Participación Ciudadana De Los jóvenes
Enviado por lombro • 8 de Abril de 2015 • 2.523 Palabras (11 Páginas) • 511 Visitas
Participación ciudadana de los jóvenes
PORTADA
INTRODUCCIÓN
Referir la importancia que tienen los jóvenes para la vida social, económica y política de un país pareciera ocioso, no sólo por lo que este grupo etario implica para el futuro de una sociedad, sino por la importancia que tiene para los organismos de la sociedad civil e instituciones gubernamentales que participan en el diseño de las políticas públicas orientadas a protegerlos, educarlos, ofrecerles empleo, cuidar su salud y apostar por ellos para ofrecerles una mejor calidad de vida. De ahí que este texto se aboque a reseñar algunas de las iniciativas que se han promulgado para ofrecer a este núcleo poblacional alternativas que favorezcan y permitan la constitución de mejores y mayores condiciones de bienestar. Tanto en lo internacional, a partir de las declaraciones de organismos mundiales creados ex profeso, así como en el caso de México, se han expedido leyes, decretos y programas y erigido organizaciones para favorecer su desarrollo psicosocial, pero también para impulsar su participación ciudadana en la construcción de la democracia. Aunado a lo anterior, el texto plantea los posibles escenarios en los que los jóvenes en México y en casi todo el mundo acceden, por la vía de las nuevas tecnologías de información y comunicación (NTIC), a un replanteamiento de nuevas formas de interrelación social y cuestionamiento de la realidad de un mundo que heredarán.
El título de este trabajo obliga a la formulación de dos preguntas básicas: quiénes son los jóvenes y qué se entiende por participación ciudadana.
¿Quiénes son los jóvenes?
Desde la perspectiva biológica, la juventud es una etapa de desarrollo entre la infancia y la adultez que se asocia con un cambio psico-biológico en los individuos. Pero más allá de estos cambios, la juventud está relacionada con aspectos sociales y culturales. En otras palabras, la definición de la condición juvenil está más en función de los eventos, decisiones, prácticas y relaciones mantenidas con otros grupos sociales que de la pertenencia a un determinado rango de edad.1 Es decir, los criterios que fijan los límites y los comportamientos de lo juvenil están necesariamente vinculados con los contextos sociohistóricos. De ahí que la juventud no tenga la misma duración en el campo que en la ciudad, en las clases altas que en los sectores marginados, en las sociedades modernas que en las tradicionales, incluso en ambos géneros.
Hablar de los jóvenes implica hablar de un grupo que no es homogéneo. Los estudios llevados a cabo sobre la condición juvenil en México y en el mundo dan cuenta de la existencia de diferencias relacionadas con el sexo, la edad, la región geográfica o su origen social, que marcan de manera diferenciada sus vidas. Por ello, es necesario reconocer la heterogeneidad y complejidad de este grupo social y dejar de lado los análisis reduccionistas que ven a la juventud sólo como un rango de edad.
¿Qué es la participación ciudadana?
Aunque hoy todos parecemos entender lo que significa la participación ciudadana, valdría la pena detenernos un poco a reflexionar sobre este término.
El término participación, al igual que el de juventud, se ha ido transformando históricamente desde la visión clásica que la vincula con los derechos y obligaciones ciudadanos, hasta las nuevas interpretaciones que van más allá de la participación en el ejercicio del poder político para incluir otras formas de participación en la vida pública del país que no están mediadas por las instituciones del Estado, sino que se apoyan en órganos de la sociedad civil, como sindicatos, asociaciones sociales de diversos tipos, partidos políticos y organizaciones económicas y religiosas.
Si bien la participación individual de los ciudadanos en la vida pública obedece a una multiplicidad de intereses, su incorporación a las organizaciones sociales, civiles y religiosas está directamente relacionada con situaciones que le afectan en su vida comunitaria. Así, la participación constituye la presencia del ciudadano en las decisiones que le afectan a nivel individual y colectivo.
Es un proceso gradual de conciencia crítica y propositiva encaminado a fortalecer la gobernabilidad democrática. La participación diversa y compleja de la ciudadanía en asuntos comunes, como la defensa de los derechos humanos y del medio ambiente, la lucha por la paz, la seguridad, la protección civil y un extenso etcétera, ha venido fortaleciendo el desarrollo y ampliación de la sociedad.
Juventud y participación ciudadana
En el caso de la participación ciudadana de los jóvenes habría que empezar por llamar la atención, como ya lo ha hecho José Antonio Pérez Islas, sobre un mito extendido que ha encubierto la realidad sobre este fenómeno. Frecuentemente se dice que los jóvenes son apáticos, que no participan. Si bien es cierto que los datos estadísticos muestran que es bajo el porcentaje de jóvenes que declaran haber participado en algún tipo de organización social, existen otros ámbitos en los cuales los jóvenes participan de manera activa, por ejemplo, el ámbito laboral o en otro tipo de grupos que distan mucho de las grandes organizaciones con estructuras rígidas, con dirigencias inamovibles y con programas preestablecidos.
“Los jóvenes de hoy constituyen una generación preocupada por lo cercano, lo cotidiano, lo específico, lo que afecta al barrio, a la colonia, a la comunidad o hasta lo referido a sus afectividades.”
El que muchos de los jóvenes no opten por prácticas y formas de agrupación partidistas institucionales no significa que sean desinteresados sino que privilegian ámbitos de participación distintos.
Mientras 90% de los jóvenes encuestados por el IMJ afirma que no ha participado en una manifestación, marcha o acto público y 75% declara que no participaría en las actividades de los partidos políticos, el 86% está dispuesto a movilizarse a favor de la paz y de los derechos humanos.
“Esto significa que la participación ciudadana de las juventudes se da cuando el tema, la forma y las actividades a desarrollar son afines a sus preocupaciones y a su existencia cotidiana.”10 De ello dan cuenta las movilizaciones juveniles de los últimos años. Primero fue Francia con las manifestaciones de jóvenes a lo largo y ancho del país por el decreto del contrato de primer empleo que permite el despido sin justificación de los jóvenes menores de 26 años. Más tarde tocó el turno a los jóvenes chilenos entre 15 y 17 años quienes paralizaron el sistema educativo de bachillerato durante un mes y pusieron en jaque al gobierno de la presidenta Michelle Bachelet con la intención de crear un sistema educativo más igualitario. A finales de 2008,
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