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MULTIDIMENSIONALIDAD


Enviado por   •  22 de Enero de 2015  •  6.798 Palabras (28 Páginas)  •  241 Visitas

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ESTRUCTURA MULTIDIMENSIONAL DEL SER HUMANO.

Dra. María Fuentes Caballero1985.Barcelona.

LAS TERAPIAS Y SU ACCION SOBRE CADA ESTRUCTURA

La belleza del cuerpo comprende, como es natural, la salud, y envejecer significa también perder esa belleza. Visto bajo ese aspecto, el cuerpo que se tiene pasa un punto culminante de perfección, luego empieza a declinar, para llegar finalmente a la muerte.

La conciencia corporal del hombre iniciático (leer “en camino de evolución”) es de otro orden. Está en relación con la transparencia. Es, en gran parte, independiente del concepto tradicional de salud física, juventud y eficacias profanas. Una trasparencia muy marcada depende de factores diferentes a los que actúan sobre la salud puramente física. En la trasparencia, la curva de la vida no desciende necesariamente con la vejez. Es posible que siga siendo ascendente hasta la muerte. La fealdad amenaza a la persona que envejece sin haber seguido un camino de evolución y desarrollo interior, o que lo ha querido ignorar siempre. Es la que sufre por su edad y siente amargura. Avanzar en el camino de la trasparencia embellece al rostro y da serenidad a los años. Toda práctica del camino iniciático- o camino evolutivo- es un ejercicio del cuerpo que se es, un ejercicio cuyo fin es crear aquellas condiciones que permitan a ese cuerpo hacerse trasparente al ser esencial. La práctica hace posible dos cosas: presentir, incluso sentir, a través del lenguaje del cuerpo nuestra esencia inmanente, y en ella al Ser sobrenatural; y dar a esa esencia la oportunidad de tomar, en el cuerpo que se es, la forma que corresponde a nuestra imagen connatural.

“Iniciar un camino de evolución y transformación interior implica siempre un cambio tras el que se reconoce el cuerpo como instrumento de la trasparencia. Para progresar en el camino iniciático es indispensable una atención crítica con respecto a esta trasparencia a la que nuestra vocación nos destina. La conciencia corporal orientada hacia este camino debe decidir sobre las exigencias físicas compatibles con la trasparencia del cuerpo que se es. Esta misma conciencia marca el ritmo de sueño y vigilia, lo que se debe comer y beber, así como la cantidad y la forma de las actividades físicas. Sobre todo esto no existen normas rígidas. Quien emprende el camino debe él mismo adaptar, con flexibilidad, su conducta corporal a la etapa en la que se encuentre, y el umbral que debe atravesar para llegar al siguiente grado.”

Después de este texto de nuestro amigo Durckheim, lo que resta es casi sencillamente, ampliar un poco los detalles.

Como contraposición al concepto de “cuerpo” de la cultura tradicional- reflejada en la Medicina “Ciencia que estudia el estado de salud y enfermedad del ser humano”-, y que se traduce en la definición de SALUD:”Ausencia de enfermedad. Media estadística entre estados que pueden variar de un individuo a otro, de un día a otro”. Y también el de ENFERMEDAD: “Alteración o ausencia de salud”, en los términos más literales y científicos. Como contraposición, decía, a esos términos, y acercándome a la concepción del ser humano que describe Durckheim, prefiero definir la SALUD como “Estado de armonía del organismo, que se caracteriza por el reparto equilibrado de energías dentro del mismo, permitiéndole vivir, crecer y desarrollarse como entidad somática, y conocerse, aceptarse y transformarse como entidad psíquica y espiritual”.

Es por ello por lo que se me hace necesario partir de un esquema de trabajo basado en la enumeración y descripción de las estructuras que se conforman al ser humano, de su posible funcionamiento, por separado y en inter-relación, en un intento de comprender cuales son los mecanismos y factores que intervienen en el desarrollo de la persona. Todo ello, como base para intentar, a partir de esa comprensión, tomar conciencia de nuestra responsabilidad sobre dichos factores, y por lo tanto sobre nosotros mismos, así como de nuestras posibilidades de transformación profunda en un sentido evolutivo.

El esquema se traduce en cuatro conceptos básicos:

- CUERPO FÍSICO o Estructura “Mineral”.

- CUERPO ENERGÉTICO o Estructura energética que da lugar a la Vida orgánica y funcional.

- CUERPO PSÍQUICO-ASTRAL o Estructura Emocional y anímica.

- CUERPO ESPIRITUAL o Ser esencial y trascendente.

Partiendo de cado uno de ellos, intentaré explicar de modo somero su posible funcionamiento, factores que intervienen el él y como se interconexionan entre ellos, llegando así a la hipótesis sobre cómo es posible intervenir en la modificación de cada uno de ellos, y por lo tanto, de la globalidad del ser humano.

CUERPO FÍSICO

Es el cuerpo de materia densa. Sobre él se basan prácticamente todas las explicaciones, teorías, hipótesis, tratamientos, etc., de orden médico, biológico, anatómico, fisiológico, en fin, de las disciplinas científicas actuales, que lo conciben como algo mecánico, o todo lo más, como una perfecta máquina en la que los procesos de tipo físico y bioquímico explicarían todas sus funciones, dirigidas a su vez por una especie de “laboratorio” o computador central que sería el cerebro, al cual obedece el resto del cuerpo.

Efectivamente, no es posible dejar de lado la importancia indiscutible de la existencia del cuerpo como estructura física. Él nos permite no sólo percibir al mundo, sino que es el vehículo de nuestro propio ser, y por lo tanto el mejor instrumento del que disponemos para transformarlo.

Sin embargo, si procedemos a un estudio exhaustivo y analítico de los componentes de esta estructura, comprobamos que está hecha con los mismos componentes que conforman al reino mineral o inanimado: Hidratos de carbono, o Azúcares, Proteínas o Moléculas complejas de compuestos aminados, Lípidos o Grasas, Vitaminas, Sales minerales, Agua.

No obstante, estos componentes, es evidente que nuestro cuerpo es algo “animado”, vivo, con una serie de funciones vitales (formación del feto-nacimiento, crecimiento-metabolismo), todo lo que en definitiva conformaría las funciones propiamente biológicas, y que van mucho más allá de una pura estructura mineral. Estas funciones no pueden ser explicadas sólo a partir de los citados componentes, es por ello que es necesario profundizar en otro concepto que intente dar esa explicación. Más tarde lo desarrollaremos como el Cuerpo de Energía, o Energía Vital, o en términos esotéricos, Cuerpo Etérico.

Pero antes, aún es necesario detenerse en la importancia de las cualidades de esos componentes minerales, o “material de construcción” que de forma al “edificio” que es nuestro cuerpo. En este sentido, es evidente que la calidad de ese “edificio” va a depender fundamentalmente

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