No hay salud sin salud mental
camiriverasantorApuntes20 de Abril de 2016
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No hay salud sin salud mental
*cuando se habla de enfermedades no contagias, se habla de enfermedades no infecciosas (virales o bacteriales), se habla de enfermedades crónicas en general, pero tampoco siempre, porque también se refiere al cáncer, Alzhéimer, esclerosis múltiple, ELA, diabetes, etc. Es otro raro concepto gringo que no tiene una traducción literal.
Cerca del 14% de carga global de las enfermedades, se les atribuye a las enfermedades neuropsiquiatrías, mayormente, a enfermedades discapacistantes como la depresión, junto con otros desórdenes mentales, como el abuso de alcohol o el de sustancias y las psicosis. Se estima que hay que potenciar la importancia a la atención a los trastornos mentales en la salud pública. Sin embargo, el estrés, y otras condiciones sociales, podrían haber potenciado aún más las enfermedades mentales que incapacitan o incluso llegan a la muerte. Puede pensarse que además, los esfuerzos de competir esto se relacionan con mejorar los nuevos sistemas, como disminuir la pobreza y no especialmente este fenómeno. El problema de los trastornos mentales es que es probable que se haya subestimado, ya que no se aprecia, o no se le da importancia a la relación de la enfermedad mental con otros trastornos de salud. Esta interacción es clave, no pude haber salud, si no hay salud mental. Cabe destacar, que además, hay enfermedades, o condiciones de salud, que incrementan el riesgo de padecer un trastorno mental, y esto a su vez, complica la atención, el diagnóstico y el tratamiento, además complica el pronóstico. Los servicios de salud no se proporcionan de manera equitativa a las personas con trastornos mentales, y la calidad de la atención para las dos condiciones de salud mental y física de estas personas podrían mejorarse. Tenemos que desarrollar y evaluar las intervenciones psicosociales que pueden ser integrados en la gestión de las enfermedades contagiosas y no contagiosas. Los sistemas de salud deben ser fortalecidos para mejorar la prestación de atención de salud mental, centrándose en los programas y actividades existentes, tales como aquellas que abordan la prevención y el tratamiento del Sida, la tuberculosis y la malaria, también la violencia de género, atención prenatal, la gestión integrada de las enfermedades infantiles y la nutrición infantil y la gestión innovadora de las enfermedades crónicas. Ciertos fondos deberían re-presupuestarse para el tratamiento de trastornos mentales, ya que esta condición afecta el desarrollo “Millennium Development Goals”, que busca la igualdad de la mujer, disminuir la mortalidad infantil, disminuir la propagación del Sida, etc. La salud mental y sus derivados deberían ser integrados en todos los sistemas de salud, de las políticas públicas, de los seguros de salud y ser integrada en los sistemas de atención primaria y secundaria como una rama más de la medicina general.
Introducción.
La OMS señala la consigna “no hay salud sin salud mental” es respaldada también por otros organismos relevantes tales como Pan American Helth Organistation, UK royal College of Psychiatris, etc… ¿Qué hay detrás de este eslogan?
Los trastornos mentales hacen una contribución fundamental de manera independiente a la carga de la enfermedad en todo el mundo. La OMS señalo que en 2005 se estimaron que de la cifra mundial de morbilidad, se evidencia que el efecto relativo de los problemas de salud en todo el mundo. Las enfermedades no contagiosas se están convirtiendo rápidamente en el causas dominantes de mala salud en todas las regiones en desarrollo, excepto en África Sub Sahara (sur). The Global Burden of Diease (institución) señalo importancia de la atención de los trastornos mentales, mediante el uso de una medida integrada de la importancia de la enfermedad por año de vida ajustado por discapacidad, que es la suma de los años vividos con discapacidad y los años de vida perdidos (operación). El uso de esta “operación escala” arrojo que las condiciones neuropsiquiatríacas representan hasta un cuarto de los años de vida afectados por la discapacidad, y un tercio en enfermedades no contagiosas (el rango de esta atribución varía según países y nivel socio-económico). De las condiciones neuropsiquiatricas que cuentan con mayores consecuencias en relación a los años de vida afectados por trastornos mentales, son especialmente la depresión, esquizofrenia, bipolaridad, abuso de sustancias y demencia. Los trastornos neurológicos como el mal de Parkinson, epilepsia, esclerosis múltiple, son menos relevantes que los trastornos mentales, pero aún siguen siendo relevantes. Las enfermedades neuropsiquiatricas abarcan más que enfermedades como el cáncer o de las del orden cardiovascular.
A pesar de estos nuevos descubrimientos, después de 10 años del primer reporte de la OMS sobre el nivel de discapacidad que gatillan las enfermedades mentales, la salud mental sigue dando poca prioridad en mayor o menor medida en distintos países. Países en vías de desarrollo desarrollado optan por controlar y erradicar enfermedades infecciosas, prenatales, salud infantiles, mientras que los países desarrollados, priorizan enfermedades del orden no contagiosas que causen muerte temprana, como el cáncer y enfermedades cardiovasculares) por encima de las enfermedades incapacitantes el orden de lo neuropsiquiatrico. Si las los trastornos mentales fueran tratadas como un área aparte, presupuestos y planes independientes en el sistema de salud, se estima que tengan un costo inasequible.
