Mi novio detrás de la web.

Mi novio detrás de la web.

Alana es una mujer de 32 años, profesora de una escuela en Tegucigalpa, Honduras, siendo una persona que aún no se ha acostumbrado a las nuevas tecnologías y a las redes sociales solo puede mantener una conversación formal con las personas que ya conoce, sin negar la posibilidad de aceptar solicitudes de gente que aún no conoce.

Teniendo como amigas a Yvett y Dariella, suele disfrutar de dar clases en la escuela, al menos eso aparenta, siempre con una mentalidad medio negativa de lo que le rodea, siendo escéptica con sus estudiantes.

Una nueva asistente llegará a trabajar al lado de Alana, se trata de Julissa, una chica más joven que Alana, que resultó que pasó la examinación necesaria para poder tomar el puesto de asistente.

Alana y Julissa remontan una buena amistad al platicar sobre cómo será el trabajo en la escuela,

y deciden pasar sus e-mails para poder conectarse en sus redes sociales, así como el Messenger.

Fue ahí cuando Alana recibió una solicitud de amistad en Facebook de una persona que no conocía, se trata de Juan Andrés, un joven que al parecer, tiene casi la misma edad que ella,

con fotos suyas en su perfil de Facebook.

Ella no suele ser de las personas que socializan muy bien por la ciber web, pero decidió que siempre hay una primera vez, así que decidió aceptar su solicitud.

A la hora de chatear con Juan Andrés (de una forma casual, como suele ser la primera vez que se habla con alguien en chat, por medio del clásico “hola”) se da cuenta (por que el mismo se lo dice) que Juan Andrés es un amigo íntimo con Julissa, y que a ella la agregó porque sabía que tenía una amistad con ella.

Alana en su mente se dijo así misma:

“Tendré una ventaja al saber que tiene como amiga a Julissa… para así conocer quién es este Juan Andrés.”

A la primera conversación se miraba como si fuera una persona amable y con cordura, ya que demostraba lo bueno que podía ser, emocionando así a Alana.

Fue cuando Alana decidió preguntarle a Julissa sobre Juan Andrés,

Julissa le responde diciendo que es un amigo de desde la secundaria, alegando que es un buen amigo que trata como a un hermano, cuidándose unos a otros.

Después de eso, Alana decidió conectarse por medio del Messenger, para asegurarse de que Juan Andrés está conectado, y decide hablar con él.

Por esa conversación, Alana se dio cuenta de una actitud que quizás nunca se imaginó que Juan Andrés llegaría a acarrear, puesto a que se mostró de una manera muy diferente a cuando hablo con Alana a la primera vez (de una manera ruda, quejándose por una resaca de una fiesta pasada).

En ese momento Alana se sentía decepcionada, al encontrar una imagen diferente de cómo podría ser Juan Andrés.

Fue hasta en otra conversación que tuvo con Juan Andrés que cambio su manera de verlo, ya que él se disculpaba por cómo fue la vez pasada y alegando que le agradece por haberle escuchado, así Alana ganó su “confianza”.

Alana habló con Julissa, comentándole lo que paso con Juan Andrés y pidiéndole uno que otro consejo de como poder tratar con él, fue ahí cuando Julissa le dejó ir unas palabras que recordaría por todo lo que transita en la historia:

“Juan Andrés puede llegar

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