Moldeamiento

ANALISIS CONDUCTUAL APLICADO

1. Introducción

El Juego

El juego es una actividad muy importante para el desarrollo cognitivo (intelectual) y afectivo (emocional) del niño, además se ser placentero. El juego favorece la creatividad del niño y fomenta su maduración. Es a través del juego que los niños empiezan a comprender cómo funcionan las cosas, lo que puede o no hacerse con ellas, descubren que existen reglas de causalidad, de probabilidad y de conducta que deben aceptarse si quieren que los demás jueguen con ellos. El juego espontáneo está lleno de significado porque surge con motivo de procesos internos a través de los cuales manifiesta su mundo consciente e inconsciente. Es necesario comprender sus juegos; observando éstos se pueden descubrir sus adquisiciones evolutivas, sus inquietudes, sus miedos, aquellas necesidades y deseos que no pueden expresar con palabras y que encuentran salida a través del juego. (Reyes-Navia, 1996).

Los Hábitos

En psicología el hábito es cualquier comportamiento repetido regularmente, que requiere de un pequeño o ningún raciocinio y es aprendido, más que innato. Cabe mencionar que para que un hábito se forme en una persona debe practicarlo durante varias ocasiones así tanto el cuerpo como la mente se acostumbra a este hecho a lo que el cuerpo va a realizar esto de manera común. (Aspe y López 1999)

Algunos hábitos, como el orden por ejemplo, pueden desperdiciar importantes procesos mentales que bien podrían aprovecharse en tareas más exigentes, pero otros fomentan prejuicios o son perjudiciales pudiendo convertirse en vicios.

El aprendizaje de los hábitos exige constancia y coherencia, el niño debe aprender que existen horas para el desayuno, las tareas, las horas de juego, etc. Entre los hábitos conductuales están los de comer, dormir, atender, obedecer, respetar el orden en los juegos, aprender a tranquilizarse en lugar de hacer berrinches, a distraerse, a compartir los juguetes, etc. Los hábitos van configurando el carácter del niño, su personalidad aprendida. Son rasgos psicológicos muy estables que conviene cuidad, porque si son los adecuados van a constituir los recursos fundamentales con los que va a contar el niño a lo largo de su vida. (Barientos, 2007)

El modelamiento de conductas a través del juego ayuda a la formación de hábitos en los niños que en su vida futura les ayudaran a alcanzar sus metas. Las conductas de orden y disciplina se pueden forjar a partir de los 3 años a través de juegos y conductas de imitación.

Es importante regular constantemente los comportamientos, recordándoles a los niños la importancia de agradecer, pedir por favor, ordenar y hacerse responsable de sus juguetes y cosas personales. A través de la enseñanza estas conductas y actitudes, se van transmitiendo valores fundamentales de respeto y cortesía, a la vez que se estimula el desarrollo de la capacidad

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