Nueva perspectiva nuevo amor

-“Nueva perspectiva nuevo amor”

Por Ana Lucía Hernández Ventura

Este ensayo está basado en el libro “El arte de amar” de Erich Fromm (2003). Donde se mencionan los temas de “sadomasoquismo”. También se abordarán el “amor simbiótico” y “amor maduro”, como contrapunto el uno del otro.

Cuando el vínculo entre dos personas es muy grande, hasta llegar al punto de no poder estar una sin la otra, es considerada una unión simbiótica. Ambas partes obtienen algún beneficio. La unión simbiótica tiene dos formas; la forma pasiva (masoquismo) y activa (sadismo).

En el mundo animal la simbiosis se suele dar entre dos especies distintas, las cuales buscan obtener beneficios. Este tipo de relaciones también se puede dar entre insectos y plantas. Las relaciones simbióticas más comunes son los mutualismos, comensalismo, presa-depredador y parasitario (Ryan, 2020).

Todo lo contrario, a la unión simbiótica tenemos al amor maduro, donde a pesar del vínculo entre dos personas siguen conservando su individualidad. Cada uno sigue siendo el que tiene control de sus propias acciones y decisiones, permitiéndole a cada persona ejercer su libertad y mantener su integridad.

En el libro de “El arte de amar”, Fromm nos habla del amor como un arte, y por lo tanto nos lo muestra como un estudio teórico; donde es indispensable tener un buen dominio de la teoría y de la práctica. Fromm no solo nos da una definición del amor como una forma más de arte; sino que lo plantea como una respuesta a muchos de los problemas del ser humano. A si mismo postula diferentes formas en las que el amor se desarrolla, y los elementos necesarios para poder conseguir la mejor forma del amor.

Una de las formas de amor que Fromm postuló en su libro, es la del amor simbiótico; que lo plantea como la unión de dos personas convirtiéndose en una sola. En esta simbiosis es donde tiene surgimiento la persona masoquista y sadista. Fromm escribe: “La persona masoquista escapa del intolerable sentimiento de aislamiento y separatidad convirtiéndose en una parte de otra persona” (Fromm, 2003, pag.17), es decir lo hacemos todo, juntos; nada separados. En este punto en las personas el enlace psicológico a alcanzado niveles extremos.

Algo aun más sorprendente es que la unión simbiótica no se limita a los humanos, también se puede encontrar en otros organismos del planeta; desde un enorme tiburón hasta una pequeña abeja. Un ejemplo es en el proceso de polinización, donde el fenómeno de la simbiosis se ve en la relación de la flor y la abeja, pues ambas partes obtienen algo a cambio. La abeja consigue polen y la flor consigue ser polinizada, esto es una simbiosis mutua o mutualista (Ryan, 2020).

La unión simbiótica también se clasifica de diferente manera, una ya mencionada en el ejemplo anterior; donde ambas partes tienen un beneficio. También se pueden encontrar las simbiosis comensalismo, parasitaria y presa-depredador. En la unión de presa-depredador una de las dos especies o personas salen beneficiadas, un claro ejemplo es el hecho que, el humano asesina animales (vacas, ovejas, pollos, cerdos) como un instinto para sobrevivir.

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