Niños Ferales
Enviado por sosya • 2 de Octubre de 2013 • 2.395 Palabras (10 Páginas) • 458 Visitas
2- Indagar otros casos de niños ferales. Establecer semejanzas y diferencias con el caso de Víctor.
El caso de la “niña pollo”, de Portugal.
María Isabel Quarema Do Santos, Niña criada por gallinas.
La “niña pollo” de Portugal, como se dio a conocer en los medios, se llama María Isabel Quaresma Dos Santos fue encontrada en enero de 1980 cuando tenía 9 años de edad. La encontraron encerrada en un gallinero, en Tábua (Distrito de Coimbra), Portugal.
Maria Isabel nació el 6 de Julio de 1970, al año de nacer, su madre, Idalina Quaresma do Santos la encerró en un gallinero de la finca, donde pasaría prácticamente toda su infancia. La madre tenía graves deficiencias mentales y consideraba que M.Isabel no formaba parte de la familia. Los tres hermanos mayores de M.Isabel no corrieron la misma suerte y vivieron una infancia relativamente normal, acudiendo a la escuela y con las relaciones típicas con el resto de niños de la comunidad.
Tábua es una pequeña aldea agrícola y ganadera del norte de Portugal. Pocos habitantes que se dedican a sus trabajos en el campo y no se inmiscuyen en los asuntos de sus vecinos, por este motivo, pese a que todos conocían el caso de esta niña, nadie lo denunció ni hizo nada por remediarlo.
En 1980, una organización religiosa se hizo cargo de la niña y consiguió internarla durante un periodo corto de tiempo en una institución, a la espera de encontrar algo mejor y a más largo plazo, pero sorprendentemente, la niña fue devuelta a su familia al poco tiempo por dejar de hacerse cargo esta ¿Organización religiosa?…
Pero el caso saltó a los medios y una mujer, Maria Joâo de Oliveira Bichâo, que trabajaba como radióloga en el hospital de Torres Vedras, decidió tomar cartas en el asunto y a través de unas religiosas y de los servicios sociales. Lo que encontró esta mujer fue una niña totalmente salvaje que manifestaba claramente las mismas reacciones que las gallinas. Caminaba como ellas y movía continuamente sus brazos como si fuesen las alas, tenía las manos llenas de callos pues jamás había caminado erguida, durante años, se había alimentado con la misma comida que las gallinas lo que le había producido graves problemas de crecimiento. Pese a tener casi diez años, su edad cerebral se había estancado a los dos, no sabía hablar y tan solo emitía cacareos. No tenía absolutamente ninguna educación higiénica y intercalaba en su carácter estallidos de cólera con episodios de reclusión interior, sin prestar el más mínimo interés a los estímulos exteriores.
La señora Maria Joâo, llevó a la niña a distintos hospital para que fuese estudiada y reconocida por los médicos. Pero el caso parecía no interesar demasiado a nadie y otra vez, increíblemente, la autoridades obligaron a devolver a la niña a la familia. Hasta que poco tiempo después, vía denuncias judiciales, la niña sería internada por fin una institución psiquiátrica de Lisboa, allí pasó un tiempo hasta que fue trasladada a la casa del buen samaritano, una institución para niños con deficiencias mentales, donde ha estado hasta nuestros días.
Las terapias no han tenido mucho éxito, su edad mental continua estancada en los dos años y pese a que ha aprendido a caminar y a mostrar algunas reacciones como amor o miedo, la década de convivencia con las gallinas han mermado tanto sus capacidades físicas y mentales que ya no tienen solución.
Por Sinuhé Gorris, Tejiendo el Mundo.
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Se clasifica a los niños salvajes en dos grupos:
1. Los que han subsistido sin ningún trato o relación especial con hombres o animales. El ejemplo más significativo sería Víctor de Aveyron.
2. Los que han sido criados, y por tanto educados, por animales. Este es el caso de Kamala y Amala que fueron protegidas y aceptadas en una manada de lobos.
La historia de estas niñas empieza en 1920, cuando un misionero llamado J.A.L. Sing, que se encontraba a las afueras de Midnapore fue informado por un nativo horrorizado que había un fantasma en el bosque, y que era necesario hacer un exorcismo. Cuando Singh fue a investigar lo que ocurría, acabó descubriendo a dos niñas desnutridas y salvajes en la madriguera de unos lobos en un nido de termitas, a quienes la madre loba defendía como si fueran sus cachorros. Aunque Singh dudó en qué hacer, antes de que pudiera decidir los nativos mataron a la loba y capturaron a las dos pequeñas. De hecho le costó acalorados discursos desde el púlpito para evitar que las niñas fueran también tiroteadas.
Kamala era la mayor. Tenía 6 años y su hermana Amala tan solo 3. Separadas así de su entorno "familiar" solamente se tenían la una a la otra, considerando hostil cualquier otro ser humano que se las acercara.
En los primeros meses, las pequeñas eran sumamente agresivas y peligrosas : arañaban, mordían y atacaban como bestias a quienes se le acercasen.
Tenían las mandíbulas afiladas y los caninos más largos de lo habitual; los ojos les brillaban en la noche y veían mejor que nadie en la oscuridad, así como su sentido del olfato estaba especialmente desarrollado. Tampoco sabían llorar o reír, ni tenían, aparentemente, ningún sentimiento humano.
Se constató que no parecía haber vínculos familiares entre las dos, lo que llevaba a la sorprendente conclusión que la loba las había recogido en diferentes situaciones.
Su adaptación fue tan difícil que el reverendo Singh se llegó a preguntar si no hubiese sido mejor dejarlas en el bosque.
Tan solo 1 año después de su ingreso en el orfanato, la pequeña Amala enfermó y murió de disentería.
Cuando Amala falleció, se vio a Kamala llorar (además, se la tuvo que separar por la fuerza del ataúd de su "hermana"). Pasó las semanas siguientes refugiada en una esquina y aullando en las noches.
A partir de entonces Kamala se mostró más sociable. En la foto puede vérsela tomando comida de la mujer del reverendo, a la que también permitó que la tocara y la besara ocasionalmente.
Como resultado de la educación recibida, Kamala mostró algún tipo de progreso, por ejemplo, aprendió los conceptos elementales de cantidad, empezó a andar por si misma y adquirió un vocabulario de unas cuarenta palabras monosílabas. Estas se referían únicamente a objetos de importancia vital y concreta. Esto es todo lo que se pudo conseguir hasta la muerte de Karnala, al cabo de nueve años de estar viviendo allí
En 1929 contrajo la fiebre tifoidea y murió tras dos meses de enfermedad. Fue enterrada junto a Amala en el cementerio
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