Patrones de la comunicación en la vida familiar
Enviado por beydiyareli • 6 de Noviembre de 2012 • Trabajo • 1.736 Palabras (7 Páginas) • 669 Visitas
Patrones de la comunicación en la vida familiar. Virginia Satir
Uno de los aspectos más citados de su trabajo, son los “patrones” o formas recurrentes de comportarnos (que incluyen un conjunto de subsistemas como es el ‘verbal’, ‘corporal’, ‘cognitivo’…). Satir identifica cuatro modelos-patrones que utiliza las personas usan para comunicarse y que responden a una manera de evitar el rechazo o las amenazas del entorno o el medio. En todos los casos, el individuo siente y reacciona a la amenaza, pero como no quiere demostrar debilidad intenta disimular así. Estos patrones son sistemas que la persona aprende a manejar, regular para sobrellevar las disfunciones con el exterior. Estos modelos-posiciones de la comunicación no son rígidas e inmutables, pueden “renovarse”. Si se manejan los problemas con respuestas aplacadoras, el daño interno del mensaje emitido a sí mismo de minusvalía; no obstante, si se encuentra la manera, es posible renovar la capacidad para sentir y expresar ternura, expresar afecto sin sentirse amenazado, no dependen de la aceptación (o falta de ella) de los demás), ni mucho menos someter al otros marcados estereotipos (Satir, 1989: 230)
1.- ACUSADOR O CULPADOR Es la figura de un “superyo” (palabra no usada por Satir) desmedido, aparte del significado literal que se diga en su tono hay una inculpación y desacuerdo de principio con el interlocutor (parece decir: “Nunca haces nada bien. ¿Qué es lo que te pasa?). El cuerpo habla también y parece decir con su postura erguida: "Yo soy el que manda aquí"; el interior tiene otro relato caracterizado por la frustración y soledad de un individuo que clama en realidad ser aceptado y querido.
2.- APLACADOR – Las palabras concuerdan: "Todo lo que tu quieras esta bien. Sólo deseo tu felicidad". El cuerpo suplica: "Estoy desamparado". El interior: "Me siento una nulidad; sin el estoy perdida. No valgo nada"
3.- SÚPER RAZONABLE- Las palabras ultra razonables: "Si uno se pusiera a observar cuidadosamente las personas presentes, notaria que hay quien tiene las manos maltratadas por el trabajo." El cuerpo calcula: "Soy calmado, frío e imperturbable." El interior: "Me siento vulnerable".
4.- IRRELEVANTE.- De la misma manera que los otros patrones, las palabras que usa esta modalidad parecen decir por encima de su significado: “esto que digo no tiene sentido”. La visualización del cuerpo bien puede ser la de un objeto contorsionado y en exceso distraído. En la dinámica interior hay una honda sensación de no importar a nadie.
Ninguno de estos modelos presentados con anterioridad es efectivo, son formas que generan también ciertos efectos y que e principio el analista, mediador o facilitar conoce y puede identificar; sólo la respuesta abierta o fluida, es la única que permite relaciones fáciles, libres y honestas y hay pocas amenazas para la autoestima. Además estos modelos tienen valencias y modos de comportamiento positivo, (lo que llama dimensión renovadora”); por ejemplo, en el caso del acusador renovado” se convierte en la capacidad de defender los propios derechos, en levantar la voz cuando es necesario; tener este tipo de comportamiento revela compromiso, la diferencia está en hacerlo de manera realista y consciente; el super-razonable “renovado” se convierte en el uso creativo de nuestra inteligencia; es gratificante usar la inteligencia más allá de la autodefensa o autoprotección lo que hace de esta facultad algo aburrido y estéril; la “irrelevancia renovada” se convierte en la capacidad de ser espontáneo y nos da nuevas direcciones para darnos cuenta de nuestras realidades.
La convivencia familiar y su grado de salud se encuentra muy determinada por al aprendizaje y modelaje de la comunicación, de sus patrones, la identificación de sus códigos y la observación total de los componentes proveedores de significado. Las destrezas comunicativas apelan a todos los elementos del proceso comunicación y se central principalmente en el binomio “Atender” (ser receptivo en el sentido más amplio) y “Responder” al contenido, al sentimiento, al significado pragmático; dar respuesta, retroalimentación, saber confrontar con claridad, oportunidad, compromiso y afecto, etc. Las metas del proceso de la comunicación se alcanzan a través de las destrezas que exhibe y ejecuta el comunicador durante la relación interpersonal y estos a su vez son transmisibles y aprendidos por le receptor, definiéndose así el carácter bidimensional de la relación. “Atender” y “Responder”, constituyen la base del proceso de la comunicación entre las personas y propicia una relación de ayuda. Todas las relaciones Humanas son relaciones de ayuda (potencialmente), puesto que promueven el desarrollo.
Comunicación en la familia
La familia y su estilo de comunicación
La familia es la primera escuela donde aprendemos cómo comunicarnos. La forma como aprendemos a comunicarnos en nuestra familia de origen determinará cómo nos comunicamos con los demás.
Así el niño comienza aprendiendo gestos y tonos de voz de sus padres y hermanos, comunicándose a través de ellos. Por ejemplo, cuando señala con el dedo y pide "ete" ó "quielle" para pedir algo. En este caso, es la familia la que entiende e interpreta
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