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PREVENCION CONTRA EL DELITO


Enviado por   •  30 de Septiembre de 2015  •  Ensayo  •  2.632 Palabras (11 Páginas)  •  135 Visitas

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PREVENCION CONTRA EL DELITO

INTRODUCCIÓN

En el Estado de México nos enfrentamos a una situación severa respecto al tema de la violencia y el delito, estamos en números rojos en las estadísticas arrojadas por el INEGI, mismas estadísticas que son confirmadas al abrir el periódico o la página de noticias y nos encontrarnos con actos delictivos que se cometieron en la madrugada anterior, sin embargo, nuestro pensamiento conformista se queda en solo tomar la información como otra nota amarillista más, dándole la vuelta a la página, y es entonces cuando caemos en ser blanco fácil para los delincuentes, el pensamiento mediocre es el que no expone día a día a sufrir algún tipo de ataque en plena luz del día, el pensar que el acto delictivo solo se encuentra en portadas de periódicos o que solo le sucede a quien tenemos a lado pero a nosotros no es ponernos en un papel sumamente vulnerable y benéfico para el delincuente, pues olvidamos tomar precauciones y ponemos en riesgo la vida de quienes amamos e incluso la propia.

Desde siempre, la prevención del delito ha sido una labor encomendada y dirigida por las instituciones encargadas de velar por la seguridad integral de los ciudadanos; por tanto, el ciudadano se ha mantenido comúnmente, por exclusión o por apatía, al margen de esta labor, siempre renuente y apartado de las acciones tendientes a prevenir las conductas delictivas que tanto flagelan a nuestra sociedad.

A este respecto, hay que tomar muy en cuenta que gran parte de las conductas delictivas tradicionales que se desarrollan en nuestra comunidad, no dependen tanto de la habilidad del delincuente quien solo funge como un ente oportunista, sino que se deben a la falta de previsión y pericia tanto de quienes se encargarían de brindar la seguridad al ciudadano como del mismo ciudadano, quien no auxilia a los órganos encargados al no prevenir ni denunciar el delito y que además le recrimina al Estado, sin darse cuenta que, victimológicamente él es quien se ha vuelto un facilitador de su propia victimización.

Ante esta situación, es necesario replantear las estrategias actuales, el lugar que tiene y la función que cumple el ciudadano en la prevención del delito en nuestro estado, planteándole a este la participación en la prevención del delito no como una obligación, con todas las repercusiones que la palabra implica, sino como un derecho al conocimiento y la práctica de medidas proactivas, tendientes a disminuir su condición de víctima. Esta es la mejor fórmula para la prevención del delito, para mantener a salvo a los nuestros y la propia vida.

Capítulo 1

Marco Teórico

¿QUÉ ES EL DELITO?

G. Ramírez y G. de La Vega (2007) retoman la Teoría del psicoanalista criminológico de Freud, quién encontró sus bases en el hecho de que el ser humano, como los animales, tiene una fuerza interior que lo lleva a atacar. Ésta es la agresividad, fuerza psicológica al servicio del instinto de conservación y que puede superar los factores inhibidores y convertirse en agresión, en lo que sería una conducta antisocial. Freud analizó a varios de sus pacientes que confesaron haber cometido un delito, encontró que tras su ejecución venía un alivio psíquico para el infractor.

La aportación del psicoanálisis en la comprensión de los comportamientos criminales es la siguiente:

• Para la mayoría de los autores, el delito es consecuencia de una pulsión (excitación corporal que precisa la liberación de mucha tensión): el inconsciente como es el polo pulsional de la personalidad, contiene factores hereditarios innatos y vivencias traumáticas. En los estados comportamentales delictivos que se repiten, la pulsión de muerte es fundamental; aquí hay impulsos destructivos, agresividad y conductas sádicas.

• El superyó pone barreras a las pulsiones agresivas; “es el heredero del complejo de Edipo” y se edifica por identificación del superyó a los padres, que transmiten su actitud educacional. La educación es básica para evitar comportamientos criminales.

Una conducta agresiva en este caso el delito, es la expresión de la psicopatología particular del delincuente, de su alteración física, psicológica y social. Es una conducta que transgrede las normas de la sociedad a la que ese individuo pertenece. A nivel psicológico toda conducta tiene una policasualidad que deriva de distintos contextos. El delincuente proyecta a través del delito sus conflictos ya que esta conducta implica siempre perturbación y ambivalencia. La conducta delictiva posee una finalidad que es indudablemente, la de resolver las tensiones producidas, la conducta es siempre respuesta al estímulo configurado por la situación total , como defensa, en el sentido que protege al organismo de la desorganización, es esencialmente reguladora de tensiones. (Marchiori, 2004, pag 75)

Toda conducta delictiva es siempre un vínculo, se refiere a otro. Es una experiencia con otros seres humanos y es evidente que la conducta actual (el delito) frente a objetos presentes (circunstancias y víctimas) está en una gran proporción condicionada por las experiencias anteriores, por ende el delito es una conducta simbólica, uno de los elementos más importantes en el análisis de la conducta delictiva es su carácter simbólico, este se impone más claramente en los crímenes cuyas motivaciones extrañas parecen surgir de mecanismos inconscientes. (Tellez, 1991, pag 68)

Toda conducta delictiva, en el momento que se manifiesta es la “mejor” conducta en el sentido de que es la más organizada que el individuo puede realizar y es la que intenta liberar la tensión que siente y que le resulta intolerable, generalmente es una conducta defensiva para mantener el equilibrio, logrando a través de esta un cierto ajuste pero sin resolver el conflicto, por otra parte se puede reconocer como un síntoma, es decir, una forma de organizar la experiencia, aunque sea de exponerla a la destrucción. La conducta delictiva, es como una defensa psicológica que utiliza el sujeto como un medio para no caer en la disgregación de su personalidad.(Paladín, 2008, pag 89)

La conducta y las acciones pertenecen a un individuo y realizan de manera concreta la relación entre ese individuo y el mundo en el cual existe y actúa. El individuo a lo largo de sus continuas tentativas de adaptación al mundo en el que vive y se desarrolla, descubre y crea el valor y la significación vital situacional que ese mundo adquiere para él. No todas las significaciones de la conducta son evidentes inmediatamente

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