorno. Es decir, son los hábitos que se realizan en lo que respecta a la pareja, los amigos, la familia o el trabajo.

Morales: todos ellos son los que determinan cual es la manera “correcta” que tiene que tener un individuo para actuar en su vida, qué criterios debe seguir para que sea una persona “buena” y que no vaya en contraposición de la sociedad lo que supondrá asumir una serie de consecuencias.

Sociales: Por ejemplo, si al llegar a la escuela donde estudias, a la oficina o al taller donde trabajas saludas diariamente de forma cordial a tus compañeros o colaboradores, y si además te diriges siempre a todas las personas de forma respetuosa y amable seguramente eres una persona agradable con la cual se puede disfrutar una buena convivencia

Mentales: estos hábitos, no solo pueden pensar profundamente, sino que también escogen hacerlo de esa manera. Estos hábitos de la mente son perfilados por nuestra inteligencia, nuestra personalidad, nuestras experiencias, y nos ayudan a acceder

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