MI OTRO YO

La fragilidad mental se ve reflejada en este film (protagonizado por Mel Gibson y dirigido por Jodie Foster) con una carga psicológica bastante fuerte. En la Película se muestra un cuadro sintomático de un enfermo depresivo y las consecuencias que puede traer consigo la despersonalización. No es una película en donde se muestre claramente la relación entre médico y paciente que sirva de crónica a un relato de éxito y felicidad. Tampoco es tan solo un “Drama”, pues en lo personal nos deja mucho que aprender, temer y sentir. El tono de la historia; bien sujeto entre la comedia negra y el drama psicológico, nos abstiene de reir y mantiene sobrio al espectador respecto al conflicto del protagonista y su títere. ψ

Walter Black (Mel Gibson) es un esposo, padre y hombre de negocios que ha intentado todo para salir de su depresión crónica. Al borde del suicidio y separado de su esposa e hijos, Walter se autoinduce a una terapia poco ortodoxa: usará un títere de mano con forma de castor sin separarse de él día y noche. Aun con la mejoría en su estado de ánimo y relaciones personales, Walter no parece querer deshacerse del castor y su esposa (Jodie Foster) descubrirá que la idea del títere no fue un tratamiento ideado por su psiquiatra.

Hay muchas otras películas que reciben toda nuestra atención y dinero, “Mi otro yo” es una cinta propositiva que no puede pasar desapercibida por nosotros los Psicólogos (as).

Las atmósferas creadas transmiten los diferentes estado del protagonista: primero sombríos, luego más brillantes e iluminados y acompañando los altibajos, con una musicalización ideal donde “Exit Music (For a film)” de Radiohead “resalta significativamente uno de los momentos más críticos del film.”

El castor sugiere que el único camino eficaz hacia un futuro más sano mentalmente es a través de su pasado, eso es algo que debemos recordar. :)

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