Niños ferales.

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                  NIÑOS FERALES

Introducción:

En este trabajo estableceré el desarrollo de la habilidad del lenguaje en relación con el caso de los  niños ferales.

Puesto que en particular estos caso de los niños ferales o salvajes, muestran que son de suma importancia e impacto para la sociedad en especial para el mundo científico ya que no se encuentran muchos casos de estos niños en la cual se pueda realizar observaciones, análisis, pruebas y llevar a cabo una rehabilitación exitosa.

Los objetivos de esta investigación es en primer lugar dar a conocer que es ser un niño feral, el desarrollo del lenguaje en estos casos.

¿Cuál es la influencia de la herencia genética y el ambiente en el desarrollo del lenguaje a partir del caso de los niños ferales?

Para empezar a responder esta pregunta uno se pregunta ¿Qué es un niño feral?

Pues un niño feral o niños salvaje es una persona que ha vivido apartada de la sociedad durante un largo periodo de su infancia, ya sea porque no hayan tenido el más mínimo contacto humano durante años o niños que hayan sido confinados.

Bueno volviendo a la pregunta inicial, en el desarrollo del lenguaje en el caso de los niños ferales tiene como influencia el ambiente mayoritariamente más que la herencia genética.

Me baso en uno de los casos más reconocidos.

El caso es de “La pequeña Genie”

“El 4 de noviembre de 1970, los servicios sociales de la ciudad de Los Ángeles descubrieron una niña de trece años en estado semisalvaje, una criatura incapaz de hablar después de haber pasado su vida encerrada en una habitación a oscuras y en condiciones infrahumanas. Según describieron los testigos, en aquella habitación no había más que una silla-orinal.

Durante aquellos trece años de vida, la pequeña Genie, como la bautizaron más tarde los investigadores, había tenido prohibido hablar o emitir sonido alguno. Su padre le golpeaba salvajemente o le ladraba como un perro si se le ocurría hacer algún ruido.

 Además de mantenerla aislada del resto de la familia, aquel hombre no le proporcionó otro alimento que no fuera comida para bebé o huevos cocidos.

Cuando los psicólogos examinaron a la niña, descubrieron que caminaba con dificultad y se comportaba como una criatura salvaje: escupía, arañaba...

La niña tenía un vocabulario de veinte palabras, en su mayoría órdenes como “¡para!”, “no” o “¡ya no más!”.”

Bueno este caso la pequeña niña no tenía la capacidad de hablar ya que desde pequeña fue privada al conocimiento del lenguaje y las pocas palabras la cual  sabía pronunciar, fueron escuchadas de sus padres cuando estos peleaban.

También mostraba una dificultad en sus movimientos y postura como el de caminar y en el equilibrio, se veía que olfateaba, arañaba y escupía, además la exploración de objetos lo realizaba a través del tacto.

Uno de los descubrimientos fue que la pequeña mostraba signos de retraso mental, pero el origen de estos no estaba definido, ya que los doctores no tenían la certeza de que el retraso que presentaba, era desde su nacimiento o genera por el aislamiento.

Por otro lado el joven lingüista  Noam Chomsky perteneciente del centro de tecnológico de Massachusetts planteo la siguiente teoría “Adquirimos un lenguaje no solo porque es enseñado sino porque nacemos con los principios de este, por lo que están en nuestros genes….Tenemos una lengua debido por nuestra naturaleza”

Pero luego de un tiempo apareció un neuropsicologo Eric Heinz Lenneberg quien le dio un giro particular a la teoría “concuerdo con que nacemos con los principios del lenguaje pero mantiene que existe un fecha límite para ponerlos en práctica….si una lengua no es adquirida para la pubertad, quizás sea demasiado tarde” a esto se le llamo hipótesis del periodo crítico.

   
Por lo que se definió que existe un tiempo crítico de la infancia en el cual uno puede desarrollar en el cerebro las conexiones necesarias y las innecesarias para el desarrollo mental del niño.

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