El primer objetivo de este documento es evaluar críticamente la forma en que la importancia de la discapacidad y mortalidad prematura se reparte, en estimaciones de la “importancia mundial de morbilidad” de la OMS, entre las condiciones subyacentes dentro de los grupos de trastornos, y, en concreto, para evaluar si estas estimaciones dan cuenta de la plena contribución de trastorno mental a la mortalidad y la discapacidad. El segundo objetivo es revisar evidencia sobre la relación de trastornos mentales y otras condiciones de salud. El tercer objetivo es discutir sobre estas relaciones para una futura orientación para las políticas de salud, sistemas de salud y servicios de salud.
Contribuciones de los trastornos mentales para la discapacidad y la mortalidad.
Los trastornos mentales son una importante causa de discapacidad y dependencia a largo plazo. La OMS le otorga el 31.7% a todos los años vividos con discapacidad a las condiciones neuropsiquiatricas. Las 5 mayores contribuciones corresponden a la depresión (11,8%), el alcoholismo (3,3%), esquizofrenia (2,8%), bipolaridad (2,4%) y demencia (1,6%). Sin embargo, la interacción entre trastorno mental y discapacidades más compleja y extensa que lo que OMS sugiere en sus estudios. La depresión predice el comienzo y el progreso de una doble afección, en el área de lo psíquico y en lo social. Por el contrario, la discapacidad es un importante potenciador de riesgo para la depresión en adultos y media en la mayor parte de los efectos de las condiciones de salud físicas específicas de este grupo. El apoyo social es un efecto modificador.
El atribuible a la población fracción (que es la proporción de casos de discapacidad que no habrían ocurrido en la ausencia de trastornos mentales) podría ser tan alto como 0.69, lo que sugiere que la falta de salud y la consiguiente incapacidad podría ser la causa contribuyente más importante para el final de la vida depresión. Dos estudios sugieren que la discapacidad es un igualmente potente, factor de riesgo potencial, aunque menos frecuente para la depresión en jóvenes.
Los trastornos mentales también contribuyen a la mortalidad. Según la OMS en 2005 se estimó que de los trastornos neuropsiquiatricos, 1,2 millones se mueren cada año y que 1,4% de todos los años perdidos por discapacidad , son principalmente causados por demencia, Alzheimer, Parkinson, entre otros. Solo 40.000 muertes fueron atribuidas a desórdenes mentales tales como la depresión, bipolaridad, esquizofrenia y al trastorno de estrés post-traumático. Y 182.000 por usar drogas y alcohol. Estas cifras son sobreestimadas, ya que se les atribuye la muerte por suicido a través de accidentes intencionados. Cada año, unas 800.000 personas se suicidan, de los cuales el 86% se encuentran en países de bajos y medianos ingresos, y más de la mitad de los cuales tienen entre 15 y 44 años. Estas cifras varían de país en país, según sus ingresos y nivel de desarrollo.
Incluso estas cifras podrían ser subestimadas, ya que las estadísticas oficiales de bajos ingresos y países de ingresos medios no son fiables. Por ejemplo, estudios en el sur de India que utilizan la vigilancia con validado autopsia verbal mostró que las tasas de suicidio eran diez veces mayor que el oficial estimaciones nacionales; 19,20 que el suicidio fue la causa principal de muerte en 10-19 años de edad; y eso suicidios representaron una cuarta parte de todas las muertes en los niños y hasta las tres cuartas partes de todas las muertes en mujeres joven. Una revisión sistemática de casos y controles autopsia psicológica estudios identificados trastornos mentales (depresión, esquizofrenia y otras psicosis, y alcohol de usar y trastornos por uso de sustancias) como riesgo importante proximal factores de suicidio, con una mediana de prevalencia de los trastornos mentales trastorno del 91% en personas que cometen suicidio, y una fracción atribuible poblacional de 47-74%. Los resultados de estudios de autopsia psicológica en la India y China similar. Por lo tanto, la prevención, la identificación, y manejo adecuado de los problemas de salud mental es un elemento importante de la prevención del suicidio. Trastorno mental se asocia de forma independiente con un exceso sustancial en todas las causas de riesgo de mortalidad. La mayoría de los estudios se han centrado en las asociaciones con la depresión: una meta-análisis de 15 estudios basados en la población informó que diagnóstico de depresión estaba vinculada con la subsiguiente por todas las causas la mortalidad, y produjo un odds-ratio (OR) de 1 · 7 (95% CI 1 ∙ ∙ 5-2 0). Varios estudios informaron que esta asociación está mediada en parte a través de la discapacidad, pero no a través de la enfermedad cardiovascular, factores de riesgo cardiovascular, o el uso de antidepresivo. Aumento de la mortalidad por todas las causas, salvo los suicidios, también se ha informado para la esquizofrenia (Riesgo relativo [RR] 2 ∙ 59; IC del 95%: 2 ∙ ∙ 55-2 63), trastorno bipolar (tasa de mortalidad estandarizada [SMR] 1 ∙ 9 para los hombres y 2 ∙ 1 para las mujeres), de 28 años y la demencia (RR 2 ∙ 63; IC del 95% ∙ 2 ∙ 17-3 21).
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