Niño Vidente
Enviado por lissettcoromoto • 2 de Abril de 2013 • 3.097 Palabras (13 Páginas) • 302 Visitas
ASPECTOS PSICOEDUCATIVOS DEL NIÑO DEFICIENTE VISUAL
1.- CONCEPTO Y CLASES DE CEGUERA
Para definir la ceguera tomamos como referencia la agudeza visual, que es la habilidad para discriminar figuras a una distancia determinada, se mide por la escala de Wecker y se representa por una fracción, el nominador de la misma es la unidad y el denominador los m. que necesita un ojo sano para ver esa figura, se considera ciego la fracción 1/10. También podemos tomar como referencia el campo visual del sujeto, que se refiere a los ángulos de visión, un ojo sano tiene 90º parte externa, 60º parte interna, 50º parte superior y 70º en la inferior.
En el Congreso Oftalmológico de Madrid de 1978 se definió a la ceguera como la situación anómala del individuo que con su mejor ojo no sobrepasa la fracción 1/10, o que si la pasa, su campo visual es de menos que 35º.
La ONCE considera ciego al individuo que en ninguno de sus ojos tiene 1/20 de la visión normal. Barraga clasifica a los deficientes visuales de esta forma:
Ciegos: ciegos = carecen totalmente de visión, desde el punto de vista educativo, es ciego el niño que aprende mediante el Braille. Los ciegos parciales son los niños que tienen más posibilidades visuales.
Amblíopes: disminución de la visión que no llega a la ceguera. Niños de baja visión: niños que con su resto visual pueden ver objetos a pocos cm. No deben ser considerados como ciegos ni educados como tales. Niños limitados visuales: necesitan que los objetos les sean presentados adecuadamente de manera que puedan verlos.
Existen otros trastornos visuales además de la agudeza visual y campo visual, son:
Alteraciones de motilidad ocular: problemas en la visión binocular. Estrabismo: incapacidad en los ojos para centrarse en un mismo objeto (estos trastornos pueden derivar en la pérdida permanente de la visión si no son tratados). Fotofobia: ojos muy sensibles a la luz, ven mejor en la oscuridad. Trastornos refractarios: miopía, hipermetropía y astigmatismo.
2.- CAUSAS DE LA CEGUERA
2.1.- Enfermedades de origen hereditario.
Acromatopsia: ceguera total de colores. Albinismo: carencia total o parcial de pigmento, son fotofóbicos y son muy sensibles a la luz. Cataratas congénitas, renitis pigmentaria, miopía degenerativa, glaucoma.
2.2.- Enfermedades de origen congénito.
Anoftalmina: ausencia del globo ocular o no desarrollo del mismo. Atrofia del nervio óptico: pérdida de la agudeza visual y trastornos en la percepción de colores. Rubéola: enfermedad que pasa de la madre que puede producir trastornos en los ojos del feto.
2.3.- Trastornos de origen traumático o secundarias a otras enfermedades.
Retinopatía del bebé prematuro: trastornos en la retina, resultado de la excesiva admón.. de oxígeno en la incubadora. Retinopatía diabética. Desprendimiento de la retina.
2.4.- Trastornos producidos por tumores, virus o tóxicos.
Glioma de la retina: tumor en la retina. Melanosarcoma del coroides: tumor en el coroides. Neuritis óptica: inflamación y degeneración del nervio óptico.
3.- ASPECTOS PSICOLÓGICOS DEL NIÑO CIEGO
3.1.- Percepción sin visión.
Las sensaciones auditivas, hápticas, sentido térmico de la piel y olfativas ocupan un importante rol en su experiencia sensorial. La información del medio ambiente le llega al ciego a través del sistema somatosensorial (somatestesia = tacto, presión, dolor, temperatura; sistema propioceptor = recoge información de las articulaciones), del sistema vestibular, del sistema auditivo y de los sentidos químicos: el olfato y el gusto.
Podemos distinguir entre tacto pasivo (capacidad de buscar información táctil sin buscarla intencionadamente) y tacto activo o sistema háptico (capacidad de buscar información táctil intencionadamente, este es el tacto que utiliza el niño ciego). Un aspecto del tacto activo es la percepción de la textura, otro aspecto es la dimensión de la forma, bidimensional o tridimensional.
Aspectos importantes a desarrollar por el niño ciego son la sensibilidad cutánea y la capacidad de discriminación táctil. Los umbrales perceptivos táctiles de los ciegos y de los videntes son los mismos, pero hay diferencias en la manera de recoger y almacenar información, mejor en los ciegos.
El conocimiento espacial puede obtenerlo el ciego también a través del tacto, en concreto el “espacio cercano”, aquel que puede abarcar con las brazos y al que tiene acceso mediante el tacto activo. El conocimiento llamado “espacio lejano” es aquel que no es abarcable mediante los brazos. Las personas ciegas de nacimiento pueden elaborar “mapas cognitivos” de los ambientes en que se desenvuelven.
El oído permite al invidente discriminar sonidos, localizar y detectar obstáculos e identificar personas y objetos. Los niños ciegos son mejores en tareas de extraer secuencias cortas o complejas de sonidos, en memorizar las letras cuando se presentan acústicamente. Poseen el llamado “sentido del obstáculo”, capacidad de detener su marcha ante una puerta o un muro en un ambiente desconocido, esta percepción se realiza a través del oído. En cuanto a los sentidos químicos, gusto y olfato, no existen estudios actuales, según estos estudios, los ciegos no son mejores que los videntes para detectar un olor, pero una vez detectado lo categorizar mejor.
3.2.- Desarrollo psicológico del niño ciego.
En la primera infancia, el bebé ciego conoce el mundo exterior a través de los sonidos, olores y los contactos corporales con las madres o personas encargadas de su cuidado. En los casos de carencia afectiva y/o de estimulación suelen aparecer en los niños ciegos conductas típicas que recuerdan comportamientos autistas, las estereotipias.
En las dos primeras etapas del período sensoriomotor, el desarrollo de un niño ciego es similar al de un vidente. En la tercera etapa del período sensoriomotor comienzan las diferencias entre el bebé ciego y el vidente. Para el bebé ciego la única evidencia de que las cosas o las personas siguen existiendo cuando no están en contacto con él es el sonido que producen. Entre los 7 y 9 meses comienza a buscar objetos táctiles que ha tenido previamente en la mano, entre los 9 y 12 meses, busca el objeto en el sitio que lo perdió.
El desarrollo motor y postural de los bebés ciegos suele estar dentro de la edad normal para los videntes, aunque los movimientos espontáneos están retrasados. Entre los 12 y 13 meses comienza a gatear, la marcha sin ayuda no comienza hasta los 19 meses, que puede agravarse si existe una excesiva sobreprotección del niño. Una vez que se mueve de forma autónoma, accede a la cuarta y quinta etapa de la inteligencia sensoriomotora, realiza experiencias con el objeto
...