Milton Erickson
Enviado por vielasquez95 • 14 de Octubre de 2013 • 767 Palabras (4 Páginas) • 369 Visitas
MILTON ERICKSON: TERAPIA BREVE ESTRATÉGICA
Habla Erickson:
Una mujer vino a verme y me dijo: "Peso 90 kilos. Hice dieta bajo control médico centenares de veces, con éxito. Quiero pesar 65 kilos. Cada vez que bajo de peso hasta los 65, corro a la cocina para celebrar mi triunfo y ahí mismo me vuelvo a echar todos los kilos encima. Ahora peso 90. ¿Puede usted ayudarme, mediante la hipnosis, a bajar a 65? Estoy de vuelta en 90 kilos, por centésima vez."
Le dije que sí, que podría ayudarla a reducir su peso mediante hipnosis, pero que a ella no le gustaría lo que yo iba a hacer. Me contestó que ella quería pesar 65 kilos y que no le importaba lo que yo hiciese. Le dije que para ella sería un poco doloroso. Me contestó: "Haré cualquier cosa que usted diga".
Bien, dije yo. Quiero que me de su promesa más absoluta de que seguirá mis consejos al pie de la letra.
Me lo prometio de inmediato y la puse en estado de trance. Volvi a explicarle que a ella no le gustaría mi método para bajar de peso. ¿Me prometía fielmente que iba a seguir mis consejos? Así lo hizo.
Entonces le dije: "Haga que presten atención tanto su mente consciente como su mente inconsciente. Esto es lo que hará: su peso actual es de 90 kilos, yo quiero que aumente 10 kilos más; cuando llegue a pesar 100, en mi balanza, podrá empezar a bajar".
Literalmente me imploró de rodillas que la librara de cumplir su promesa. Y con cada kilo que ganaba se volvía más insistente en que le permitiera empezar a bajar de peso. Cuando llegó a pesar 95 se puso tremendamente afligida, y me imploró que la librara de la promesa. Al llegar a 99 me dijo que ya era suficiente, que ya estaba muy cerca de los 100, pero yo no di mi brazo a torcer: tenía que pesar 100 kilos.
Cuando llegó a los 100 kilos se puso muy contenta de poder empezar a bajar. Y cuando bajó a los 65 dijo: "Nunca más voy a aumentar"
Su pauta había sido bajar de peso y después subir. Yo se la invertí: la hice subir primero y bajar después. Y ella quedó muy satisfecha con el resultado y mantuvo ese peso. No quería padecer nunca más esa horrible agonía de aumentar 10 kilos.
En esta paciente el aumento de peso ya no es una señal de rebelión o expresión de algún deseo, sino algo que se le impone como una coacción. En consecuencia, así como antes le molestaba tener que perder peso, ahora le molesta tener que ganarlo.
En "Es pecado" Erickson ejemplificó de qué manera a veces es preciso ayudar a un paciente a "quebrantar las prohibiciones", aquí muestra que con frecuencia es útil hacerles modificar sus pautas. En este caso, simplemente le hizo invertir a la mujer su pauta de aumento y disminución de peso. Hecho esto, ella no pudo volver a repetir la misma secuencia de toda su vida. Aparentemente,
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