NIÑOS, VERDADEROS GENERADORES DE CAMBIO

NIÑOS, VERDADEROS GENERADORES DE CAMBIO

La educación ha existido desde el inicio del hombre, pues ha sido la encargada de ser portadora de valores sociales, culturales, tradiciones religiosas, creencias, habilidades y conocimientos, permitiendo conocer y desarrollar fenómenos ideológicos, culturales y sociales del ser humano.

Es por esto que la educación es un proceso en continua transformación, donde el actor principal sea el cambio; tanto el cambio del maestro en su perspectiva de educación, como el cambio en los niños, porque "La principal tarea de la educación debería ser ayudar y preparar a los niños a cambiar su realidad presente en una realidad futura mejor" (Bruno Bettelheim), pues no debemos desconocer que el mundo y las sociedades están en profundo cambio, y que la educación atraviesa una crisis que en su mayoría es responsabilidad de los docentes que no lo aceptan ni adoptan, y es obligación del maestro garantizar el cumplimiento de su responsabilidad social.

Es necesario que la educación se convierta en un proceso de enseñanza práctico, que motive al estudiante y pueda ser aplicable al entorno que le rodea, donde las herramientas, los ejemplos, la experiencia sean la base que le permita adquirir el interés por continuar mejorando este proceso, que no se le coarte su libre expresión ni sus emociones, pues estás hacen parte del vivir de cada ser humano, entendiendo que una de las mejores formas de aprender es a través de la vivencia de nuevas experiencias, en donde el aula se traslada a un espacio abierto en el cual se acerca el estudiante al conocimiento.

Nosotros los maestros estamos llamados a ser las personas que ayudan y guían al niño a descubrirle sentido a la vida, y es necesario que el docente acepte que los niños son poseedores de grandes manifestaciones de entusiasmo, alegría pero que al mismo tiempo chocan con sentimientos profundos de tristeza frente a situaciones que restringen estas emociones de felicidad, el niño necesita que se le brinden numerosas experiencias positivas en su proceso de aprendizaje, donde no sea un individuo externo sino todo lo contrario, donde haga parte fundamental de una cadena de procesos de enseñanza- aprendizaje, y por ningún motivo podemos transformar la alegría de nuevas experiencias en el niño, en castigo y frustración, pues es más formativo para el niño celebrar su próxima nueva experiencia y si causa algún caos, transformar ese caos en alegría colectiva, generando nuevas propuestas entorno a esta experiencia que va a vivir.

En la actividad pedagógica es fundamental entender que cada niño es un mundo diferente, rodeado de situaciones tan individuales y especiales que los hacen únicos, pero que forman parte de un grupo, está en nosotros continuar despertando el interés y la necesidad del estudiante en aprender a través de experiencias que marquen

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