Ludopatia
Enviado por gabi_0974 • 4 de Septiembre de 2014 • 1.626 Palabras (7 Páginas) • 369 Visitas
1. Aspecto Biológico de la Ludopatía
La ludopatía fue incluida por primera vez como un trastorno patológico en las clasificaciones psiquiátricas en 1980, en el Manual Diagnostico y Estadístico de los Trastornos Mentales DSM-III, de la Asociación Psiquiátrica Americana. A partir de entonces se han desarrollado diversas líneas de investigación neurobiológicas para estudiar los mecanismos etiopatogénico del juego biológico, en este sentido destacan:
• La línea de investigación desarrollada a partir de las afinidades nosológicas del juego con otros trastornos en el control de los impulsos, que suponen la implicación de mecanismos serotonérgicos.
• Las teorías que señalan como fundamentales el "arousal" (nivel de activación) y el rasgo temperamental "búsqueda de sensaciones" (sensation seeking), que sustentan la hipótesis de una alteración del sistema noradrenérgico.
• Las hipótesis que hacen hincapié en la relación de la ludopatía con los trastornos adictivos, y que señalan la implicación de las vías dopaminérgicas.
• Otras hipótesis: la ludopatía como un trastorno del ánimo; la ludopatía como un trastorno del espectro obsesivo-compulsivo.
La interacción entre las funciones serotoninérgica (5-HT), noradrenérgica y dopaminérgica constituye la base actual para la comprensión de la fisiopatología de las adicciones y los comportamientos impulsivos. La función serotoninérgica (5- HT) regula el inicio e inhibición de la conducta y su déficit se traduce en una resistencia del comportamiento a la extinción con la consiguiente dificultad por parte del jugador para aplazar la conducta problemática o interrumpirla una vez iniciada. El sistema noradrenérgico regula y detecta estímulos nuevos y/o adversos y sus disfunciones pueden constituir la base neuroquímica de la característica actitud expectante y selectiva del sujeto ante los estímulos que el juego proporciona. La función dopaminérgica media en los mecanismos de recompensa y refuerzo de la conducta, y con lo que la complejidad de su fisiología participa en la adquisición y mantenimiento de comportamientos impulsivo-adictivos cuyo conjunto ha sido denominado “síndrome del déficit de recompensa”.
1.1 Hipótesis serotonérgica
La ludopatía ha sido considerada como un trastorno en el control de los impulsos desde que fue reconocida como entidad nosológica en la clasificación americana de los
trastornos mentales, DSM-III, en 19801. La versión revisada de dicha clasificación, así
como la más reciente DSM-IV3 siguen clasificando la ludopatía dentro de un apartado
denominado "Trastornos del control de los impulsos no clasificados en otros apartados", en el que se incluyen también la piromanía, la cleptomanía, la tricotilomanía y el trastorno explosivo intermitente.
1.1.1 Serotonina
Serotonina, neurotransmisor, molécula que interviene en la transmisión de mensajes a través de las sinapsis o uniones entre células nerviosas adyacentes. Actúa como vasoconstrictor, inhibe la producción de ácido clorhídrico en el tracto digestivo y estimula la contracción de la pared intestinal. Su función en el sistema nervioso central y sus efectos en los cambios de comportamiento están siendo objeto de distintos estudios de investigación.
La serotonina se forma a partir de un aminoácido precursor, el triptófano, que proviene de los alimentos que presentan un alto contenido en proteínas, como la carne. En el proceso de neurotransmisión la serotonina es liberada de una célula nerviosa o neurona a otra, dando lugar a la formación de un impulso nervioso, que puede traducirse en la estimulación o inhibición, según los casos, de una actividad celular. La serotonina, después de su actuación, pasa de nuevo del espacio sináptico a la neurona que la liberó, para ser reciclada y reutilizada en otra ocasión, o bien es procesada y convertida en una molécula inactiva.
1.1.2 Factores orgánicos de los impulsos
El papel de una posible organicidad en los trastornos en el control de los impulsos, sobre todo en aquéllos que muestran una conducta abiertamente violenta:
• Experimentalmente se ha podido observar la asociación de diversas áreas
cerebrales, fundamentalmente el sistema límbico, con las conductas impulsivas y violentas, lo que se ha estudiado principalmente en el trastorno explosivo intermitente. Entre los factores que se han señalado como predisponentes se incluyen traumas perinatales, crisis comiciales infantiles, traumatismos craneales, encefalitis, disfunción cerebral mínima e hiperactividad.
• Se ha invocado la posible acción de hormonas como la testosterona en las conductas impulsivas y violentas, si bien la implicación de esta hormona parece estar más relacionada con la agresividad que con la impulsividad.
• Se ha descrito una relación entre la epilepsia del lóbulo temporal y ciertas conductas impulsivas violentas.
• Signos de disfunción cerebral mínima se han observado en algunos sujetos con trastornos en el control de los impulsos tales como signos neurológicos menores, dominancia cerebral invertida o mixta, a menudo contrariada, alteraciones inespecíficas en el encefalograma, hiperactividad, así como antecedentes de trastorno por déficit de atención e hiperactividad (ADHD) en la infancia.
En relación al trastorno que nos ocupa, se han descrito en ludópatas diversas alteraciones en el electroencefalograma, algunas de carácter inespecífico como el déficit en la diferenciación hemisférica, similar al encontrado en niños con ADHD, mientras que en otros estudios se objetivan alteraciones localizadas en lóbulos frontales y temporales. También se ha señalado que los jugadores patológicos tienen una mayor frecuencia de
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