Pedagogia
Enviado por pedagogia91 • 14 de Diciembre de 2012 • 1.040 Palabras (5 Páginas) • 305 Visitas
Partiendo de la base de que un profesor no realiza la misma evaluación a un alumno, puesto que la actividad que se debe evaluar depende del contexto en que esté inserta la práctica. Se puede decir que la evaluación está regulada por disposiciones legales, por lo que el profesor no puede hacer su propia evaluación sin tomar en cuenta estas normas. Un profesional realiza la evaluación con una actitud determinada y desde un punto de vista particular, incluso puede tener un criterio contrario a la norma pero se ve obligado a cumplir dichas pautas evaluadoras.
La evaluación en las instituciones está sometida a una constante presión de diverso tipo. Primero por que el conocimiento se relaciona con una nota y es por esta razón que la familia se interesa más por los resultados que obtienen sus hijos. Y segundo, la comparación que hace la sociedad entre los que tienen mejores y peores calificaciones, les otorga un cierto nivel de jerarquización a los evaluados.
Al pensar en preguntas como: ¿Cómo me defraudaría mi profesor durante el curso? y al ponerme en el caso de que ya soy una profesora y me pregunte ¿Cómo me defraudarían mis alumnos durante el curso?. Reconozco que estoy muy de acuerdo con lo que explica el autor, es muy frecuente encontrarse con casos donde se les da mucha relevancia a la calificación y que obviamente no aprendemos simplemente por tener el interés en adquirir dichos conocimientos, sino que lo hacemos por el interés de sacarnos una buena nota. No es mucho lo que se puede hacer al respecto si en todos los procesos de selección se toman más en cuenta nuestras notas, claro que somos nosotros como futuros docentes los que debemos empezar por realizar este cambio.
El conocimiento académico tiene un doble valor, uno de cambio y el otro de uso; y cuando predomina el valor de uso o sea que el conocimiento es útil y despierta el interés en el aprendizaje, lo que en realidad importa es el APRENDIZAJE. Pero en cambio si el valor de cambio es el que predomina (el conocimiento se puede canjear por una nota), lo único que importa es aprobar.
La anécdota de Gelner, contada por el autor, me confirma algo que siempre ha rondado en mi cabeza, un título o documento es el único que acredita a todos que ya he adquiridos conocimientos o que tengo ciertas aptitudes para algo. Creo que no se le debería dar tanta importancia a las notas, referente a este caso no puedo dejar de contar lo que me pasó en el colegio, en la licenciatura de cuarto medio se premió a las personas que tuvieron mejores calificaciones pero en ningún caso a los que se esforzaron por salir adelante, eso me dolió, no por que no yo no obtuviera algún reconocimiento, sino porque muchas veces uno deja de lado sus responsabilidades para ayudar a los que mas les cuesta aprender y eso no se le reconoce a este tipo de alumnos que no tienen las mismas facilidades de sacarse una mejor nota, no se valora el esfuerzo. Mi conclusión sobre este tema es que no se debe seguir confundiendo la evaluación con la calificación pues claramente poner
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